En el sistema eléctrico que conforman Fuerteventura y Lanzarote, según los datos de cierre del año pasado de Red Eléctrica Española (REE), el 83,5 por ciento de la energía procede de generación convencional y el 16,5 de renovable, tanto eólica como fotovoltaica, aunque en algunos momentos puntuales ese porcentaje de renovables puede ser bastante más alto. Fuerteventura y Lanzarote representan, respectivamente el nueve y el 8,8 por ciento de la demanda de Canarias. Tenerife, con más del 40 y Gran Canaria, con el 37,6 por ciento, están a la cabeza.

En Canarias, cada Isla es un sistema eléctrico diferente, aunque pronto Tenerife y La Gomera estarán conectadas y formarán uno solo al igual que Fuerteventura y Lanzarote, que son la excepción del Archipiélago. Con la entrada de las energías renovables, dependiendo de la generación de cada Isla en cada momento puntual, la energía se traslada en un sentido o en el inverso. Para hacer ese traslado, las Islas están conectadas por un solo circuito, pero falta poco para que estén conectadas por un doble circuito completo.

Red Eléctrica es una filial de Redeia y es la responsable de la operación y el transporte de electricidad en España. Para cerrar esa conexión, ya ha culminado la puesta en servicio del nuevo eje de doble circuito de 132 kilovoltios (kv) en Fuerteventura y avanza en el eje de doble circuito de 132 kv en Lanzarote “con el fin de consolidar el sistema eléctrico de Lanzarote-Fuerteventura para que sea mucho más robusto y estable y, por tanto, más capaz de integrar fuentes de producción de alta variabilidad como son las renovables”, señalan fuentes de la empresa. “Además, con el nuevo tramo y la terminación del eje de doble circuito”, se posibilitará “una reducción de las emisiones de CO2 en ambas Islas”, aseguran a Diario de Fuerteventura.

La compañía concluyó el eje de doble circuito del norte al sur de Fuerteventura con la puesta en servicio de la línea entre Puerto del Rosario y Gran Tarajal, el pasado mes de diciembre. Con esta obra ya finalizó la construcción del eje insular. Para culminar el refuerzo del sistema eléctrico aún falta finalizar el tramo aéreo y subterráneo entre las subestaciones de Mácher y Playa Blanca, que requiere de un tramo soterrado en la zona de Femés. “Este tramo es necesario para garantizar el suministro eléctrico en la zona sur de Lanzarote”, según REE, que añade que “mejora la eficiencia económica del sistema eléctrico en su conjunto”.

Dos centrales de emergencia irán instaladas en la Isla, una de Disa y otra de Sampol

La inversión para la construcción de este eje es de 140 millones de euros y las obras alcanzan desde la nueva subestación de La Oliva, en el norte, hasta la subestación de Matas Blancas, en el sur. El eje tiene cinco nuevas subestaciones de 132 y 66 kv: La Oliva, Puerto del Rosario, Jares, Gran Tarajal y Matas Blancas. Según señala REE, las cinco nuevas subestaciones se han construido “con tecnología innovadora de tipo GIS (Gas Insulated Switchgear o aisladas por gas) que permite integrarlas en el interior de un edificio. De esta manera, se reduce el espacio necesario y el impacto visual”.

Dentro de la planificación también se destaca para Fuerteventura la construcción de elementos nuevos, como el compensador síncrono (un dispositivo de regulación) cuya finalización está prevista para final de año, y que incrementa la potencia de cortocircuito y la inercia del sistema y, como función secundaria, proporciona un control continuo de la tensión en la zona en la que se encuentra instalado. Red Eléctrica también ha invertido 38 millones de euros en mantenimiento y en la mejora de los activos de la red “para adecuarlos a los estándares del conjunto de la red de transporte peninsular”.

Central

El Gobierno de Canarias denegó la autorización administrativa que había solicitado Unelco-Endesa para el “cierre y desmantelamiento” de ocho grupos diésel que han superado ya su vida útil en las centrales eléctricas de Fuerteventura y Lanzarote. El operador del sistema, REE, se opuso al cierre porque afectaría a 44 megavatios, alegando que “la potencia disponible operativa resultante del sistema eléctrico Lanzarote-Fuerteventura sería de aproximadamente 308 megavatios” y que esos motores son necesarios para garantizar la cobertura en situación normal de explotación y cuando se efectúan tareas de mantenimiento “de otras unidades de generación” eléctrica.

Red Eléctrica señalaba en aquel momento que “el sistema eléctrico Lanzarote-Fuerteventura cuenta con una debilidad estructural de red que implica que dicho sistema deba disponer de recursos de generación suficientes en sus centrales térmicas, Punta Grande en Lanzarote y Las Salinas en Fuerteventura” para “garantizar la cobertura de la demanda”.

Después del apagón total de hace dos años en La Gomera, el Gobierno decidió crear varias centrales de emergencia ante posibles apagones. Dos de ellas irán instaladas en Puerto del Rosario: una que hará Disa y se llamará Mezque y otra que construirá Sampol y se denominará La Herradura. Tendrán una potencia adicional de 33 megavatios a través de motores de propano y de grupos electrógenos de gasóleo.

Los sistemas insulares son más vulnerables que los interconectados

Fuerteventura ha avanzado en la instalación de renovables y tiene ya una potencia instalada de más de 103 megavatios, frente a Lanzarote que solo tiene 52. Mientras que, por una parte, se habla del avance en la penetración de renovables, por otra se sigue planeando la instalación de centrales con combustibles fósiles. En Fuerteventura, el traslado de la central de El Charco solicitado por el Cabildo desde hace años, no termina de materializarse. El Cabildo pide al Gobierno el desmantelamiento “inmediato” de la central alegando que el planeamiento permite el traslado desde 2017 a la zona de Zurita, alejada de núcleos urbanos y catalogada en el Plan General como Suelo Rústico de Protección de Infraestructuras y Equipamientos.

Eso no se ha producido y, mientras tanto, el Gobierno central ha puesto en marcha un nuevo concurso para renovar el parque de generación eléctrica convencional en Canarias, lo que supondrá aumentar en un 50 por ciento la potencia eléctrica térmica en funcionamiento en Canarias. De los 2.500 megavatios instalados de centrales térmicas (del total de 3.320), casi 1.000 megavatios pertenecen a centrales obsoletas. Se quieren instalar hasta 971 megavatios antes del año 2028, con 215 megavatios de potencia adicional en las islas orientales “mediante la renovación de los grupos existentes y la incursión de grupos nuevos”.

El consejero del Gobierno de Canarias,  Mariano H. Zapata, aseguró que los nuevos grupos, de un máximo de 15 megavatios, serían “más pequeños y flexibles que los actuales, permitiendo una mayor integración de las energías renovables en el sistema”. El Gobierno aseguró que “una vez que en 2028 entren en vigor los grupos de concurrencia y estén instalados, los de emergencia se deberán desmantelar paulatinamente”. En ese concurso se señalan ubicaciones adecuadas y otras que son no prioritarias. Las adecuadas en Fuerteventura son Pájara, Tuineje y Antigua, y en Lanzarote son Haría y Teguise. Las no prioritarias son el resto de las islas.

El Colegio de Ingenieros Industriales de Canarias ha manifestado sus dudas sobre el calendario previsto, además de señalar que ese nuevo concurso elimina en la práctica el Plan de Transición Energética de Canarias (Ptecan) que había diseñado el anterior Gobierno de Canarias y que pretendía descarbonizar el Archipiélago, sustituyendo los grupos térmicos obsoletos por hidrógeno.