PERFIL

Takeshi Kawakami, defensor de la cocina más natural

El chef deleita a los comensales del restaurante Yamatori con sus especialidades

Foto: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 21/10/2018 - 07:50

Takeshi es uno de los nombres que más se oye al paso de este chef, que se ha convertido en un majorero de adopción muy conocido y apreciado. Está orgulloso de ser reconocido por tanta gente, mucha de ella que ni conoce, según asegura. Trabaja desde hace 14 años en el restaurante Yamatori del Hotel Atlantis Bahía Real y es un firme defensor de la cocina natural.

En una conversación con este cocinero japonés es inevitable hablar de las diferencias culturales entre su país de origen y España. Original de la comarca japonesa de Nagano, donde comenzó sus estudios en cocina, asegura que no tiene intención de regresar a Japón. “Allí todo es trabajo”, comenta.

Ha recorrido muchos restaurantes y hoteles de máxima categoría ante de llegar a asentarse en Corralejo. Desde Tokio, pasando por Holanda e Inglaterra hasta llegar a Madrid, donde aterriza sin conocer ni una palabra de español. “Lo aprendí oyéndolo”, comenta. Allí estuvo 10 años trabajando en la cocina del desaparecido Suntory, un exclusivo restaurante japonés en pleno Paseo de la Castellana que cerró sus puertas con motivo de la crisis económica.

Y antes de acabar en Fuerteventura cubrió una etapa de su vida profesional en Gran Canaria. Aunque también practica la cocina española, francesa e internacional, en general, su especialidad es el sushi y nos descubre curiosidades como que contra toda creencia en España, el pez mantequilla no es apropiado para comerlo crudo. Lo mejor es el pescado azul y su predilecto es el mero negro.

Y aunque extrañe a los iniciados en este manjar, en Japón es habitual preparar sushi de erizo de mar, calamar, bogavante, langosta o rodaballo, aunque entiende que aquí es más difícil introducir estas variantes por el alto coste del producto.

Su predilección por la comida sana le viene desde niño. Nació en una familia campesina dedicada al cultivo de arroz y asegura que “antes se comía más sano que ahora”. No en vano, está demostrado que la cocina japonesa se elabora con menos grasa gracias al acierto de sus ingredientes. Desde elegir un buen pescado para el sushi pasando por productos cada vez más introducidos en el mercado europeo como el tofu, muy rico en proteínas.

Se suman al recetario, por supuesto, el arroz, la sopa de miso o las verduras y advierte de que hay que tener en cuenta también a la hora de la alimentación la cultura gastronómica para entender que los estómagos europeos no están acostumbrados a digerir productos que para un japonés es tan habitual como las algas.

De la cocina majorera se queda con el cabrito y el queso de cabra y le gusta adquirir productos de la tierra mucho más sanos. “Hay que leer todas las etiquetas”, comenta

En su cesta de la compra se encuentra el pescado azul como la caballa o la sardina, más asequible en la Isla, y que también se pueden comer crudos. Mira con lupa las etiquetas de composición de los alimentos y alerta de productos como el pan de molde o el jamón envasado que contienen conservantes como el E-250, nocivos para la salud.

De la cocina majorera se queda con el cabrito y el queso de cabra y le gusta adquirir productos de la tierra mucho más sanos. “Hay que leer todas las etiquetas”, comenta y alza la botella de agua para demostrar el alto contenido en sodio del agua mineral embotellada.

También defiende los beneficios de una dieta restrictiva en grasas para la piel y no duda en ponerse como ejemplo de una persona sana y cuidada que ha alcanzado los 54 años con tan buena apariencia porque no consume grasa.

Por su restaurante han pasado personajes de la farándula y caras célebres de la televisión como Carmen Sevilla, Ana Rosa Quintana y el matrimonio de presentadores de La Sexta Antonio García Ferreras y Ana Pastor, de quien opina que es “muy simpática... mucho más que la de Telecinco”.

En sus ratos libres le gusta visitar a su buen amigo Demian y disfrutar de la cocina del restaurante La Jaira, que recomienda encarecidamente. También ir a la playa de El Cotillo o pasear y descansar junto a su mujer.

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