Resulta innegable el impacto del entorno online en la sociedad durante los últimos 20 años. Y hablamos de estas dos décadas porque es cuando se han consolidado la mayoría de los servicios digitales que hoy vemos como habituales y de uso común. Entre ellos, el de los casinos en línea, que tuvieron que superar una serie de reticencias iniciales entre los consumidores, dado que no todo el mundo confió, desde el principio, en los portales que demandaban datos privados y dinero para poder jugar desde la red.

Pero varios factores han apuntalado la confianza de los usuarios. Entre ellos, la generalización de otros servicios online, la opinión de los que empezaron a utilizar estos portales y, por supuesto, una seguridad que provenía de la legislación nacional, en forma de leyes que adaptaban el marco jurídico tradicional a este nuevo formato de la actividad. Entre todas ellas, destaca la Ley 13/2011 de Regulación del Juego, todo un hito en este campo.    

La regulación de las actividades de los casinos online en España ha sido fundamental para garantizar un entorno seguro y justo a los aficionados al juego. Además, una regulación bien estructurada impulsa la economía, aumenta la confianza de los jugadores y fomenta la competencia leal. Plataformas como la pagina oddschecker ofrecen ventajas como bonos sin depósito y otros beneficios para una buena experiencia en los casinos en línea españoles, puesto que esta experiencia resulta de vital importancia para que los usuarios mantengan su confianza en este tipo de servicios.    

Impulsar la economía y aumentar los ingresos del Estado

Este es uno de los puntos más relevantes y una de las principales motivaciones del estado para impulsar, mantener y actualizar la normativa relativa a los casinos en línea. La autorización y el registro de estos portales, función que realiza la DGOJ (Dirección General de Ordenación del Juego), le permite llevar un control de su actividad y, junto con la Agencia tributaria, del pago de los correspondientes impuestos.

No estamos hablando de unas cifras cualquiera; este sector tiene un gran volumen en nuestro país. Por otra parte, también representa una buena oportunidad para crear nuevos puestos de trabajo, con el correspondiente impacto en la economía nacional. 

Promover la transparencia y la competencia leal

Ya que estamos hablando de juego, lo lógico es que todas las empresas que están dentro de este mercado puedan jugar en igualdad de condiciones. Representaría una ventaja injusta que algunas plataformas pudiesen saltarse determinadas normas o reducir su contribución a las arcas públicas; de la misma forma que, también, las especificaciones sobre publicidad deben ser aplicables al conjunto de estos portales digitales. 

La transparencia ha resultado (y resulta) de gran importancia para que los consumidores continúen confiando en la modalidad online del casino. Entre las diferentes obligaciones que marca la ley, a este respecto, está la de que los juegos sean justos y se garantice la aleatoriedad de los resultados, mediante sistemas auditados.    

Fortalecer la confianza en el sector del juego online

Las obligaciones a las que están sometidas estas plataformas tienen como objetivo una mejor experiencia del consumidor y evitar, en la medida de lo posible, sorpresas desagradables. Pero, también, promover el Juego Responsable. Para ello, existe una serie de herramientas, como las campañas y los recordatorios en los diferentes portales, registros, los límites voluntarios o la autoexclusión. 

Como es lógico, la legislación actual tiene diversos retos por delante. Uno de los más importantes es la adaptación continuada del marco legal al presente y al futuro a corto plazo. Las nuevas tecnologías aportarán novedosas formas de jugar en línea, y la administración deberá mostrar agilidad y flexibilidad para actualizar la normativa.