ENTREVISTA

“La capacidad para atender a pacientes críticos ha sido más que sobrada en todo momento”

José Luis Rodríguez Cubas, gerente del Hospital de Fuerteventura

El gerente del Hospital, durante la entrevista. Fotos: Carlos de Saá.
Eloy Vera 1 COMENTARIOS 19/04/2021 - 06:28

José Luis Rodríguez Cubas fue nombrado gerente del Hospital General de Fuerteventura en julio de 2019. Es su segunda vez al timón del hospital majorero, aunque esta vez le ha tocado lidiar con la mayor crisis sanitaria que se recuerda en la Isla: la COVID-19. Se muestra satisfecho con el ritmo de vacunación en la Isla que ya está centrado en la franja de 65 a 75 años y con la respuesta que se ha dado al virus, gracias a los planes de contingencia y a la coordinación con las distintas instituciones.

-Algo más de un año después del inicio de la pandemia, ¿cómo se ha comportado el virus en la Isla durante este tiempo?

-La situación epidemiológica que hemos vivido con respecto a la pandemia en el Área de Salud de Fuerteventura ha sido hasta estas últimas semanas envidiable. Los indicadores importantes que marcan el seguimiento, como el volumen de casos incidentes, la tasa de hospitalizaciones, los pacientes críticos, etcétera, han estado muy estables hasta estas últimas semanas en las que hemos visto que se ha producido un incremento de casos fuera de las previsiones que teníamos.

-¿Cuál es el perfil de las personas que se están contagiando en esta tercera ola?

-El perfil básico de las personas que se están contagiando no ha cambiado. Sigue siendo el mismo que al principio. Son personas de todos los grupos etarios, pero es verdad que observamos que hay una mayor capacidad de transmisión del virus ahora a nivel intrafamiliar y también una mayor facilidad para que los pacientes, sobre todo aquellos que están por encima de los 60 o 65 años, se puedan agravar y requerir ingreso, incluso, en la unidad de críticos. Esa es la particularidad más reciente que hemos visto y que, en principio, asociamos a dos cosas en particular. Primero, sabemos que las variante del virus que están circulando son tanto la clásica como la británica, que reúne la característica de una mayor transmisibilidad y, segundo, que, de alguna manera, el advenimiento de las vacunas y la fatiga pandémica han hecho que la ciudadanía esté viviendo un momento de relajación. La combinación de una cosa y la otra es lo que creemos que, de alguna manera, está favoreciendo que en estas últimas semanas hayamos tenido una situación epidemiológica un poco más complicada.

-¿Cuántas PCR se están haciendo al día en la Isla?

-Estamos en orden a unas 1.100 o 1.200 PCR semanales. No solemos hacer el recuento diario porque puede haber un día que se realice un cribado masivo sobre un segmento determinado de población. A eso hay que sumar los test de antigénicos rápidos que se hacen en los servicios de urgencia de Atención Primaria y que sirven para diagnosticar la infección. El volumen de pruebas general que se está haciendo es muy alto.

“En general, hay una tendencia positiva hacia la vacunación en la Isla”

-¿Los contagios siguen produciéndose en el ámbito familiar?

-La pandemia nos ha enseñado que aquellos lugares que nosotros pensábamos que eran zonas de máxima vulnerabilidad, como los hoteles, en su momento, o los centros escolares, son entornos de bajo riesgo. Sin embargo, es de puertas para dentro, en las viviendas, donde estamos encontrando la mayoría de los problemas. Allí donde las personas pueden dar rienda suelta a su exceso de confianza. En los eventos grupales o intragrupales, que implican a muchos miembros de la familia o distintos grupos de convivencia, es donde estamos detectando la mayor vulnerabilidad frente al virus, en estos momentos.

-¿Cuál ha sido la capacidad de reacción frente al virus en Fuerteventura?

-Creo que en Fuerteventura hemos estado muy bien armados en todo momento. Incluso ahora, que hemos tenido el peor escenario que podíamos suponer que era tener una alta ocupación hospitalaria. Hemos tenido un plan de contingencia diseñado de tal manera que podíamos disponer de una serie de camas adicionales para atender a los pacientes críticos. Al final de ese plan de contingencia, como máximo, tuvimos que hacer uso de dos camas. Esto quiere decir que nuestra capacidad para atender a pacientes críticos ha estado más que sobrada en todo momento.

-Aclárenos, ¿cuántas camas hay en la UCI?

-La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Fuerteventura tiene, en estos momentos, ocho camas operativas. Sin embargo, nosotros tenemos disposición para atender a pacientes críticos fuera de las instalaciones de la UCI. Al menos tenemos cuatro camas más en la nueva planta de hospitalización y otros nueve puestos en la Unidad de Reanimación Anestésica. Incluso, si fuera necesario, se pueden emplear zonas de quirófano.

“La vacuna y la fatiga pandémica han hecho que se relaje la ciudadanía”

-El número máximo de personas ingresadas en la UCI ha sido de ocho a la vez. ¿Cómo se ha procedido con las otras personas que estaban en la UCI por otras patologías?

-Cuando ha sido necesario disponer de una cama de críticos, se ha dispuesto bien en la unidad de hospitalización nueva, donde hay cuatro camas de críticos reservadas y que también gestionan los compañeros de la UCI, o bien en la zona de Reanimación Postanéstesica, donde hemos tenido como máximo dos pacientes atendidos al mismo tiempo.

-Nos centramos en pedir camas para la UCI, pero ¿hay personal suficiente para trabajar en la unidad?

-Sí. La activación del plan de contingencia no solo supone disponer de camas para poder atender pacientes críticos, ya sea por COVID o no, sino que ha llevado parejo una contratación adicional de personal, tanto de enfermería como auxiliar, para dar respuesta a las necesidades de trabajo de esas camas de contingencia. El equipo de UCI ahora mismo incluye cinco profesionales médicos, que se turnan de forma periódica. Luego, cuentan con el apoyo de los médicos de medicina interna y de los anestesistas para atender a los pacientes que están emplazados en zonas que no son la UCI. Con el personal médico hemos tenido capacidad para dar respuesta. De todas maneras, tenemos una plena colaboración con los hospitales próximos de referencia, como el Insular, en Gran Canaria, o el de Lanzarote, con los que hemos participado de forma colaborativa para poder requerirlos si fuera necesario. Hasta el momento, no ha hecho falta. Se ha formado a personal que tiene el perfil adecuado y, por otro lado, se ha contratado a personal específico también para reforzar.

-¿Qué ritmo de vacunación ha habido en Fuerteventura?

-El ritmo de vacunación que podemos llevar es el que viene marcado por la disponibilidad de las vacunas. En Semana Santa, tuvimos en un día nuestro récord de vacunas después de superar las 1.200 dosis. Estamos terminando con algún fleco de gran dependiente, que no se había podido localizar, y ya estamos abordando los pacientes con edades entre los 65 y los 75 años.

“Estamos haciendo entre 1.100 y 1.200 pruebas PCR semanales”

-¿Cuándo podría llegar Fuerteventura al 70 por ciento del número de personas vacunadas, la cifra que los científicos consideran necesaria para alcanzar la inmunidad del rebaño?

-Es difícil aventurarse porque la logística vacunal es extremadamente compleja. Sería fácil decir que las previsiones que existen, si se mantiene la cobertura, es que a la vuelta del verano pudiera ser así. Si algo hemos aprendido de la pandemia es que la logística general asociada al tema COVID, y más en un territorio fragmentado como el nuestro, que necesita de pasos intermedios para tener el producto, es que no podemos asegurar esa toma de decisiones. Si todo fluyera de una forma adecuada, a la vuelta de verano podríamos tener una cobertura muy amplia con la disposición que tenemos, pero es difícil asegurarlo porque siempre está la disponibilidad vacunal por medio. [En Fuerteventura, ya 6.808 personas han recibido las dos dosis, lo que supone el 6,8 por ciento de la población diana y hasta este viernes pasado se han administrado 24.990 dosis].

-¿Cómo valora la capacidad de reacción que han tenido Cabildo y ayuntamientos frente a la COVID?

-Hemos tenido una línea de colaboración muy marcada desde principios de la pandemia. Todos se han esforzado en dar respuesta a las distintas necesidades que han surgido. Particularmente, quiero agradecer a las corporaciones el esfuerzo que han hecho para poder buscar, cuando los necesitábamos, alojamientos alternativos para personas que, de un día para otro, eran positivos y no tenían una vivienda donde pasar el aislamiento en Fuerteventura porque estaban de vacaciones o no tenían recursos habituales. Las administraciones se han esforzado en buscar un sitio donde poder alojarlos durante el aislamiento. Ahora se han esforzado en ofrecer instalaciones de cara a la vacunación masiva.

-¿Qué efectos colaterales ha traído la pandemia a la sanidad majorera? ¿Ha habido retrasos en las pruebas diagnósticas o cancelación de operaciones?

-No. Incluso en los peores momentos, aquellos en los que hemos tenido que retroceder un poco la actividad asistencial, particularmente en el hospital, para poder hacer uso de alguna cama de contingencia en la unidad de reanimación de quirófano, siempre ha estado garantizada la cirugía urgente, la preferente, la ordinaria que no se podía demorar y la de los pacientes oncológicos. Nunca han sufrido ninguna demora asociada a los planes de contingencia. En pruebas diagnósticas, tampoco ha habido un cese de actividad.

“Muchos profesionales han manifestado su deseo de venir a Fuerteventura”

-Al margen de la pandemia, a los majoreros les sigue preocupando el búnker de radioterapia. ¿Cuándo estará funcionando?

-En abril se culmina la entrega de la obra. El equipamiento del búnker se ha sacado a licitación por parte de los servicios centrales. Eso conlleva los plazos que establece la ley de contratos en el sector público. En la mejor de nuestras previsiones esperamos que a finales de año pueda estar licitado y adjudicado el equipamiento. Al mismo tiempo, vamos trabajando en la gestión de los recursos humanos.

-Entonces, ¿podría estar funcionando a principios de 2022?

-Esa es nuestra previsión, que 2022 sea el año de entrada en funcionamiento del servicio de oncología radioterápica.

-¿Se contratarán profesionales para el bunker o se trasladarán de los hospitales de referencia determinados días a la semana?

-El modelo necesariamente tiene que ser mixto. De tal manera que para aquellos cánceres que sean los más frecuentes podamos tener casuística suficiente para que puedan ser tratados en su integridad. En los menos frecuentes, tendremos que tirar de nuestro hospital de referencia. En principio, será un modelo satélite en el que coexistirá nuestro personal con el del hospital de referencia, para garantizar que la atención que se brinde a los pacientes oncológicos que precisen radioterapia sea la óptima.

-¿Existe partida presupuestaria para la unidad de hemodinámica?

-La unidad de hemodinámica tiene contemplada su presupuestación y se está trabajando en la licitación para que sea lo más temprana posible. Espero que la licitación se pueda concretar a lo largo de este ejercicio 2021 y que 2022 sea el año de la disposición final de todo lo que es el servicio de hemodinámica.

-En el último año y medio, ha aumentado la cartera de especialistas en el Hospital de Fuerteventura, pero ¿cuáles siguen siendo las áreas que tienen más falta de profesionales?

-La pandemia ha dado pie a un efecto paradójico. Muchos profesionales nos han manifestado su deseo de venirse a trabajar a Fuerteventura y están contratados y trabajando de forma estable. Había servicios con una dificultad enorme para conseguir especialistas. Ahora han venido muchos médicos de familia y también especialistas. Servicios como neurología, donde había enormes problemas, o rehabilitación y cardiología se han reforzado muchísimo gracias a estos profesionales que han ido manifestando su deseo de venir. Si hacemos un recuento de cómo están los servicios, podemos decir que deficitarios, con algunas contrataciones que tenemos previsto ejecutar antes de que empiece el periodo de verano.

-¿Y cuáles son esas contrataciones pendientes?

-Con la entrega de la nueva obra y la puesta en marcha de la unidad de media estancia para pacientes psiquiátricos, tenemos que reforzar profesionales de esa área, tanto de psiquiatría como de psicología. Estamos trabajando para poder concretarlas para que se pueda operativizar la apertura de la unidad. Asimismo, hemos ido contratando cardiólogos pensando en la futura unidad de hemodinámica y también en rehabilitación.

-Según datos de diciembre de 2020, las listas de espera mayores eran en psiquiatría, rehabilitación y dermatología ¿Cómo se va a trabajar para reducir las listas?

-Hay servicios donde hay dificultad para poder concretar nuevas contrataciones. Por ejemplo, la de dermatología porque no hay especialistas en demanda de empleo. Normalmente, cuando observamos listas de espera, ejecutamos planes especiales de listas, que permiten a los profesionales, fuera de su horario de trabajo, turnos extra para poder asumirlo.

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Y la capacidad para atender a pacientes con otras enfermedades que llevan meses y años en lista de espera, también está más que sobrada?

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