Podemos confirmó este lunes que iniciará en Fuerteventura una ronda de conversaciones “con las distintas formaciones progresistas majoreras, para discutir alianzas y estrategias en previsión de un avance de la ultraderecha en la Isla”.

Para la formación morada, los últimos resultados en Andalucía, con la irrupción de Vox, y “las imposiciones de un fascismo emergente que ponen en peligro entre otros, avances en materia de violencia de género o inmigración”, son “motivos suficientes para que las fuerzas democráticas de progreso aúnen esfuerzos frente a una amenaza en ciernes, pero real”.

“Sabemos que la idiosincrasia canaria y majorera no es terreno fértil para la intolerancia y la xenofobia, pero ya vamos viendo como ciertos sectores, algunos ligados a medios de comunicación se prestan a que determinados individuos vayan inoculando su mensaje de odio en la sociedad. Debemos estar preparados”, afirma el consejero Andrés Briansó.

Así mismo, afirma que “no se puede dar cabida en instituciones insulares y autonómicas a quienes precisamente quieren acabar con el estado autonómico para imponer otro centralista y autoritario, que pretende impulsar iniciativas como la suspensión del tratado de Schengen”.

También achacan a esas fuerzas “tomar posturas hostiles e irresponsables con países cercanos como Marruecos y el Reino Unido, en relación con Ceuta, Melilla y Gibraltar”, además de “liberalizar el suelo sin orden y concierto, y al mejor postor”. “El fascismo siempre al rescate del neoliberalismo”, concluye Briansó.