Suso León Lima (3-6-1958) nació en Casillas del Ángel, localidad de Puerto del Rosario, y estudió Magisterio. Tiene su plaza en el IES Puerto del Rosario porque a los maestros de los últimos años de la EGB los pasaron a la ESO. En el año 1999 entró en el Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ULPGC, y hace unos días fue nombrado presidente del Consejo, al sustituir al periodista Ángel Tristán Pimienta. Considera que es un honor para un majorero alcanzar este puesto y dice que trabajará para acercar la Universidad y el conocimiento a las islas no capitalinas de Fuerteventura y Lanzarote.

-¿Qué supone para un maestro majorero llegar a ese alto cargo universitario?

-Es importante para un maestro como yo y majorero llegar a ese cargo, para acabar con ciertas barreras porque yo no cobro por ese puesto, sino por el de maestro, aunque dentro del Consejo Social llevo 20 años. Es un puesto que me enorgullece mucho y creo que es un honor para Fuerteventura. Aunque la Universidad se llame de Las Palmas no nació para una ciudad. Las dos universidades canarias son regionales, y cualquier persona de cualquier isla puede ser presidente del Consejo social. Que un majorero o majorera haya roto la barrera significa que no se tiene que concentrar todo en las capitales. Es la representación de la sociedad en la Universidad. Además, el Consejo Social de Las Palmas tiene una connotación distinta porque la universidad nació de una reclamación popular, de una gran reivindicación popular en 1988. En el Consejo se toman decisiones importantes, como aprobar o no los presupuestos, transmitir que la Universidad es imprescindible para una ciudad. Para desempeñar este puesto hay que querer a la Universidad. Los títulos que se proponen tienen que tener el visto bueno de este ente. Fuerteventura consiguió hace una década abrir la Unidad de Apoyo a la Docencia de la ULPGC de Enfermería porque yo pertenecía al Consejo y luché por que se instauraran esos estudios en la Isla, y se vio que eran necesarios para el futuro sanitario insular.

-¿Es un cargo político?

-Es nombrado por la Consejería pero en toda la trayectoria profesional dentro del Consejo nunca hemos permitido que se politice. Nuestra prioridad es centrarnos en los temas educativos y no dejamos que se politice este ente. Además, el Consejo Social es el órgano de interacción con la sociedad, sirve de puente para acercar el tejido empresarial, económico, cultural y social a la Universidad. Y están representados empresarios, sindicatos, alumnos, colegios profesionales, Cabildo, Parlamento de Canarias y Gobierno de Canarias, y la parte universitaria, que es minoritaria.

-¿Va a luchar para extender la Universidad a Fuerteventura?

-Me gustaría que tuviera más presencia en las islas de Fuerteventura y Lanzarote. El futuro está en la sociedad del conocimiento y, por tanto, el conocimiento está en la Universidad. La necesitamos en toda las islas. Si la Universidad se expande, se consigue aumentar el conocimiento y se potencia el desarrollo económico. Cuando aparece el espacio europeo de titulación superior se fija un período de prácticas. Esto significa un contacto con la empresa y ayuda a la empleabilidad, y eso sólo existe en Canarias, el tener prácticas en empresas desde la Universidad.

-¿Tiene algún proyecto en mente para acercar la ULPGC a la Maxorata?

-Sí, pero hay que estudiarlo con calma. La propuesta de crear titulaciones nuevas resulta muy complicado. Por ejemplo, aquí se firmó una Cátedra de Turismo con la Facultad de Economía, Empresa y Turismo con el Patronato y el Cabildo Insular y se han impartido cursos de formación universitaria para el sector. La novedad es que se firma la Cátedra Manuel Velázquez Cabrera, que abre la puerta a nuevos congresos y cursos en Fuerteventura, está enfocada a estudios administrativos e intenta profundizar en la figura de Manuel Velázquez, rla eorganización administrativa territorial y el papel de las administraciones en el mundo de hoy. Se quiere traer profesores universitarios para generar conocimiento. También cuando se creó el Parque Tecnológico se dejó una parcela para construir un aulario universitario. Hay mucha gente aquí trabajando que tiene su doctorado y tiene una gran capacidad investigadora y puede impartir docencia. Si logramos darle un espacio y medios para que prosigan sus investigaciones, es fundamental para la Isla. Esto supone traer a varios profesores o formar a algunos que ya tenemos en la Isla. Aquí se pueden crear grupos de investigadores. Se necesita, primero, la infraestructura y el edificio universitario. No sabemos cuáles serán los oficios del futuro, pero no podemos duplicar titulaciones. Además, tenemos que pensar en los postgrado, y máster porque muchos residentes lo demandan. También hay grados que no necesariamente son de cuatro años. Se hizo una gran labor con los cursos Peritia et Doctrina para mayores que les facilitó la posibilidad de llegar a la universidad en la tercera edad y ampliar sus estudios. En ingeniería, la dificultad es conseguir alumnos, se habló de la posibilidad de impartir una ingeniería de energías renovables, pero tiene que ser algo muy novedoso para atraer al alumnado.

-¿Ese proyecto persigue atraer el talento majorero que actualmente está fuera de la Isla?

-Sí, por supuesto, porque el talento majorero está desperdiciado. Hay muchos majoreros fuera desempeñando una labor importante, en proyectos muy buenos y hay que trabajar para atraer todo ese talento a la Isla. Tenemos que conseguir crear centros de trabajo, espacios de conocimiento para que vuelvan a vivir en Fuerteventura porque su labor enriquece mucho a las ciudades en las que viven, y a esa sociedad en la que están implicados mientras que nos empobrece mucho a nosotros porque salen a estudiar fuera y no regresan.

-¿Tal vez se ha conseguido con Enfermería?

-Sí, pero con los estudios de Enfermería, que cumplen diez años, y se han consolidado en Fuerteventura, ocurre que han venido alumnos de otras islas. El porcentaje de los 200 alumnos matriculados es de un 10 por ciento de Fuerteventura y un 90 por ciento de fuera. Al principio llegan desencantados porque hubieran preferido entrar en Gran Canaria, Tenerife o Madrid, pero luego descubren el trato familiar, las oportunidades de hablar con los profesores que les ayudan, hacen prácticas y luego no se quieren ir. Sin duda, los estudios han conseguido que tengamos grandes profesionales sanitarios en esta especialidad y que se trabaje para crear especialidades y vengan profesores a impartir cursos y se puedan organizar nuevos proyectos. Ha sido muy importante para potenciar y desarrollar la rama sanitaria en Fuerteventura.