La agonía de la hubara en Fuerteventura
La población de esta ave protegida se ha reducido un 56 por ciento en la Isla en los últimos 15 años
Durante el año 2020, ocho personas del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) patearon Fuerteventura de norte a sur siguiendo la pista de la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae), una subespecie endémica que en el pasado fue muy abundante en la Isla y que, en la actualidad, se encuentra en peligro de extinción.
La intención del grupo de especialistas era actualizar los censos realizados en 2011 y 2016. Los resultados retrataron la fragilidad del ave y el grave peligro al que está expuesta debido a la acción humana. De 2005 y 2006 a 2020 la densidad de la hubara se redujo en Fuerteventura un 55,9 por ciento.
El año pasado, la Dirección General de Lucha contra el Cambio Climático y Medio Ambiente, en el marco de las actuaciones encaminadas a la redacción del Plan de recuperación de la hubara, promovió distintos trabajos para conocer el estado y la evolución de la población en las islas orientales del Archipiélago.
Por su parte, GREFA llevó a cabo la actualización del censo de las poblaciones de hubara en las islas de Fuerteventura y Lanzarote en el periodo posterior a su época de reproducción, durante los últimos días de julio y los primeros de agosto, y antes de la reproducción, a lo largo del mes de noviembre.
Para elaborar el censo, que contó con la supervisión científica del doctor Luis Carrascal, del Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se prospectaron en Fuerteventura 18 polígonos, los mismos que en los censos de 2011 y 2016. En total, se exploraron 110,34 kilómetros cuadrados.
La hubara, un animal que habita en los ambientes esteparios de las islas orientales de Canarias, inicia su época reproductora en otoño, generalmente tras las primeras lluvias, cuando los machos establecen territorios de exhibición donde realizan varios cortejos que llaman la atención por la espectacularidad de su danza.
Una vez se produjo el periodo reproductor, el equipo de GREFA llevó a cabo un primer censo durante los meses de julio y agosto (periodo post-reproductor). Durante ese tiempo, el número de aves censadas fue de 74. No obstante, considerando la detectabilidad, el conteo absoluto sería de 108 hubaras con un intervalo de confianza de entre 75 y 145 aves. Durante ese periodo, los técnicos contabilizaron siete polígonos en los que no hubo avistamientos.
Durante el periodo pre-reproductor (en noviembre de 2020), el equipo volvió al campo. En este tiempo, el número de aves censadas en la isla majorera fue de 72. En este caso, el conteo absoluto sería de 98 hubaras, con un intervalo de confianza de entre 64 y 137 aves. El número de polígonos en los que no hubo avistamientos fue de cuatro.
Para llevar a cabo el estudio de campo, se utilizó el método de censo de recorridos multilineales simultáneos sobre polígonos prestablecidos, una metodología empleada desde 1994 para las islas orientales y que “se ha manifestado de gran utilidad y un indudable valor” para establecer tendencias de cambios temporales en los efectivos de la población de hubara canaria.
Desde el grupo GREFA aclaran que los resultados que proporciona este método subestiman considerablemente los efectivos poblacionales reales de la hubara, al no prospectar toda la superficie potencialmente adecuada para la especie, y no detectar todos los individuos presentes en los polígonos durante los censos, de manera que es probable que la población real multiplique por tres el número de individuos directamente censados.
Por polígonos, en el verano de 2020, el 92 por ciento de las aves de Fuerteventura se localizó en las zonas de Lajares, Time-Guisguey-Llanadas, Tindaya-Esquinzo, La Laguna y Los Alares-Las Pocetas, Matas Blancas, Jable de Corralejo y Vega Vieja. En estos tres últimos, se concentraron el 53 por ciento de las aves.
Un nuevo estudio alerta del retroceso en la Isla de esta subespecie
En el caso del periodo pre-reproductor, el 65 por ciento de las hubaras fueron detectadas en los polígonos de censo de Taca-Cotillo, Matas Blancas, La Vega Vieja, Jable de Corralejo y Llano de La Laguna, que suman solo el 36 por ciento de la superficie prospectada. Añadiendo la reserva de Lajares, Tindaya-Esquinzo y Los Alares-Las Pocetas se sube al 82 por ciento de las aves contabilizadas, en el 64 por ciento de la superficie muestreada.
Según el análisis de los datos obtenidos durante el censo de la hubara en el periodo post-reproductor de julio de 2020, se constata que la densidad de la hubara canaria en Fuerteventura ha sido muy marcada. Así, la disminución de 2005-2006 a 2020 alcanza el 55,9 por ciento, ya que la densidad ha descendido de 1,52 a 0,67 hubaras por kilómetro cuadrado.
Hubaras en la UCI
Alberto Ucero es un biólogo lanzaroteño que se encuentra haciendo una tesis sobre la hubara canaria con el grupo de investigación del departamento de Ecología del Museo Nacional de Ciencias Naturales, a través de un contrato del Ministerio de Ciencia e Innovación. En estos momentos, trabaja en el proyecto ‘Áreas de campeo y movimiento de la hubara canaria’, financiado por Red Eléctrica.
El biólogo no oculta su preocupación por el estado en el que se encuentra la hubara en Fuerteventura. Su salud “está muy mal”, insiste. “Su hábitat está muy degradado y deteriorado”, explica.
En 1998, el ornitólogo alemán Joachim Hellmich, uno de los grandes especialistas de la hubara canaria, realizó un censo sobre la hubara majorera. El censo de 2003 indicaba que desde 1998 hasta ese año el número de machos de hubara canaria en Fuerteventura había descendido un 35 por ciento.
Habrá que esperar un tiempo para ver publicados los datos del censo que está realizando Alberto Ucero. Aun así, asegura que, con respecto a 1998, ha habido una disminución de más del 50 por ciento.
A la hora de poner el foco sobre los peligros a los que se ve expuesta esta ave, incluida en la categoría en peligro de extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, los especialistas ponen sobre la mesa un abanico de amenazas. Entre ellas, está la degradación del hábitat, debido al desarrollo urbanístico, edificaciones dispersas, construcciones de carreteras y vías, actividades extractivas, la agricultura intensiva o la previsión de instalación de plantas fotovoltaicas. A esto se suman otros factores como el incremento de la desertificación, el abandono de la agricultura tradicional o los disturbios y molestias humanas en el medio natural.
Alberto Ucero señala cómo la llegada de la pandemia, derivada de la COVID-19, ha hecho que mucha gente, debido a las limitaciones a la hora de moverse, haya optado por acudir a zonas rurales a pasar el día. La moda está también ocasionando daños en el hábitat de la hubara. A esto se suma el uso de motos y quads en estos espacios naturales. No hay que olvidar tampoco el daño que ocasionan a la hubara otras especies como el gato asilvestrado o aquellas que han sido introducidas en el medio por el ser humano.
Se prospectaron 18 polígonos y un total de 110,34 kilómetros cuadrados
También preocupa a los ornitólogos y expertos en esta ave el daño que está produciendo en la subespecie elementos como la colisión con los tendidos eléctricos y telefónicos, o la colisión con vallados e instalaciones eólicas.
“A todo lo anterior habría que añadir la especial vulnerabilidad de las especies esteparias a las variaciones vinculadas al cambio climático, que podría comprometer, aún más, la supervivencia de esta especie amenazada”, apuntan desde la Consejería regional de Cambio Climático.
“Desde el punto de vista de los gobiernos, se debería defender y proteger sus hábitats. Deben ser ellos quienes velen para que ese poco hábitat que queda se conserve integro”, sostiene Alberto Ucero.
Este experto en la hubara canaria señala que las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en Fuerteventura “no se respetan en absoluto. La Unión Europea establece esas zonas para generar una conservación para las aves que allí habitan. Sin embargo, en Fuerteventura y Lanzarote, debido a la cantidad de molestias y la falta de vigilancia y de agentes de medio ambiente, es imposible que se respete la normativa”. Y añade: “La protección está en el papel, pero no se lleva a la práctica”.
Llegados a este punto de la conversación, Ucero señala que la hubara en Fuerteventura “es recuperable, solo hace falta voluntad política y una unión social que exija públicamente la conservación de la especie y su hábitat mediante la implantación de medidas correctoras que sean eficaces en un corto plazo de tiempo”.
Entre estas medidas, se encontrarían señalizar carreteras, disminuir la velocidad en ciertos tramos para evitar atropellos, soterrar los tendidos eléctricos que más impacto tengan, señalizar los tendidos, también los caminos y senderos por los que hay que transitar y el desarrollo de campañas de concienciación con la ciudadanía.
Comentarios
1 Carlos Lun, 26/04/2021 - 10:04
2 Jesús Lun, 26/04/2021 - 11:38
3 Majorero Lun, 26/04/2021 - 14:02
4 Ana Lun, 26/04/2021 - 16:09
5 Majorera Lun, 26/04/2021 - 16:37
6 Pedro Lun, 26/04/2021 - 18:22
7 Alejandro C. Lun, 26/04/2021 - 23:22
8 Juanjo Lun, 26/04/2021 - 23:57
9 Anónimo Mar, 27/04/2021 - 06:50
10 Realista Mié, 28/04/2021 - 23:03
11 Houbara Lun, 03/05/2021 - 11:26
12 Toni Dom, 09/05/2021 - 17:39
13 Ruymán Dom, 09/05/2021 - 22:47
14 Santiago a REALISTA Mar, 11/05/2021 - 11:19
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