Aceysele Chacón

Cuéntame otro cuento

Algo tan evidente como la tierra puede pasar desapercibido ante nuestros ojos, sin darnos cuenta de que es lo más importante de nuestras vidas. No solo porque es la base de nuestras pisadas, sino porque es el origen de todos nuestros alimentos. También es el escenario donde realizamos nuestras ilusiones, y entre tanto sueño y pesadilla, la mente se entretiene, mientras el suelo puede ir transformándose para siempre. Y nosotros persiguiendo mariposas.

Los majoreros sabemos lo dura que es una tierra sin agua. Tanto que llegamos a despreciarla, por desesperación, como quien se enfada con Dios por haberle enviado una enfermedad. Por eso, es fácil ensimismarse en una fantasía que da pan para hoy y hambre para mañana.

En determinado momento de la historia, el turismo llegó y cambió el rumbo. Sin tiempo suficiente para adaptarnos o para pensar cuál sería la mejor manera de implantar esta nueva actividad económica que nos "sacaría de pobres" hemos abierto las puertas a todo: inversión extranjera, ocupación de espacios naturales, especulación, obras inacabadas, falta de vivienda para la mano de obra, escasez de infraestructura de los servicios básicos, etc. ¡Bum! En toda la cara.

Y una vez abierta la puerta a la calaña que ni siente ni padece por esta tierra, ni por ninguna, el turismo se hace poco. Han aprendido que aquí estamos de rebajas y que, si no es para un hotelito, porque la economía mundial puede dar un viraje repentino ―y quien dice hotelito dice complejo de apartamentos o bloques de viviendas transformadas en vacacionales―, podemos usar la isla para instalar campos de fotovoltaica o molinos eólicos, que el rendimiento económico que se le saca al terreno también es suculento.

O... ¡qué diantres! ¡Directamente hagamos minería! Todo por las nuevas tecnologías. Total, las múltiples protecciones que pueda tener el territorio son papel mojado si el gran todopoderoso monstruo europeo ordena y pide a domicilio lo que quiere comer. ¡Por el interés general de unos pocos! ¡Chinchín! ¿Los demás? Ni pinchamos ni cortamos.

Eso que llaman "nuevo" es lo viejo de toda la vida, lo de siempre: la avaricia humana. No hay manera de vivir en valores que no sean bursátiles. Existe una gran parte de los humanos que es incapaz de sentir, y se basan en números: mejor es mayor, peor es menor. Yo lo llamo psicopatía financiera o simplemente capitalismo. Ahora todo tiene un precio y se ha organizado nuestra sociedad para que el monstruo siga comiendo y nosotros alimentándolo. 

Lo que pasa es que en mi cabeza esto choca frontalmente con todas aquellas películas que vi de pequeña. Hay una en concreto que se llama FernGully que me marcó para siempre. Es de 1992 y cuenta la historia de un hada, un humano que corta troncos, un murciélago loco y el espíritu de todo lo tóxico. La traigo al recuerdo para recomendarla y sugerir que la vean con niños. Pero me planteo: ¿Son cosas mías o antes había más películas de dibujos que fomentaban valores de respeto a la naturaleza? ¿Qué pasa? ¿Es que el monstruo quiere que nos quedemos en casa, olvidemos lo bonito que cantan los pájaros, que no soñemos con encontrar hadas detrás de cualquier árbol, que no caminemos por montañas o amemos nuestra tierra? ¡¿Qué pasa?! ¿Es que mostrar arraigo o querer defender el territorio es ahora fascismo? ¿Estamos locos o qué? ¿Quién quiere poseer la tierra? ¿Para qué?

Poniéndonos a contar cuentos, ahí va un microrrelato: "Érase una vez una piedra preciosa que surgía directamente del mar. Era tan codiciada que incluso debajo del agua contenía misterios y tesoros que los piratas querían usurpar. Su nombre era Fuerteventura y en el pasado era una bella durmiente, que no despertaron con besos sino a base de palos. Los nativos estaban aburridos y marginados y cuando vieron llegar a los piratas desde lejos gritaban: ¡Qué bien!, ¡qué bien que vienen los piratas!, ¡yuju! Cuando los dejaron desembarcar y les pusieron collares de flores ―de aulaga, que era lo que había―, los piratas comenzaron a clavar torretas, a cavar hoyos, a ocuparlo todo sin tino. Los nativos empezaron a pensar ¿y ahora qué? Y volvieron a clamar lluvia al cielo, porque sin agua, la tierra no vale nada. Fin ―e inicio del ciclo―."

Volviendo ahora a la dura realidad: ¿de quién es la tierra? Viendo la propuesta de homogeneización de las renovables que el Cabildo de Fuerteventura ha puesto a información pública, pero con la boca chica, me planteo: ¿por qué ahí?, ¿por qué así?, ¿por qué tienen que ocuparse terrenos que podrían servir para otra cosa?, ¿por qué afear la bella durmiente?, ¿por qué no se tiende a pedir a los ciudadanos que pongan placas en las azoteas?, ¿quién se beneficia de instalar una red de energía renovable desde La Gomera hasta Lanzarote con cables submarinos y pilas que invaden barrancos enteros en islas intermedias, y exige la instalación de torretas de 50 metros de altura a lo largo de toda la nuestra?, ¿hasta dónde llegará esa energía "verde"? Que de verde, por cierto, no tiene nada, porque aquí sigue sin llover. ¿Por qué no tendemos a parar la rueda y vivir la vida con un poco más de calma y armonía? ¿quién elige seguir siendo hámster?

Si ahora tenemos dinero y conocimiento, solo nos faltaría voluntad para democratizar la energía y de paso permitir la calidad de vida: que los padres hablen con sus hijos, que se hagan excursiones los fines de semana mientras uno le cuenta al otro qué significa esa veta en el risco, que en el silencio se distinga un canto y se juegue a adivinar qué pájaro fue, que se cuente la historia del pueblo entre risas y llantos...
En cambio, estoy temiendo un futuro gris, con personitas bloqueadas ante pantallas fabricadas con tierras raras, trabajos de 24 horas porque se hacen desde casa, niños que prefieren no salir porque lo de fuera les es extraño, ajeno... Triste pero cierto.

Hemos normalizado que nuestros espacios sean de otros. No de todos: de otros. Por ejemplo, se nos pasa por alto que las viviendas vacacionales son alojamientos turísticos en zonas residenciales, que son zonas planificadas para que las infraestructuras y los recursos sean usados por los residentes. No me vale tampoco que hablen de municipios turísticos cuando toda la isla es turística sin que el pueblo lo haya decidido. Y no quiero frivolizar, pero el espacio ocupado por el Campo de Maniobras y Tiro de Pájara ocupa 42 kilómetros cuadrados de la superficie de Fuerteventura. Ahí se ha permitido investigación para prospección minera pero no arqueológica. ¿Por qué? ¡Es el interés general, mi general! ¡Es el mercado, amigos!

Casi me creo el cuento de que iban a demoler la trasera del cuartel en Puerto del Rosario para construir el palacio de justicia. Pero ¡NEIN! Ahí sigue íntegra la parcela del acuartelamiento del Regimiento de Infantería Soria 9, en medio de la capital majorera, ocupando 130 mil metros cuadrados. Y tampoco se ha trasladado al que está próximo al aeropuerto, el acuartelamiento "Teniente Coronel Valenzuela", que mide unos 3 km.

Por otro lado, también contamos con un estratopuerto que ocasionó la expropiación forzosa de más de 1,2 millones de metros cuadrados frente al Parque Tecnológico de Fuerteventura SA.

¡Arj! ¡Mis ojos! ¿Puedo elegir muerte? Ahora quiero dar marcha atrás y desaprender la información pública. Vuelvo a la cómoda ensoñación: estrellita que vuela fugaz en el cielo, me gustaría poder optar a que mis hijos sean libres y puedan al menos VER y ojalá ENTENDER lo que les rodea, fuera de casa, y de paso también deseo que tengan una casa. Pero para eso, hay un gigante que derrotar en Líliput. Chimpún.

 

* Portavoz de Drago Canarias en Fuerteventura

 

Comentarios

No soy político pero pienso que si sobra energía del salto de chira porque no enviar a Fuerteventura y Lanzarote mientras la paguen no se entiende es mi opinión
No soy político pero pienso que si sobra energía del salto de chira porque no enviar a Fuerteventura y Lanzarote mientras la paguen no se entiende es mi opinión
Pura Utopía.Señorita,no has expuesto una sola razón para cambiar o mejorar el modelo económico de la isla o el uso de la tierra.Ni uno!!.Te has puesto a relatar como si estuvieses contando un cuento a los niños.Que alternativas propones?.Fomentar otra industria?,cual?.Esta pregunta no sólo va para esta chica iluminada,va para todos aquellos que piensan igual que ella.Si es posible según opinen,me dicen que puesto de trabajo que desempeñan.Es decir ,si son autónomos,trabajadores públicos,etc......etc......
Es una mierda de servicios. Estoy 3 días sin agua . Ni el teléfono está operado . Me fui en la oficina. Me dejaron que van a mandar un técnico. Y no vino . Que mierda de servicios eso . No hay en ningún citio del mundo .
Fuerteventura lleva décadas gobernada por majoreros, en su mayoría, esa es la verdadera calaña.

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