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¿Cómo se hacen las pruebas del coronavirus?

El laboratorio del Hospital General de Fuerteventura recibe a diario entre 50 y 100 muestras para la prueba de PCR que diagnostica la COVID-19, además de los test serológicos

Foto: Carlos de Saá.
Eloy Vera 1 COMENTARIOS 28/07/2020 - 08:47

Los laboratorios clínicos se han convertido en uno de los epicentros de la lucha contra el coronavirus. La crisis sanitaria les ha obligado a cambiar su estructura y procesos de trabajo. El instalado en el Hospital de Fuerteventura ha tenido también que adaptarse para combatir la que parece ser una de las grandes pandemias del siglo XXI.

En sus instalaciones, se hacen las dos técnicas para diagnosticar la COVID-19: los test serológicos y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR en sus siglas en inglés), unos términos que, en apenas unos meses, se han incorporado a nuestro léxico coloquial hasta convertirlos en protagonistas de cualquier reunión con amigos, cena o conversación en supermercados.

Diario de Fuerteventura visitó el laboratorio del hospital majorero para conocer cómo se hacen estas pruebas para detectar el virus SARS-CoV-2. La extracción de muestras para realizar el test de PCR en Fuerteventura comenzó a realizarse el 27 de febrero.

Primero se enviaban a Gran Canaria y Tenerife hasta que, a finales de abril, la maquinaria del laboratorio majorero comenzó a procesarlas, una vez se incorporaron los reactivos (una sustancia o compuesto que se añade al sistema para provocar una reacción química en la muestra para detectar la presencia del virus) al mercado de la tecnología.

María Luisa Fernández de Lis es jefa del Servicio de Laboratorio del Hospital de Fuerteventura. Antes de ponerse a la labor de dar una clase rápida de microbiología sobre cómo se realiza la prueba de detección de la COVID-19, explica que la PCR consiste en “la detección molecular del material genético del virus: lo que hace es detectar el ácido ribonucleico del virus”.

Para analizar las muestras de PCR, el laboratorio del Hospital General de Fuerteventura cuenta con tres plataformas distintas, con tiempos de respuesta también distintos: el sistema GeneXpert, que comenzó a funcionar a finales de abril y detecta los casos positivos en unos 45 minutos; el Filmarray, operativo desde finales de mayo, y el sistema Panther que funciona a pleno rendimiento desde el pasado 29 de junio.

Esta especialista en Bioquímica Clínica explica que los dos primeros son más rápidos y “eso es importante en pacientes que van a entrar a quirófano o a ingresar en el hospital. Sin embargo, procesan pocas muestras al mismo tiempo. En cambio, el Panther nos permite procesar muchas más muestras, pero tarda tres horas en dar resultados”. El uso de las tres plataformas, continúa comentando, “nos posibilita tener una respuesta versátil en la detección molecular”.

El laboratorio de este hospital recibe una media de entre 50 y 100 muestras cada jornada. A diario, se analizan las muestras que se reciben entre las 11 de la mañana del día anterior y las 11 de la mañana del día en curso. Tras cribar a todo el personal sanitario y no sanitario de la Gerencia del Área de Salud, que incluye el hospital y los centros de salud, continúan con el protocolo de cribado realizando pruebas a los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

También analizan las pruebas que se toman a las personas inmigrantes que llegan en patera a Fuerteventura y todas aquellas muestras que recogen cada día los grupos de gestores de la COVID del hospital y de las zonas básicas de salud.

¿Cómo se detecta?

El primer paso para realizar la prueba de la PCR es la extracción de la muestra con un hisopo nasofaríngeo. Se trata, explica Fernández de Lis, de “uno de los procesos más importantes. La toma de muestra tiene que ser molesta porque si no molesta es que no está bien tomada, hay que llegar a la nasofaríngeo”.

La muestra la extraen enfermeros del hospital y de los centros de salud, provistos de EPIS (Equipos de Protección Individual) y con todas las medidas de seguridad existentes. No hay que olvidar que son muestras respiratorias y pueden ser infecciosas.

El primer paso para realizar la prueba de la PCR es la extracción de la muestra con un hisopo nasofaríngeo

El siguiente paso de la cadena es llevar la prueba al laboratorio. Viaja protegida por tres contenedores. Primero, se mete el hisopo en un contenedor primario, luego en uno secundario de plástico y este, a su vez, en un recipiente terciario. Una vez llega la muestra al laboratorio, se prepara para entrar en el procesador.

Para ello, se suele inactivar el virus en la cabina de seguridad. Se trata, explica la jefa de Servicio de Laboratorio, de “deshacer la cobertura y que quede el material genético”. Se inactiva con unos búferes especiales, que son unos reactivos que permiten quitar la cobertura al virus y “dejarlo desnudo con los ácidos nucleicos, que es lo que nos interesa detectar”, apunta la especialista.

Esta fase intermedia lo que hace es preparar para las tres fases que tiene la prueba de PCR: la extracción de material genético, la amplificación del material genético y la detección e interpretación de los resultados. La PCR detecta un positivo a través de la reacción en cadena de la polimerasa, una técnica de laboratorio utilizada para amplificar secuencias de ácidos nucleicos: ARN y ADN.

La doctora Fernández de Lis explica que la polimerasa es “una enzima que lo que hace es polimerizar y amplificar, es decir producir muchas copias de ese material genético. Eso se produce en distintos ciclos y por eso se tarda tiempo en el procesamiento”.

Si hay material genético, esa polimerasa hace una copia en el primer ciclo, luego en el segundo ciclo de cada una de esas copias hace dos y así. Es una reacción en cadena, como una reacción nuclear. La responsable del laboratorio de Fuerteventura señala que, a través de esta reacción, “aumenta exponencialmente la cantidad de material genético del virus que detectamos”.

Hay unos marcadores fluorescentes, normalmente, que lo detectan; se mide la cantidad de fluoróforo y dependiendo de la intensidad de esa fluorescencia se sabrá si es positivo o negativo en la COVID-19. “Son unas curvas que hay que leer, es una interpretación que requiere experiencia y que debe hacer un facultativo experto”, señala.

Normalmente, su lectura e interpretación corre a cargo del equipo de Microbiología del Hospital, formado por tres microbiólogos que comparten personal y técnicas con las áreas de bioquímica y hematología.

Test y PCR

El laboratorio del Hospital de Fuerteventura también realiza test serológicos, que permiten detectar la presencia de anticuerpos a través de una prueba de sangre. El ser humano tiene un sistema inmune que produce hasta cinco tipos de anticuerpos diferentes, en respuesta a diferentes tipos de patógenos que provocan distintas respuestas del sistema inmune.

La PCR detecta un positivo a través de la reacción en cadena de la polimerasa, una técnica de laboratorio

Las inmunoglobinas (moléculas que forman los anticuerpos) pueden dar información sobre la presencia del coronavirus en la sangre. En una infección vírica como la del SARS-CoV-2, los anticuerpos más importantes son los IgM e IgG (inmunoglobulinas M y G). Los test serológicos permiten medir los niveles de estos dos tipos de manera específica.

Fernández de Lis apunta que en Fuerteventura “la técnica que se aplica en los test serológicos es la de quimioluminiscencia, que es de muy alta eficacia y con una capacidad de procesamiento de 200 test por hora”.

“Estos test nos permiten saber que ha habido contacto con el virus. No sabemos si estos anticuerpos son protectores y si lo son, cuánto dura esa protección. No tenemos mucha seguridad de qué significan esos anticuerpos, pero sí que quienes los tienen han tenido contacto con el coronavirus”, explica.

Los test de PCR tienen una fiabilidad en torno al 70 por ciento. Fernández de Lis reconoce que el problema de la PCR en los virus respiratorios es que las muestras “no dejan de ser moco y este es muy heterogéneo. No es como la sangre, que es muy homogénea y el virus se reparte de forma igual. “El moco puede estar más espeso y haber más virus en una parte que en otra”, dice.

“Hacer cribado indiscriminado a toda la población no tiene ningún sentido porque sería muy poco efectivo”

Esta especialista en Bioquímica Clínica insiste en que estas pruebas “son una foto, hoy pueden dar negativo y mañana positivo” por lo que “hacer cribado indiscriminado a toda la población no tiene ningún sentido porque sería muy poco efectivo. Habría que cribar cada semana a todo el mundo”.

Fernández de Lis concluye su explicación por el mundo de los virus con un mensaje: “En Fuerteventura todos los test de la COVID-19 que son necesarios, se están haciendo”. El 25 de junio fue el último envío al Hospital de La Candelaria. Desde entonces, todas las muestras que se recogen en Fuerteventura se procesan ya en el laboratorio de la Isla.

El laboratorio, en imágenes

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