Desde su creación, las tragaperras no han dejado de evolucionar sin renunciar a su sonido, que se ha convertido en toda una seña de identidad. Cada clic que suena, cada giro, cada recompensa y cada fanfarria han sido creados de forma artesanal con un fuerte componente psicológico y creativo para conseguir imprimir y reforzar sensaciones en los jugadores. De hecho, da igual que cambien las temáticas o la tecnología, el patrón con el que se construyen los sonidos de las slots es siempre el mismo.

Es precisamente eso lo que hace que cualquier persona, juegue o no a tragaperras, sepa identificar una antes de verla siquiera. Todo su aspecto sonoro ha sido creado para ser memorable, y es algo que se puede comprobar visitando cualquier casino de internet. ¿Y cómo lo hacen? Vamos a profundizar en ello.

Cómo el sonido hace de cada tirada de slot una pequeña historia

Curiosamente, el proceso de creación del sonido de las slots se parece bastante a cómo se desarrolla un videojuego o a cómo se compone para una película. Hay equipos formados por compositores, diseñadores de audio y técnicos de sonido que colaboran para definir el paisaje sonoro que acompañe al jugador en la partida. Debe ser algo que acompañe a la acción y la refuerce, pero sin resultar intrusivo.

Según numerosos estudios, los sonidos breves y ascendentes suelen asociarse con sensaciones positivas, mientras que los descendentes se perciben como algo menos energético. Este único concepto ya es clave para las slots, ya que en las partidas cada pequeño estímulo auiditivo está pensado para reforzar el dinamismo del juego y transmitir una constante sensación de avance en el jugador.

Luego está la música, que trabaja en diferentes capas. Hasta el más simple de los efectos que suenan al hacer un giro está compuesto por diferentes capas de sonidos superpuestas que suelen tener una base suave, un sonido de alta frecuencia, un refuerzo y un cierre rítmico breve. Estos cuatro elementos enriquecen el sonido y refuerzan la emoción mientras el rodillo gira, y sin que te des cuenta de lo que está pasando en tus oídos.

Todo esto, por otra parte, va ligado al ritmo. Para no perder la dinámica de la partida, las melodías son brillantes, rápidas y ligeras con bucles muy pulidos que están perfectamente encajados para que no se note ningún corte. ¿Su objetivo? No es acelerar al jugador, sino más bien acompañar y centrar su atención dándole sensaciones agradables y manteniendo un flujo constante ya que, si la música fuera demasiado intensa, cansaría al jugador y, si fuera floja, pasaría desapercibida.

Estos mecanismos sonoros se reúnen en todas las tragaperras que puedas encontrar, sobre todo en las mejores; pero en realidad se trasladan a todo tipo de entretenimiento digital. De hecho, si juegas a cualquiera de los mejores juegos online del momento, podrás percibir que, en el fondo, también usan estas estrategias para sus sonidos.