MEDIO AMBIENTE

Voz de alarma contra el atentado ambiental al Barranco de los Encantados

La asociación Amaifa exige más control y sanciones ante la aparición de abundantes daños en las paredes de este Bien de Interés Cultural, un yacimiento paleontológico de enorme valor

Itziar Fernández 6 COMENTARIOS 15/12/2021 - 07:55

En las paredes del Barranco de los Encantados, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC), los nombres y las fechas grabadas por los visitantes de este espacio de altísimo valor de Fuerteventura, se cuentan por decenas. A Teo, Noa, Jason, David o Laura, por ejemplo, les debió de parecer buena idea dejar marcados sus nombres en una zona paleontológica que los estudios apuntan a que se originó en el Pleistoceno medio, hace entre 126.000 y 781.000 años.

La Asociación para el Mantenimiento de Áreas de Interés de Fuerteventura (Amaifa) ha alertado del progresivo deterioro del espacio. “El Barranco de los Encantados está siendo objeto de un atentado medioambiental”, denuncia Carolina Cao, presidenta del colectivo.

“Cada vez vemos más partes rayadas y pintadas en una zona con una riqueza geológica impresionante, que están machacando”, destaca Carolina, que demanda que se aplique mano dura contra “este vandalismo”, con sanciones económicas elevadas, para detener la acelerada degradación que ha sufrido en los últimos tiempos.

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha declarado a Amaifa padrina del Barranco de los Encantados, un reconocimiento por su labor de protección de este espacio protegido. La asociación ha obtenido un gran respaldo social, no solo entre la población majorera, sino también de otras islas, y ha iniciado una recogida de firmas para “salvarlo”.

En la Isla, hay grupos organizados que limpian playas y recogen residuos en el litoral, pero se echaba en falta una asociación que se dedicase al cuidado de “barrancos con alto valor ambiental”, señala esta amante del senderismo.

El colectivo señala que hay quienes se dedican a rayar la arenisca del yacimiento paleontológico escribiendo sus nombres y luego lo difunden en redes sociales, “jactándose de su penosa hazaña”. Pero el problema no solo son los desaprensivos que se dedican a dejar marcas en las paredes del barranco. “Hemos denunciado públicamente el daño que provocan las motos en las dunas fósiles”, subraya la portavoz de Amaifa. “Alertamos a Medio Ambiente, pero hay muy pocos agentes para actuar en toda la Isla”, destaca.

Además, Carolina dice que existe una desinformación generalizada sobre el valor de los espacios naturales de la Isla. Por ello, el colectivo organiza talleres informativos en centros educativos y considera que, desde la infancia, se debe aprender a proteger la riqueza natural de Fuerteventura.

La asociación se ha dirigido a diferentes organismos para que la protección de este espacio pase de la teoría a la práctica. El Cabildo ha instalado cartelería, con información sobre su valor científico, paisajístico y cultural, así como su alta fragilidad.

Entre las prohibiciones se encuentra no solo hacer inscripciones en las paredes del barranco, una práctica dañina y que se ha generalizado por muchos espacios de la Isla, sino también no salirse del sendero, no arrojar basura, ni llevarse elementos del lugar.

Valor geológico

El Barranco de los Encantados, o de los Enamorados, como también se le conoce, es un peculiar conjunto de dunas fósiles que forman un paisaje único en Canarias, declarado en 2008 Bien de Interés Cultural.

Su valor geológico, paleontológico y paisajístico es incalculable. En el Pleistoceno Medio, la actividad volcánica provocó la regresión de la línea costera, haciendo así que el fondo marino quedase al descubierto y dejase esta impresionante formación de arenisca en la superficie.

El viento, el tiempo y, sobre todo, el agua, han ido esculpiendo este mágico espacio. Se pueden observar diferentes formaciones de impactantes dunas arenosas con una gran variedad de fósiles que se encuentran en todo el camino.

“Podemos distinguir seis episodios de paleodunas, cada uno definido por paleosuelos de diferente desarrollo. Se han estudiado seis niveles fosilíferos, muy ricos en fósiles de invertebrados, principalmente, y vertebrados en algunos casos”, detalla Carolina.

Los invertebrados están representados principalmente por gasterópodos. Uno de ellos es la especie Cochlicella férussac, que aparece en gran abundancia en las formaciones dunares. Se encuentran también tres tipologías de nidos de himenópteros, que representan las huellas de abejas solitarias.

Los fósiles de vertebrados hallados son, sobre todo, cáscaras de huevos de aves marinas, a las que se añaden los abundantes fósiles vegetales en todo el yacimiento. En la zona son habituales las hubaras, consideradas el símbolo natural de Fuerteventura.

Aunque Amaifa ha fijado su objetivo en este barranco, también exige la conservación efectiva de otros espacios, como Tindaya, las Dunas de Corralejo o la Cueva del Llano. El colectivo señala que en Caleta de Fuste se descubrió un tubo volcánico que se ha tapado y critica el abandono del yacimiento de Pecenescal, donde se encuentran las celdas fósiles de Canarias que se conocen con el nombre de ‘barrilitos’ y que presentan un alto significado paleoambiental.

PROTECCIÓN DE LOS YACIMIENTOS COSTEROS

Para Amaifa, se atisba algo de esperanza, ya que precisamente este pasado mes de noviembre una quincena de expertos en paleontología y geología de prestigio internacional recorrieron Fuerteventura con el fin de estudiar y dar a conocer la diversidad de los yacimientos paleontológicos marinos de la Isla.

Los investigadores han estudiado diferentes yacimientos costeros en Punta de Jandía, Majanicho, El Cotillo y Ajuy, con el fin de concretar aquellos de mayor valor científico y divulgativo. La Carta Paleontológica de la Isla documenta 172 yacimientos, la mayoría en Pájara (69) y La Oliva (57), mientras que Puerto del Rosario presenta 16. Antigua, Bentancuria y Tuineje tienen 11, 10 y nueve, respectivamente.

Comentarios

A 'adie le interesa esto les gusta los rallies
Gente muy burra de e ignorante fomentados por los padres
Nos gusta las los rallies el patrimonio es aburrido y no sirve
Los lugareños son los que menos visitan los museos de aquí salen en las estadísticas aquí es más de rallies
Queremos rallies por el barranco bueno ya se hacen y alguna mujer lo aplaude
Eso es por los majoreros, que estamos todo el día de asaderos y cervezas y claro nos gusta plasmar nuestras gilipolleces en los estratos para la posteridad.

Añadir nuevo comentario