Nelson Vera se levanta todas las mañanas con un sueño, ir al Mundial de Mountain Bike. “El año que viene sabré si estoy preparado para competir con los mejores”, cuenta Nelson ilusionado y, a la vez, convencido de que tiene las cualidades necesarias para lograrlo.

Cada día este vecino de Gran Tarajal se levanta cuando sale el sol para cumplir con sus obligaciones laborales en el complejo Playitas Resort, donde trabaja en el departamento de bicicletas. Se encarga de la mecánica de las bicis y hace de guía a los huéspedes en las rutas turísticas que él mismo prepara. Sus turnos en jornada partida le obligan a entrenar al mediodía: “Haga más viento o más calor, nada me impide salir a entrenar”.

En el hotel resort, enfocado a la práctica del deporte, suelen alojarse deportistas de la élite internacional. “Buscan el clima estival canario, el buen tiempo que en sus países no encuentran en las épocas invernales”, explica Nelson.

Para él, la bicicleta fue una vocación tardía. Sus inicios deportivos estuvieron ligados al agua. Compitió a un nivel alto en bodyboard, hasta que un día, en 2017, un amigo ciclista que corría una carrera en Gran Canaria le pidió que lo acompañara y se hiciera cargo del avituallamiento. Nelson quedó fascinado por un deporte que, como dice, “lleva el cuerpo a la máxima exigencia”.

El mountain bike o MTB es una especialidad ciclista relativamente reciente. El ciclismo de montaña nació en Estados Unidos en la década de los 70, cuando los amantes del aire libre modificaron sus bicicletas para poder usarlas fuera de la carretera. Desde entonces este deporte no ha parado de sumar adeptos, tal es así que desde 1996 es deporte olímpico oficial. La principal diferencia entre el ciclismo en ruta y el mountain bike es el entorno donde se realiza. Como su nombre anglosajón indica, se desarrolla en zonas montañosas a diferencia del ciclismo en ruta que se practica en carretera.

En cuatro años como profesional de ciclismo de montaña, el currículo de este ciclista isleño está plagado de éxitos: cuenta con un tercer puesto en el ON Bike de Gran Canaria o un meritorio séptimo puesto en la International 4 Stage La Santa de La Palma, una carrera internacional donde consiguió 60 puntos UCI (Unión Ciclista Internacional) para su objetivo de la plaza mundialista.

Su objetivo en 2022 es dedicarse en cuerpo y alma a su gran pasión: la bicicleta

Nelson espera culminar una carrera meteórica en 2022 con la plaza para competir en el Mundial de Maratón de Mountain Bike, que se celebra en Haderslev, en el sur de Dinamarca, con un circuito de 100 kilómetros.

El majorero sabe que el reto es mayúsculo, ya que solo hay dos vías de clasificación: quedar entre los veinte primeros en una de las siete carreras de las World Series que se disputan en países como Suiza o Italia o hacerse un hueco entre los cincuenta primeros del ranking UCI.

Para conseguir su sueño, cuenta con el apoyo moral y económico de su familia, su entrenador, Héctor Guerra, y sus patrocinadores, la tienda Fula Bike, que le proporciona todo el equipamiento, y Eagle Socks, una empresa que produce sus propios calcetines.

Ciclismo en ruta

Para una mejor preparación, su entrenador le aconsejó desde el principio competir también en ciclismo en ruta, donde ha conseguido éxitos a nivel nacional, por ejemplo, ganando una cronoescalada en Betancuria. Su logro más reciente fue el pasado 22 de junio, fecha en la que ganó la carrera cicloturista Faro Fuerteventura.

Como todos los deportistas de élite, el joven de Gran Tarajal sufrió un parón competitivo por la pandemia de Covid. Ahora que el calendario ciclista retoma la normalidad, le ha asegurado a su entrenador que dará el máximo de sí mismo y se dedicará de pleno a la preparación de su objetivo con la cita mundialista.

Nelson dice que “trabajar no es compatible a nivel élite con entrenar y competir. El cuerpo tiene que descansar y, si trabajas todos los días, estás en desventaja con el resto de competidores”. Por eso su objetivo en 2022 es dedicarse en cuerpo y alma a su gran pasión: la bicicleta.