Energías renovables sí, pero no consumo de suelo de modo “indiscriminado”. Ese es el criterio del que parte el Cabildo de Fuerteventura, que ha puesto en marcha los trámites para contar con una normativa insular que regule la implantación de instalaciones de energías renovables.

En la Isla se han levantado ya varios parques eólicos y han germinado las críticas por la falta de previsión en cuanto a la localización de este tipo de instalaciones, debido a su incidencia en zonas con un paisaje sensible.

El Cabildo de Fuerteventura, presidido por Marcial Morales, ha iniciado la fase de consulta previa, con periodo de participación pública, de una ordenanza insular que fije los criterios para el uso de las energías alternativas, como la eólica y la solar, en el suelo rústico de la Isla.

En el documento de la consulta, el presidente del Cabildo señala que “ya se empiezan a recibir solicitudes de implantación de huertas solares, a tramitar por la vía de la declaración de interés público o social, lo que provoca una cierta preocupación” en la Corporación insular.

Así, considera que la instalación indiscriminada de plantas eólicas y fotovoltaicas “puede implicar la implantación de un modelo no regulado” ni contemplado en el Plan Insular, “puesto que no ha sido definido o valorado debidamente”.

El Cabildo utiliza la fórmula de crear una ordenanza específica, para combinar “la mejor utilización del suelo” y la “menor ocupación del mismo”, puesto que no se prevé “con carácter inmediato la culminación” del nuevo Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura (PIOF).

Para el PIOF también se abrió una consulta previa meses atrás y, en esa fase, se presentaron iniciativas empresariales para que fueran incluidos proyectos que contemplarían la construcción de al menos 30.000 camas turísticas en El Cotillo, Parque Holandés, Matas Blancas o Morro Jable.

El Cabildo admite que, como no se espera finalizar el nuevo PIOF “en un corto periodo de tiempo”, el escenario normativo de la Isla genera “inseguridad jurídica” y “preocupación” en la ciudadanía “por la alteración no sólo del paisaje” con la implantación de instalaciones de energía sino la “afección” a propiedades privadas.

“El objetivo principal que se pretende conseguir” con la ordenanza, señala el Cabildo, es “fijar los criterios de homogeneización del uso de las energías renovables” en el suelo rústico y establecer las condiciones para su autorización.

De este modo, el Cabildo asegura que se tendrá en cuenta tanto la población, como la ocupación del suelo, la cercanía a caminos o a líneas de transporte energético para “una mejor utilización y racionalización” del uso del territorio.

Entre los objetivos de la ordenanza promovida por el Cabildo se encuentra “la mimetización e integración de las instalaciones existentes en el paisaje”, la “unificación de criterios de localización” o la ordenación de las zonas adecuadas para evitar la “apertura de nuevos caminos”.

Alternativas para la regulación

En el plano técnico, el Cabildo baraja varias alternativas para regular la implantación de energías alternativas. Una de ellas es que se haga “exclusivamente” en áreas definidas como sistemas generales, con las opciones de aceptar o excluir la posibilidad de que se tramiten proyectos declarándolos de interés público o social.

El Cabildo también baraja la posibilidad de que la implantación del uso de energías alternativas se haga de forma exclusiva como “proyecto de interés insular o autonómico”, una figura que se recoge en la nueva Ley del Suelo de Canarias.

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Ordenanza para las energías renovables by Diario de Fuerteventura on Scribd