Fuerteventura y Lanzarote intercambian entre 100.000 y 200.000 visitantes al año, que visitan la otra isla durante sus vacaciones, el 40% de los pasajeros que atraviesan la Bocaina
Un puente invisible aumenta los turistas que llegan cada año a la Isla
Fuerteventura y Lanzarote intercambian entre 100.000 y 200.000 visitantes al año, que visitan la otra isla durante sus vacaciones, el 40% de los pasajeros que atraviesan la Bocaina
Las cifras oficiales de entrada de turistas a Fuerteventura durante el año pasado apuntan a que 2022 se cerró con más de dos millones de visitantes. Son los que llegaron en avión, pero el número es aún mayor si se cuentan los que llegan en barco y no pernoctan. De estos, la mayoría pertenecería a los cruceristas que llegan hasta Puerto del Rosario. Y después están los que entran desde Lanzarote a través del muelle de Corralejo. Ambos puertos, Corralejo y Playa Blanca, terminaron el año con una cifra aproximada de un millón de pasajeros. De estos, según señaló el consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, cerca del 40 por ciento son turistas que viajan entre ambas islas, aunque no hay una estadística que sostenga esta afirmación.
Las cifras del puerto de Corralejo muestran que, si se calcula la proyección del último trimestre, serán unas mil guaguas las que embarcan cada año en esa línea, lo que representaría unos 50.000 turistas. Pero esto sigue siendo un dato aproximado ya que muchos turistas llegan a través de Líneas Romero, donde no se transportan vehículos, pero sí hacen excursiones, y otros llegan por su cuenta, a pie o en coche, además de que a otros muchos, que sí hacen excursiones, los deja una guagua en Playa Blanca y los recoge otra en Corralejo.
El famoso proyecto del puente entre ambas islas, que aparece y desaparece de forma periódica, parece que ya funciona sin necesidad de que se construya. Un guía turístico oficial señala que, en cualquier caso, “de los turistas que llegan, la gran mayoría lo hace con una excursión organizada”, ya que el precio del vehículo o pasar el coche sin tener el descuento de residente hace que el viaje se encarezca.
Respecto a la proporción entre turistas que llegan desde Lanzarote y los que hacen el viaje contrario, señala que puede ser una proporción de uno por cada siete, aproximadamente. Si los datos del consejero se confirman, serían casi 200.000 los viajeros (en 400.000 viajes, porque se cuenta la ida y la vuelta) que van cada año de una isla a otra.
Además de los que hacen excursiones, estarían los que pasan solo un día en la otra orilla de la Bocaina, los que disfrutan de una jornada en las dunas o en Papagayo, o los que pasean por Corralejo o van al mercadillo de Marina Rubicón, entre otras opciones.
Preguntado por este tipo de turismo, el nuevo gerente del Patronato de Turismo de Fuerteventura, José Sanabria, señala que quizá lo primero que habría que hacer es profundizar en los datos para tener información más concreta. En ambas orillas trabajan muchos touroperadores, algunos tan relevantes como TUI y otros locales, algunos con servicios low cost y otros más caros.
“En Lanzarote, todo confluye en los Centros Turísticos”, señalan fuentes del sector. Tanto los que llegan en crucero, cuyas cifras aproximadas dicen que la mitad de los pasajeros contratan una excursión, como los que arriban desde Fuerteventura. El termómetros son los CACT. Desde los Centros de Arte, Cultura y Turismo, precisamente, apuntan que no es posible saber el número de aquellos que vienen con su coche de alquiler, pero respecto a las excursiones, desde el departamento comercial estiman que pueden representar sobre un ocho por ciento del total de la touroperación, que a su vez es un 40 por ciento del total de visitantes. Si en 2022 se alcanzaron casi los tres millones de entradas, vendidas, la cifra sería de unos 100.000 turistas al año, o 100.000 pases de turistas majoreros cada año.
Corralejo y Playa Blanca terminaron el año con un millón de pasajeros
Y hay otra modalidad de turistas que llega en barco por las conexiones. Líneas Romero, la naviera nacida en La Graciosa, realiza también trayectos a las dos islas, tres días por semana en cada sentido. Federico Romero, de Líneas Romero, señala que además la mayor parte de sus clientes no son excursionistas de un día, sino que pasan desde Lanzarote hasta Fuerteventura con las maletas porque llegan desde el aeropuerto o porque deciden pasar varios días en cada una de las islas y volver a su punto de origen desde la otra isla. “Es más gente la que pasa de Lanzarote a Fuerteventura que al revés”, destaca.
Excursiones
Las excursiones llegan a Fuerteventura desde todos los puntos de Lanzarote. Los touroperadores recogen a los turistas tanto en Puerto del Carmen como en Costa Teguise. La salida desde Playa Blanca, a pesar de su cercanía, no es mayoritaria. Los turistas suelen llegar hasta El Cotillo desde Corralejo, una visita a alguna finca o centro de aloe vera, la iglesia de la Candelaria en La Oliva, la Casa de los Coroneles, un paseo por el conjunto escultórico de Puerto del Rosario y en ocasiones la llegada hasta Betancuria o incluso Ajuy, comida en el Valle de Santa Inés y parada en las dunas.
Desde Lanzarote llegan españoles, muchos británicos, italianos y franceses. Para algunos de ellos, la visita a Fuerteventura conforma su posible nuevo destino al año siguiente. En el otro sentido, los turistas llegan a Corralejo desde todas las zonas turísticas, también desde Morro Jable, donde se recoge a los turistas antes de las seis de la mañana. Hay dos recorridos, principalmente: uno más grande que llega hasta el Norte y otro más limitado, pero ambos incluyen la visita a Timanfaya.
El gran tour incluye, además una parada en alguna bodega de La Geria, la llegada hasta Jameos, en ocasiones al Mirador del Río, El Golfo o Janubio y comida en Mancha Blanca, en Haría o en Máguez. Desde Fuerteventura llegan británicos, italianos, franceses y muchos polacos. El coste del gran tour está entre los 100 y los 120 euros y, a veces, si viajan hasta Morro Jable, se sale de madrugada y se llega de noche.
Turistas en el puerto de Playa Blanca. Foto: Adriel Perdomo.
Unión
Junto con la combinación entre Tenerife y la excursión a La Gomera, el enlace entre Fuerteventura y Lanzarote es el único en Canarias que permite hacer esta combinación entre dos islas con facilidad.
Las posibilidades, según los operadores, son mayores. Consideran que la colaboración entre las administraciones de ambas islas debería ser mayor para obtener productos turísticos que combinen ambas islas, aunque otras fuentes reconocen que ya se hacen este tipo de paquetes combinados y que hay turistas que optan por pasar algunas jornadas en una isla y varios días en otra y volver a su casa desde otro aeropuerto, ya que muchas islas tienen conexiones similares con ciudades británicas, alemanas o italianas, principalmente.
Las navieras han comenzado una fuerte escalada y compiten con más frecuencias
Por otra parte, estas fuentes consideran que la apertura del nuevo puerto en Playa Blanca y la previsible remodelación en Corralejo no influyen en una oferta más amplia, aunque las navieras han comenzado una fuerte escalada en su competencia con la inclusión de mayores frecuencias diarias.
Binter sí que ha puesto en marcha un producto para combinaciones de este tipo. Se llama Stopover y permite viajar a otra isla por solo diez euros, sin ser residente, si antes o después se pasan al menos siete días en Gran Canaria o Tenerife.
Desde el Patronato de Turismo de Fuerteventura, José Sanabria señala que aún no ha dado tiempo, desde su reciente nombramiento, a abordar esta posible colaboración, pero sí hay posibilidades de hacer algunas cosas de forma conjunta con Lanzarote. Comenta la posible colaboración en el turismo náutico, con el recién abierto Marina Jandía y los puertos deportivos de Lanzarote.
Sanabria destaca, de nuevo, la necesidad de tener más datos, no solo cuantitativos, sino del perfil de los turistas que viajan entre ambas islas y apunta a la posibilidad de hacer esos viajes combinados gracias a la conectividad de los aeropuertos. Resalta que ya hay colaboración para cuestiones administrativas internas y que se puede ampliar. “Hay posibilidades y hay camino por recorrer”, señala.
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