ECONOMÍA

Una mujer al frente del campo majorero

La presidenta de la asociación de productores, Delia Suárez, defiende la formación cualificada, un sello único y una industria de transformación para que el sector gane peso en la economía de la Isla

Fotos: Rafael Fuentes.
María José Lahora 1 COMENTARIOS 07/12/2020 - 07:51

Carmen Delia Suárez lleva toda la vida dedicada a la agricultura. Sus padres ya eran medianeros antes de que ella se paseara por el campo. A los 16 años comenzó a colaborar con su familia en las explotaciones. “Me di cuenta de que me gustaba”, comenta.

Así nació su pasión por la naturaleza y lo que más tarde sería su profesión vocacional, valores que ha sabido transmitir también a su hijo de 19 años, Cristian, que ahora quiere seguir los pasos de su madre.

A raíz de la experiencia desarrollada en las fincas a cargo de su familia en Jandía, Delia Suárez fue ascendiendo posiciones en el sector. Así es como desde el sur pasa a ser encargada de una explotación en el centro de la Isla.

Esta labor le da la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos agrarios y, de paso, continuar su formación hasta lograr levantar su propia explotación a los 26 años en el barranco El Pozo, donde hoy cuenta con una finca ecológica, trayectoria que la convertirá más tarde en presidenta de la Asociación de Productores del Campo Majorero.

Delia defiende el papel de la mujer en el campo, no en vano ha sido elegida mujer rural de Fuerteventura por el Gobierno de Canarias. “La mujer rural es fundamental en el campo. Lleva desde siempre trabajando la tierra, compaginándolo con las tareas domésticas y su familia. Cada vez somos más mujeres las que apostamos por continuar el legado agrícola y contar con una explotación propia”, señala. “Es difícil que no haya una mujer en alguna finca agrícola”, añade.

Como presidenta de la Asociación de Productores del Campo Majorero, la agricultora aboga por la formación para contar con personal cualificado en el sector y por una industria de transformación que permita aprovechar el género sobrante.

“Las mujeres apostamos por el legado agrícola y la explotación propia”

Delia explica que el colectivo surge a raíz de la situación de alarma. “Nos encontramos sin alternativa a la distribución de la mercancía, al carecer de una red de exportación, cuando antes contábamos con una cooperativa. Vimos que lo mejor era asociarnos para defender nuestros derechos, al tiempo que podíamos realizar nuestra aportación para construir un futuro agrícola para la Isla”, relata.

La asociación está compuesta por una cuarentena de agricultores y sigue creciendo, según explica su presidenta. El colectivo “da cabida a todos, tanto a las grandes explotaciones como al que dispone de una parcela”, señala Delia, que destaca también la apuesta por la formación en el sector, ese apartado formativo que tanto aportó a su carrera profesional y que ahora desea poner al alcance de sus compañeros.

“La formación resultó muy valiosa en mi trayectoria, además de contar con las enseñanzas en el campo que me dieron mis padres, claro. Creo que la asociación debe implantar esos recursos para facilitar la labor de los agricultores”, señala Delia Suárez.

“Posei majorero”

La representante de los productores de la Isla opina que uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector agrícola majorero es la ausencia de exportación, lo que lleva a competir en un mercado local con insuficientes ayudas para que los agricultores veteranos “no se dejen morir” y que se convierta en un recurso rentable para que los jóvenes quieran involucrarse.

En este sentido, defiende la necesidad de contar con un programa de ayudas agrarias europeas que tengan en cuenta las características de Fuerteventura. En definitiva, “un Posei majorero”, del que todos los agricultores puedan beneficiarse. “Agricultores desde una hectárea. De menos a más”, comenta la presidenta.

Delia resalta las ventajas del kilómetro cero: “Calidad y seguridad”

Las subvenciones son el único camino, a juicio Delia Suárez, para alcanzar un justo precio final del producto en los mercados. Recuerda, además, que se trata de un sector “estratégico” que la crisis ha venido a revalorizar, en una Isla no capitalina y periférica.

“Es hora de que las instituciones nos apoyen, de fomentar lo que es nuestro y seguir creciendo, a fin de que sea una opción de futuro para nuestros jóvenes. Lo que tenemos no podemos dejarlo morir”, apostilla.

En este sentido, Delia Suárez tiene una petición, que la propia consejera de Agricultura, Alicia Vanoostende, con la que comparte la visión de futuro y de la que valora su formación como ingeniera agrónoma, visite Fuerteventura para conocer de primera mano las necesidades del sector majorero.

La agricultora agradece que el consumidor esté respaldando al campo majorero, reclamando y adquiriendo productos de la tierra. La respuesta del consumidor les orienta también en el buen camino. Delia asegura que los majoreros están apostando por el producto local y comienza a valorarlo frente a las importaciones, apoyo que debe ir de la mano de una mayor presencia del producto de Fuerteventura en las grandes superficies, además de mantener su aportación a las tienditas de barrio y los mercadillos. Delia Suárez resalta las ventajas de adquirir productos kilómetro cero: “Calidad y seguridad”.

Futuro

En cuanto a la producción ecológica, la agricultora explica que es el “futuro”. Delia trabaja tanto esta vertiente como la tradicional, donde aplica lucha integrada contra las plagas a la que incorpora métodos lo más sostenibles posibles. Como esas bandejas de aceite con azafrán que bordean su invernadero de tomates, donde se quedan atrapados los insectos y plagas. Fue un remedio casero que aprendió de su abuela y que, con una vela encendida, servía para atraer a los mosquitos y que quedaran atrapados en el bálsamo.

También combate las plagas con otros métodos naturales que minimizan el riesgo de que los cultivos se infecten, como las bandas adherentes para la mosca blanca, por ejemplo. No en vano, las normativas son cada vez más exigentes y la tendencia es reducir el empleo de químicos en los cultivos. “Que sea lo más natural posible”, enfatiza.

En este sentido, insiste en el papel de la asociación para implantar cursos de formación que ofrezcan a los agricultores los conocimientos necesarios para aplicar las técnicas de cultivo para combatir las plagas, al igual que ella hiciera en su momento. Así, dice que son muchos los compañeros que se sorprenden cuando comprueban que sus cultivos no han sido atacados por los parásitos. Ella misma facilita sus herramientas a quien esté interesado.

“Vimos que lo mejor era asociarnos para defender nuestros derechos”

La presidenta de los productores defiende también la incorporación al campo majorero de nuevos cultivos con gran demanda en los mercados, como la piña, árboles frutales e incluso el aguacate: “Tenemos que buscar cultivos que no tenemos, traer árboles que realmente tengan salida, más allá del olivo, y que sean viables para el agricultor”.

Comenta que la principal reticencia a la introducción de estos nuevos productos es el largo tiempo que transcurre entre las cosechas, para lo que sugiere una alternancia de cultivos. Delia Suárez ve también en el sector primario un revulsivo económico y una fuente de empleo.

“En esta crisis, si en Fuerteventura hubiéramos estado preparados, el sector primario podría haber generado muchos puestos de trabajo”, dice. Recuerda cuando la Isla contaba con hasta siete cooperativas, donde se empleaba a una treintena o más de personas en cada una de ellas. “Es hora de que las instituciones tomen conciencia de que la Isla no puede depender solo del turismo, prepararse para lo que pueda venir y seguir apostando por el futuro del sector primario. En Canarias lo que no falta es sol, terreno y agua, una riqueza que debemos explotar”, expone.

Otro de los proyectos que Delia Suárez defiende para la asociación es la presentación de la producción global de la Isla bajo una única marca: Campo majorero. Sello a través del que los consumidores puedan identificar el producto como propio. En materia comercial, cree que este programa para el que ha conseguido el respaldo de sus socios, puede dar muy buenos resultados y sería muy “competitivo” en las grandes superficies, acompañado de una campaña de marketing. También propone que este propuesta tenga presencia en mercadillos y ferias.

“Hay que buscar proyectos para aumentar el caudal de agua agrícola”

Otro hándicap al que se enfrenta el sector es la necesidad de mejora de infraestructuras. Al respecto, Delia Suárez comenta que existen muchas explotaciones deterioradas e incluso abandonadas, para las que sugiere un plan de reforma e incluso el arriendo a nuevos agricultores que “sí” las quieran explotar. “Hay mucha gente joven a la que le gustaría iniciarse en este sector”, sostiene.

En cuanto a las infraestructuras de riego, Delia Suárez sostiene que “hay que buscar proyectos para aumentar el caudal de agua agrícola”. Recuerda que es fundamental contar con agua para garantizar el futuro de las explotaciones. “No tenemos suficiente”, enfatiza. “Al no haber agua, los agricultores desisten en su empeño por mantenerse en activo”, dice la representante del campo majorero.

Delia aboga por el fomento de las desaladoras a través de subvenciones para aprovechar el agua de los pozos. Ella misma tiene la ventaja de contar con su propia desaladora, si bien, explica que no está al alcance de todos.

Comentarios

Enhorabuena Sra. Delia, personas como usted, son las que pueden cambiar el curso de nuestra isla, apostando por lo nuestro, luchar ahora porque vuestros productos sean elaborados con lo cual deben de contar con una industria y ahí es donde deben de estar apoyando todos nuestros representantes, facilitando esta labor en este agotador trabajo, que debe de ser reconocido. También es muy necesario que se desarrollen los otros dos sectores, el de la pesca y el ganadero. Se cuenta con lo principal que es la voluntad de personas como usted y quienes la siguen.

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