El director de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Clavijo, viajó hasta Fuerteventura para reunirse con los responsables de Patrimonio del Ayuntamiento de Puerto del Rosario y del Cabildo para abordar la situación de La Cornisa después de que 16 inmuebles se descolgasen del catálogo arquitectónico municipal. Minutos después del encuentro, Clavijo atiende a Diario de Fuerteventura con un mensaje claro: las viviendas de La Cornisa se salvarán de la piqueta. Y si su salvación pasa por su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de conjunto histórico, el Gobierno canario está dispuesto a su declaración.

-¿Qué valoración hace de la reunión?

-Ha sido una reunión extraordinariamente interesante al estar representadas las tres administraciones que tienen que ver con la defensa del patrimonio cultural. Hemos tratado La Cornisa, un tema complicado porque tiene una historia administrativa compleja. Queremos darle solución para que ese espacio patrimonial quede preservado para el futuro del municipio de Puerto del Rosario.

-¿Y cuál sería esa solución?

-Hemos debatido las dificultades de carácter técnico-jurídico y hay una serie de fórmulas que podemos plantear. Espero que durante las próximas semanas o meses queden protegidas. Ahora mismo, están fuera del catálogo porque hay que respetar una sentencia. Tanto Cabildo como Gobierno hemos visto que hay posibilidades de incorporarlas al catálogo a través de una serie de vías jurídico-administrativas. Esos 16 inmuebles se van a salvar. Tenemos la voluntad firme para que queden para el futuro respetando la legitimidad que tienen los propietarios actuales de esos inmuebles.

“La Cornisa reúne los requisitos para ser BIC como conjunto histórico”

-¿Y qué herramientas se podrían usar para salvarlas?

-La administración pública va a hacer todo lo que esté dentro del marco jurídico para salvarlas. El camino más fácil es incorporarlas dentro del catálogo municipal, que es el instrumento que tienen los municipios para proteger sus bienes patrimoniales. También está la figura del catálogo insular. Los siete cabildos están teniendo dificultades para sacarlos adelante por diversos motivos que queremos solucionar cuando modifiquemos la actual Ley de Patrimonio. Se modificará, a petición de los cabildos, para que los catálogos insulares puedan ser más operativos. Estos 16 inmuebles no van a quedar desprotegidos. Hemos dado los pasos con el resto de las administraciones para que sea así.

-Si fracasara la idea de incorporarlas al catálogo, ¿se plantea el Gobierno de Canarias su declaración como Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico?

-Si hay demasiadas dificultades para incorporarlas al catálogo municipal, el Gobierno se ha comprometido con municipio y Cabildo a convertir ese espacio en Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico.

-Entonces La Cornisa reúne las condiciones para su declaración como BIC en la categoría de conjunto histórico...

-En mi opinión y en la de los funcionarios reúne los requisitos indispensables para ser Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico.

-En 2018 el historiador Carmelo Torres propuso su declaración como BIC, pero la propuesta quedó en un cajón...

-Efectivamente. Se planteó, pero quedó ahí. En 2025 sí podemos decir que el Gobierno no tiene ningún problema en declarar BIC ese conjunto histórico a petición del Cabildo, que sería quien haría la solicitud al Gobierno. Así es el trámite habitual en estos procedimientos.

-En las últimas semanas, ha habido, al menos, cuatro solicitudes de derribo. ¿Intervendría el Gobierno de Canarias con suspensiones cautelares en el caso de que se concedieran los derribos?

-El Gobierno de Canarias va a tomar todas las iniciativas que le permita el marco legal para que esos inmuebles no sean derribados. Y no van a ser derribados. 

-La clave de la discusión sobre el catálogo de Patrimonio radica en la capacidad o no de este instrumento de proteger un inmueble, lo que implicaría que el propietario no puede desarrollar toda la edificabilidad urbanística que tiene asignada la parcela en el Plan General. En términos coloquiales, ¿el catálogo le gana al Plan General? ¿Esa norma especial debe prevalecer sobre el planeamiento general o al revés?

-Este es un debate jurídico. Yo no tengo conocimientos jurídicos suficientes para decirlo. Hay un debate sobre ese tema y es bastante enconado sobre quién prevalece sobre quién. En cualquier caso, la opción que vemos más realizable es que acaben protegidas dentro del catálogo municipal. Esa es la opción primera.

“Sería triste que los propietarios, hijos de la Isla, sean los enemigos de su memoria”

-Usted es historiador de formación... ¿Qué supondría el derribo de La Cornisa para la historia de Puerto del Rosario y de la Isla?

-No todo el patrimonio tiene que ser de carácter monumental. Un patrimonio monumental cuenta la historia de una élite, pero la historia de Canarias no es solo la de las élites, sino también la de la gente corriente y sencilla que son las que, realmente, han construido la historia de Puerto de Cabras y de Fuerteventura. No se puede eliminar esos testimonios. Son los pocos que van quedando de lo que fue la comunidad humana que sobrevivió en una isla extraordinariamente compleja. La Cornisa tiene elementos patrimoniales que son el reflejo de esa población. Sería una injusticia tremenda eliminar esos testimonios para la propia historia de Puerto de Cabras, Puerto del Rosario y de la isla de Fuerteventura. Nosotros, como administración pública, vamos a hacer todo lo posible para que se preserven.

-Si tuviera que sentarse mañana con los propietarios interesados en derribarlas, ¿qué les diría?

-Me encantaría poderles explicar que la memoria de los territorios es indispensable para poder seguir adelante. La memoria de Fuerteventura descansa en su patrimonio natural y cultural. Este último solo se puede interpretar teniendo el testimonio, cuando paseas por la calle y ves edificios e inmuebles que representan el pasado de tu propia población. Si quieren tener un futuro digno y aceptable, se debe preservar la memoria, que se refleja en esos inmuebles. No hay otra posibilidad. Si no, te conviertes en un territorio sin alma. Los canarios, a fecha de hoy, estamos lo suficientemente preparados para defender nuestra propia memoria. Sería muy triste que los propietarios, hijos de Fuerteventura, sean los principales enemigos o adversarios de su propia memoria.