El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Participación Ciudadana, con competencias en cooperación internacional, ha concedido 23.000 euros a la asociación Worldproject Canarias, para el desarrollo del proyecto de instalación de paneles de captación de energía solar en la isla de Zinga, en Uganda, a través de un convenio de colaboración entre ambas entidades.

Worldproject Canarias y su socio local, Islan Mission Uganda, llevan a cabo en la isla de Zinga desde 2014, a través del proyecto de desarrollo comunitario local, una labor que aborda, como prioridad y en interacción con la comunidad local, la cobertura de infraestructuras básicas en educación y salud, ha hecho realidad una clínica, una escuela, dormitorios que hacen funciones de residencia escolar y un pequeño laboratorio.

Con el objetivo de lograr la mayor autosuficiencia posible, la asociación acometió una instalación básica de captación de energía solar, pero con insuficiencia para dar cobertura a la totalidad de las instalaciones de ese complejo, que se conoce como Mount Eagle. Por ello, se ha visto la necesidad de ampliar la capacidad de generación eléctrica, aprovechando una radiación solar muy potente en esta zona tropical, con el fin de conseguir la sostenibilidad energética en Mount Eagle mediante la energía solar, así como consolidar un plan energético que se convierta en una referencia en el archipiélago de Bussi para otras comunidades y poder, de este modo, exportarlo para cubrir las necesidades del resto de islas que pueblan el Lago Victoria, y formar, educar y promover la enseñanza de la necesidad y la efectividad de las energías renovables en las comunidades locales y en el alumnado de la zona, entre otras.

Desde el Cabildo de Fuerteventura se promueve la acción humanitaria “dirigida al aumento de las capacidades humanas, sociales y económicas de las poblaciones más vulnerables de países en vía de desarrollo”, aducen desde la institución insular.

La isla de Zinga es un pequeño territorio, apenas conocido, en las proximidades del Lago Victoria, en Uganda, en el que una población que no supera los 25.000 habitantes sobrevive con la actividad pesquera. Se estima que el 33% de esa población padece el VIH, los abusos sexuales a mujeres y niños resultan habituales y es significativo el número de menores huérfanos. Todo ello, con ausencia de unos mínimos sistemas públicos de salud y educación.