EDUCACIÓN

El Ayuntamiento garantiza las obras de urbanización para construir el nuevo IES de La Lajita

Miguel Graffigna recuerda que el proyecto del IES de La Lajita tiene consignación presupuestaria por parte del Gobierno de Canarias desde hace varias anualidades

Diario de Fuerteventura 3 COMENTARIOS 24/06/2019 - 09:05

El alcalde de Pájara, Miguel Ángel Graffigna, remitió la semana pasada a la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias la comunicación oficial del Ayuntamiento por la que se compromete a adoptar las medidas necesarias para garantizar las obras de urbanización y servicios básicos necesarias para la ejecución del proyecto del nuevo IES La Lajita.

De esta manera, ya podrá encargarse la redacción del proyecto técnico necesario para los trabajos de construcción, que cuenta con financiación prevista en el Gobierno de Canarias. En nuevo centro educativo está previsto para impartir Educación Secundaria y Bachillerato, y contará con los servicios y unidades necesarias para un total de 20 grupos de alumnado en total.

El alcalde de Pájara indicó que "en apenas unas horas de trabajo coordinado entre distintos servicios municipales, y siempre atendiendo a los requisitos que planteaba el Gobierno de Canarias, se consiguió desbloquear esta situación y dar respuesta administrativa a una necesidad básica para que el proyecto pueda seguir avanzando".

Miguel Graffigna recordó que el proyecto del IES de La Lajita viene teniendo consignación presupuestaria por parte del Gobierno de Canarias desde hace varias anualidades, “pero hasta ahora no se había podido materializar porque el suelo que el Ayuntamiento de Pájara indicaba para su construcción tenía una serie de trabajas administrativas y hasta judiciales”.

"Con coordinación y actitud colaborativa por parte de todos los afectados se ha conseguido dar respuesta a un problema que llevaba años de retraso, y mientas tanto el alumnado de la zona teniendo que desplazarse hasta Gran Tarajal o Morro Jable para asistir a clases de Secundaria", recordó.

Por lo tanto, "una vez cumplimentados todos los trámites por parte del Ayuntamiento, y sabiendo que existe consignación presupuestaria en el Gobierno de Canarias, estaremos atentos para que el proyecto se pueda contratar próximamente por parte de la Consejería de Educación", concluyó el alcalde de Pájara.

Comentarios

Pues es una buena ocasión para recordar a la entrañable y respetada Pinito, (o "Pino la gorda"), fallecida hace pocos años en su isla natal, Gran Canaria. En ese tiempo, hace en torno a sesenta y cinco años, era la primera "maestra" del entonces minúsculo y pobrísimo villorrio pesquero de La Lajita, que, además, contaba con pocos años de vida, formado por colonos conejeros, Tiscamanita, Giniginamar...Pinito llegó a Fuerteventura junto con su familia, para dedicarse al cultivo de tomateros, como medianeros. Pero además de tomateros, también sabía de leer y escribir, aunque fuera lo mínimo, pero lo suficiente para intentar redimir al menos a los niños, hijos de una población casi totalmente analfabeta. La "escuela" era un edificio grande, situado sobre la especie de tablada frente y sobre el mar: desde el "aula" se podía ver el trajín de los barquillos de pesca, con sus velas...Y hasta las parejillas de costeros que en ocasiones anclaban en la bahía, para llegares hasta la tiendita-bar del pueblo- del anciano Juanito Alonso: aún existe su casa-negocio - , a comprar víveres y tomarse algún trago de ron... También recalaban en la playa, barquillos de Lanzarote, a vender batatas, sandías y otras cosas que traían de su isla. Pasaba también, pero a lo lejos,por el horizonte, el "Rápido", barco de cabotaje uno de cuyos tripulantes era novio de la maestra, que, a modo de saludo, nos sacaba a su chiquillería y la situaba a forma de escuadrón, sobre el morrete, a agitar cualquier pieza de ropa, como las camisas... los saludos de amor de nuestra maestra a su marinero... no existían los móviles... El aula, unos tablones largos sobre burras, que tenían unos huecos para alojar tinteros en los que mojábamos plumillas... con las que unas veces escribíamos, o lo intentábamos, y otras lo pintábamos todo... O todo simultáneamente. El material para hacerlo, papel... estraza o algo parecido. Y sobre todo, pequeñitas pizarras, del tamaño de libretas...¿Libros? Sé que alguno había, porque una compañera algo mayor que yo, y bastante más aplicada, me leía cosas que me gustaban mucho, aunque ya no recuerdo qué eran... ¡Gracias, Luisa!
En el centro de la foto y junto al mar, "El Tabloncillo", morrete plano y alargado, sobre el que se levanta el que popularmente se llamaba "chalet de la suiza": porque la señora que lo mandó construir- en los sesenta y pico -, doña Hilda Bermer, era helvética. (¡Gracias, Doña Hilda, por su empeño generoso en enseñarme su amada lengua francesa!) . Más allá, la Playa de La Fuente, o del Pozo. Porque según parece, existió una fuente cerca de la orilla, aunque no llegué a verla. Lo que sí pude ver, fue el pozo, del que se servía la gente de La Lajita: la mujeres acudían muy temprano, con baldes y tallas, para hacerse con el poco líquido que manaba en el fondo del hoyo, forrado con piedras enormes, de dos metros aproximadamente de profundidad. Además de para el consumo humano, también servía para dar de beber a ganados. En una orilla del barranco, muy cerca del pozo, sobresalían unos lajones largos, como a un metro de altura: las vecinas los usaban como piedras sobre las que lavar y estregar sus piezas, con agua que traían del pozo... La primera corporación democrática de Pájara, limpió y aseó la zona, entullendo el pozo y haciendo desaparecer todo su entorno. Guardo la imagen de las mujeres con sus tallas a la cabeza, y algún balde en las manos, andando por sobre el Tabloncillo - aún no existía el chalet ni había sido "recortado" por su parte "de tierra" - , viniendo del pozo hacia La Lajita, amaneciendo, con el sol naciendo desde el mar, dándoles de frente.
REVOLUCIÓN ESTUDIANTIL DE LA LAJITA. (Años 54 o 55) Pinito, "maestra" muy formal pero informal, que impartía clases con regla (palmeta), pero no regladas, probablemente por eso quiso e intentó dar un aspecto más "nacional" y oficial a su tarea y a su escuela, al menos de fachada, por lo que en la fachada de entrada a la misma y a modo de asta de bandera, puso y usaba un palo de la vela de algún barquillo, que le debió de dar algún pescador o que ella encontró tirado, para izar y mantener una bandera que ella misma fabricó: ¡ en unos tiempos en que el metro de tela costaba una fortuna ! Por eso la enseña nacional que Pinito usaba, era muy pequeña y vieja, con la apariencia segura de que sus partes, antes que de enseña, habían servido de tapar: de sacalejo, delantal, camisa o alguna otra prenda o joya. Siempre, antes de entrar en clase, la profesora nos formaba en la calle, frentea al mástil-palo de vela, y nos hacía cantar el cara al sol, a mano alzada, mientras ella tiraba de la tanza con que hacía subir la enseña nacional amarrada a la misma. Toda esta "oficialidad" hipnótica e "himnotica" franquista, en plena dictadura, no le valió para impedir que, un día, estallara una "revolución" estudiantil armada ( De piedras), dirigida por muchachones que venían a aprender a leer y escribir, decían... Al principio se le rebellaron con palabras, y ella, también con palabras, y algunos gritos, quiso meterlos a camino. ¡ A ver qué profesor no lo conseguía así en la época, en colegios o universidades, en Madrid o Barcelona! Pero, en cambio, los estudiantes de La Lajita, haciendo honor al mote de los de su pueblo, "los birones", se viraron y contraatacaron, con piedras. Momento en que Pinito, que ya desde el comienzo del alzamiento había mandado llamar a su "fuerza armada" represiva: su padre, armado con su muleta ("Chanito el cojo", le llamaban en el pueblo), mandó a la misma/el mismo, que actuara contra los sublevados. En las primeras escaramuzas, Pinito y su padre perdieron la partida, y hubieron de abandonar la escuela, dejándola en manos de sus enemigos, y salir corriendo cuesta abajo, hacia la playa, donde fueron socorridos por algunos pescadores, que mediaron entre las partes . ¡¡TODAVÍA LO RECUERDO BIEN, aunque era aún un pejín y neutral en esa contienda !! Seguramente, en ningún lugar de la España de esos años hubo otra revolución y sublevación armada y TRIUNFANTE. ada a la misma, a modo de asta de bandera, puso, y usaba, un timón viejo que le debió de dar algún pescador, o que ella encontró tirado, para izar y mantener una bandera que ella misma fabricó: ¡ en unos tiempos en que el metro de tela costaba una fortuna! Por eso la enseña nacional que Pinito usaba, era muy pequeña y vieja, con la apariencia segura de que sus partes, antes que de enseña, habían servido para tapar: sacalejos, delantal, camisa o alguna otra cosa. Siempre, antes de entrar en clase, la profesora nos formaba en la calle, frentea al mástil-palo la vela, y nos hacía cantar el cara al sol, a mano alzada, mientras ella tiraba de la tanza con que hacía subir la enseña nacional amarrada a la misma. Toda esta "oficialidad" hipnótica e "himnotica" franquista, en plena dictadura, no le valió para impedir que, un día, estallara una "revolución" estudiantil armada ( De piedras), dirigida por muchachones que venían a aprendera a leer y escribir. (Decían) Al principio se le rebellaron con palabras, y ella, también con palabras, y algunos gritos, quiso meterlos a camino. ¡ A ver qué profesor no lo conseguía así en la época, en colegios o universidades, en Madrid o Barcelona! Pero, en cambio, los estudiantes de La Lajita, haciendo honor al mote de los de su pueblo, " los birones", se viraron y contraatacaron, con piedras. Momento en que Pinito, que ya desde el comienzo del alzamiento había mandado llamar a su "fuerza armada" represiva: su padre, armado con su muleta ("Chanito el cojo", le llamaban en el pueblo), mandó a la misma/el mismo, que actuara contra los sublevados. En las primeras escaramuzas, Pinito y su padre perdieron la partida, y hubieron de abandonar la escuela, dejándola en manos de sus enemigos, y derrotados, corridos y corriendo, corrieron cuesta abajo de la loma, hacia la playa, donde fueron socorridos por algunos pescadores . ¡¡TODAVÍA LO RECUERDO BIEN, aunque era aún un pejín y neutral en esa contienda !! Seguramente, en ningún lugar de la España de esos años hubo otra revolución y sublevación armada y TRIUNFANTE.

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