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Reinventarse: el gran reto en la cultura de Fuerteventura

Los creadores destacan la necesidad de impulsar a los artistas de la tierra para que el circuito profesional continúe con su actividad ante una crisis que abre la puerta a la producción local

Belinda Delgado, gerente de Casa Mané, centro de arte privado de La Oliva. Foto: Manolo de la Hoz/Archivo..
María José Lahora 2 COMENTARIOS 24/05/2020 - 09:18

El concertista Domingo Rodríguez El Colorao no ha parado desde que se decretara el estado de alarma. Dice que durante este tiempo en casa ha trabajado más que antes. Le alientan “los sueños y proyectos” que tiene en marcha y que le permiten continuar al pie del cañón. “Lo importante es seguir trabajando”, enfatiza.

En su opinión, “es el momento de avanzar más en las nuevas tecnologías, que tienen que ir de la mano del sector cultural hasta que se descubra una vacuna y consigamos perder el miedo al contagio”. Entiende que los creadores deben de seguir presentes ante su público, aunque sea a través de las redes sociales con conciertos online.

“Esto nunca va a igualar a una actuación en un auditorio ante los espectadores”, aclara, pero aboga por hallar una solución que, por el momento, es la presencia virtual del sector de la cultura.

Comenta que el hecho de demorar la actividad no va a ser fácil ante una economía que se va a ver resentida, pero defiende que “esta crisis ha servido para que la sociedad se dé cuenta de que hay otros valores, independientes de la economía y más importantes, como son la solidaridad y el amor”.

“Tengo la esperanza de que nos unamos para reavivar la cultura, que siga teniendo el lugar que se merece y situarla en un nivel en el que deje de interpretarse como un negocio”, añade. Al respecto, señala que el sector va a precisar del apoyo de las administraciones, a las que recuerda que “deben respaldar a los artistas, es decir, a los operarios de la cultura, y no a los que se lucran de la misma”.

‘El Colorao’: “Tengo la esperanza de que nos unamos para reavivar la cultura, que siga teniendo el lugar que se merece y deje de interpretarse como un negocio”

El también timplista Althay Páez se encuentra en plena grabación cuando recibe la llamada para realizar una entrevista para vislumbrar cuál es el futuro de la música durante y después de la desescalada.

Agradece haber estado ocupado estas semanas de confinamiento realizando colaboraciones y algunos conciertos online que han tenido gran aceptación. “Pero eso no llena la nevera. Yo me dedico exclusivamente a la música”, comenta ante las dudas sobre cómo va a afrontar su economía las limitaciones que ahora se imponen.

Una de las mayores dificultades ante las que se encuentra es la ausencia de público. Dice que no es lo mismo tocar solo: “Notas que te falta la gente y ver su reacción. Es algo que me hace crecer como músico. Cuando no está el público, el músico no se siente músico, se siente extraño, necesita un receptor de esa historia que está contando”.

Aunque está pendiente de sacar a la luz varias colaboraciones en las que ha trabajo, sigue siendo una incógnita cómo se realizarán los conciertos tras proponerse un aforo limitado en los espacios cerrados, como teatros.

Duda de que con menos asistencia se pueda siquiera costear el caché del músico. Confía en que tampoco esta medida suponga un incremento del precio de las entradas porque, de lo contrario, “la cultura se resentirá”. “No se puede explotar a la persona que vaya a consumir cultura”, sentencia.

Tampoco le parece justo que la administración sea quien se haga cargo de la cultura, porque hay otras prioridades. Y entiende que las ayudas institucionales deben destinarse ahora mismo al apartado social.

Antes de decretarse el estado de alarma tenía pendientes varios conciertos en Reino Unido y el resto de las Islas, con promociones ya en marcha. Una inversión que no va a rentabilizar. También habla de las “expectativas” truncadas ante la imposibilidad de llevar a cabo todos estos proyectos que ahora están en el aire.

Althay Páez: “Va a ser difícil reactivar el sector turístico, del que dependen muchos artistas, quienes demuestran su creatividad en los escenarios de los hoteles”

Althay comenta que, como músico de Fuerteventura, vivía también de las actuaciones en hoteles: “Va a ser difícil reactivar el sector turístico, del que dependen muchos músicos y artistas de la Isla, quienes demuestran su creatividad en los escenarios de los complejos hoteleros”.

Ahora escucha continuamente la idea de “reinventarse”, pero ¿cómo? se pregunta. “¿A través de conciertos online? La gente se cansará”, opina. En cuanto a la faceta formativa, donde también desarrolla su actividad, ve también un obstáculo, y no el hecho de que tengan que imponerse las enseñanzas online, sino en que en las clases de timple “es en lo que menos va a invertir la población” cuando las familias están atravesando dificultades económicas.

Comenta además los inconvenientes para superar este importante traspiés cultural, porque “si antes con una simple crisis económica se salía adelante, ahora confluyen una crisis económica y otra sanitaria. Va a ser muy difícil. El miedo está ahí”, aunque confía en que, con el tiempo, pase.

Cultura abierta

En otro ámbito cultural, Belinda Delgado, gerente del centro de arte Casa Mané en La Oliva, asegura que la creatividad se ha disparado en este confinamiento, al menos por las propuestas culturales que les están llegando para la reapertura de las instalaciones, que si todo va bien podrá iniciarse a finales de mayo.

Con cautela, a la espera de ver cómo avanzan las primeras fases de la desescalada, pero con la esperanza puesta en el artista y público local. El centro de arte, única sala de exposiciones privada de la Isla de su categoría, prepara ya su reapertura. Un centro de arte, según explica su responsable, que dependía de forma mayoritaria del turismo y que ahora pone el foco en la población local.

“Vamos a dejarle las puertas abiertas al público local. Siempre hemos contado con los artistas de la Isla y sus propuestas y ahora es un buen momento para reafirmarnos en este compromiso”, señala Belinda Delgado.

Habla de que es también una oportunidad para conocer la Isla y sus centros culturales. Se trata de “reducir las propuestas pero ampliar el círculo del espectador”, añade la promotora cultural.

Belinda Delgado comenta que la intención de Casa Mané es, en primer lugar, clausurar las exposiciones que estaban vigentes antes de la declaración del estado de alerta. Tras clausurarlas, continuarán con el calendario establecido, aunque con unas pequeñas modificaciones, siendo una de ellas “una mayor duración de la exposición”, especifica.

En cuanto al protocolo de actuación para llevar a cabo su actividad, Delgado comenta que no tienen por qué descartarse las inauguraciones. Casa Mané cuentan con amplios espacios diáfanos en el exterior, como es el gran jardín que rodea el centro, donde se pueden seguir celebrando estos eventos cumpliendo las medidas de seguridad.

En cuanto al aforo permitido explica que el acceso se realizará en base a cada sala de exposición. “Además, habrá una mampara en la taquilla y controles para que el público no se aglomere en las instalaciones”, puntualiza.

También proponen citas previas para familias o pequeños colectivos en horarios especiales y valorando las medidas de seguridad que se requieran, dependiendo entre ellas del rango de edad de los visitantes.

Comenta que una vez abierto el centro “no hay excusa” para no conocer lo que va a venir, que asegura que “va a ser muy interesante tras estos meses de confinamiento”. Las exposiciones previstas son las de los artistas Sabine Kiesewein, Ian Lorenzo, Ruth Cebrián y Lehior Ojeda.

PRODUCCIONES CANARIAS SÍ, TRAER ARTISTAS DE FUERA “INVIABLE”

Sergio Falcón está al frente de la productora Zukoabega, una de las compañías que más eventos culturales ha desarrollado en las islas de Fuerteventura y Lanzarote en los últimos años. Han traído a Rosana, Mikel Erentxun, Jorge Drexler, Los Secretos, Rozalen o Café Quijano. La crisis del coronavirus ha impactado de lleno en la actividad cultural. En los próximos meses se espera su reactivación, aunque con aforos limitados, lo que dificulta cubrir los costes de grandes eventos. No obstante, Falcón considera que es posible retomar la actividad, “siempre y cuando” se reduzca a “producciones canarias de pequeña escala”.

“Las producciones de fuera de las Islas son inviables, desde el punto de vista de la rentabilidad, a menos que el Gobierno aporte el dinero que supone el aforo que se retira de la venta, y creo que esto es igualmente inviable debido a los gastos que está soportando la economía nacional en estos momentos”, señala.

“Creo que la incertidumbre de la gente, la situación actual de muchas familias y empresas, sumado a que las medidas que se están tomando están en constante cambio, hace muy complicado y atrevido embarcarse en ningún proyecto próximo”, agrega el productor.

Las medidas de control en los eventos generan mucha incertidumbre. Las barras para consumiciones en festivales y conciertos parecen difíciles de gestionar. “Hay demasiadas dudas y mucha responsabilidad y riesgo sobre la mesa”, señala Sergio Falcón. “Hay que dar tiempo al tiempo”, añade.

Eso sí, espera que el ámbito cultural en las Islas no capitalinas se vaya “abriendo poco a poco”, empezando por fiestas populares con eventos de pequeño formato. “Hasta 2021 no veo posible conciertos a gran escala ni aglomeraciones que puedan gestionarse con una seguridad que garantice la no propagación del virus”, concluye.

Comentarios

Les traduzco: "Mas gente que quiere vivir del dinero publico".
Pues lo de Reinventarse lo veo claro, oscuro y muy negro, desde una isla que súper depende del Turismo ponga se a la cola... Tiempo van a tener para pensar.

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