Los cortes de agua se han convertido en un problema crónico en Fuerteventura y las quejas se han multiplicado en los diferentes pueblos de la geografía insular este verano, al encontrarse sin una gota de agua hasta seis días seguidos.

Los gestores del suministro en Fuerteventura llevan a cabo planes, inversiones y proyectos, pero de momento no se ha logrado una solución definitiva a esta falta de agua en Fuerteventura.

El problema trae de cabeza a familias con mayores y niños, pero que se agrava para los agricultores y ganaderos, que se ven obligados a desembolsar dinero para comprar cubas con las que poder dar de beber al ganado o regar sus cosechas.

El madrileño Carlos Fernández cambió hace ya unos años su conocida revista Ocio y Cultura (el primer número se publicó en julio de 2005) por la agricultura. Un sector que le apasiona tanto como su profesión en la hostelería, que le condujo hasta Morro Jable hace ya 20 años.

Carlos creó hace siete años junto a su familia en la falda de Montaña Bermeja, Tefía, una finca agrícola sostenible bajo el nombre de la Huertita de Candela, el nombre de su hija. “Ambos proyectos, la finca y mi niña, nacieron a la vez”, desvela. Sin embargo, numerosos factores como la falta de agua, plagas, viento, calor y sequía les han llevado a la frustración, agotamiento y el desánimo.

“En este momento, estamos retomando el proyecto. Pusimos un depósito con 6.000 litros para tener una reserva de agua y compramos otro de 3.000 litros porque los cortes nunca se terminan de resolver”, explica el profesional.

En un futuro quieren construir su propio estanque de agua natural, que sirva como piscina veraniega y que se pueda utilizar para el riego en su gavia de tomates, lechugas, cebollas, puerros, calabazas, berenjenas, papas o pimientos.

“Ya me conocen por mis quejas de los cortes de agua, como a otros tantos agricultores majoreros, porque somos los grandes olvidados en esta Isla, pero ahora me gustaría ver soluciones de una vez, que el Consorcio ejecute las obras necesarias para crecer como sector y como isla”, apunta el portavoz del Comando Lechuga, su grito de guerra.

“He comprado dos cubas de agua de 200 euros este verano porque hemos llegado a sufrir un corte de seis días seguidos en Tefía, que echa abajo todo nuestro trabajo”, añade. Una situación desesperante para los agricultores majoreros, que les obliga incluso al abandono.

“Un corte de agua de unos dos o tres días tal vez lo puedes soportar, pero las plantas hay que regarlas, hace mucho calor y si te dedicas a esto necesitas agua para sobrevivir”, insiste Carlos.

De momento, cuentan con una producción pequeña, pero su idea es aumentar los cultivos y solicitar un puesto en el Mercado de las Tradiciones de La Oliva y el de la Biosfera, en Puerto del Rosario.

“No podemos permitir que las hortalizas que se venden en Fuerteventura sean de Mercalaspalmas y nos lo quieren colar como agricultura majorera, tenemos que ser serios. Personalmente, mi sueño es que la agricultura majorera tenga ayudas, esté mejor considerada por nuestros gobernantes, llegue a los hogares majoreros, permita consumir de verdad productos de kilómetro cero y pueda tener futuro”, concluye este luchador.

Además, insiste en que las hortalizas de la tierra majorera son de una excelente calidad, lo que se puede comprobar en las fincas. “Lo más complicado es plantar árboles frutales como aguacates, plátanos, naranjas o manzanas porque necesitan mucha agua” indica este defensor de la comida verde.

Ni gota en los pueblos

Los cortes de agua se han sucedido en el mes de julio en los pueblos de Tetir, Tindaya, Villaverde y Vallebrón y El Cotillo, donde residen muchos mayores. Las familias aseguran que ni los depósitos ni los aljibes han soportado esta carencia.

“Se llegó a agotar el bidón y nos vimos sin una gota para las cisternas del baño, fregar o bañar a nuestros mayores y hemos tenido que recurrir a la piscina hinchable de los niños para los baños”, cuenta Carmen Espinel, en Tindaya.

Para estos vecinos, los cortes de agua en verano son un problema crónico y la situación empeora cada año ante el aumento de la demanda, pero con las mismas infraestructuras que hace 20 años. Se llenan las piscinas de las villas vacacionales y se levantan nuevas casas en los pueblos día tras día. “No se te ocurra bañarte por el día porque las mangueras de agua están al aire libre y sale hirviendo”, comentan los vecinos mayores.

Localidades como Villaverde, El Roque y Vallebrón llevan años exigiendo soluciones reales ante la falta de suministro. “Lo dan un rato por la noche pero no da tiempo ni de rellenar los bidones”, explican. Todos se quejan en las redes sociales y llaman al Consorcio de Aguas e incluso amenazan con manifestarse o recoger firmas. Un déficit hídrico que afecta también a restaurantes, bares, comercios, panaderías y otras empresas del interior de Fuerteventura.

El consejero de Aguas, Residuos y Caza, Carlos Rodríguez, aclara que se ha necesitado un plan de emergencia dotado con seis millones de euros para mejorar la gestión del agua en la Isla. “Hemos sacado tres módulos de desaladoras portátiles en Corralejo, Puerto del Rosario y Gran Tarajal para aumentar la producción de agua ante las carencias detectadas” detalla.

Además, Rodríguez insiste en las obras realizadas para mejorar 33 depósitos en Fuerteventura: “Hemos cumplido con nuestro compromiso de resolver el problema de suministro con mucho trabajo coordinado entre consejerías y junto a las empresas”.

Una gestión a la que pone interrogantes la expresidenta y portavoz de CC en el Cabildo de Fuerteventura, Lola García, que critica que se hagan las obras de reforma de los depósitos en pleno verano. “No es el momento, ya que en esta época se consume mucha más agua. Deberían preocuparse más por mejorar la distribución y el abastecimiento que por las obras”, insiste.

Para García, no hay nada nuevo y pide que no se engañe a la opinión pública diciendo que se impulsan obras nuevas. “Todo lo que están ejecutando es lo que dejó planificado el anterior consejero de aguas, Andrés Díaz, dentro del plan de infraestructuras hidráulicas”, recuerda García.

A su juicio, lo que falta ahora es “planificación para el futuro” ante el grave problema del agua en la Isla. “Hay más demanda y se necesita producir más. Las desaladoras portátiles son una ayuda, pero urge una planificación de cara al futuro porque la situación ha empeorado notablemente, los cortes antes se originaban por una avería o problema puntual, pero ahora son un problema crónico, el agua se agota y habrá que solucionarlo”, exige García.

La nacionalista sostiene que el convenio Canarias-Estado de infraestructuras hidráulicas 2014-2020 se incluía inversiones como la segunda fase de la desaladora de Puerto del Rosario, la mejora de la conducción Puerto-Corralejo, depósitos reguladores de Fimapayre, Tiscamanita y ramadales de conexión, la estación depuradora de aguas residuales de El Cotillo o el proyecto constructivo de almacenamiento de agua, EDAR de El Roque.

Por su parte, desde el Partido Popular en Fuerteventura afirman que “este problema afecta a miles de familias, pero también a miles de pequeñas empresas que necesitan el agua para su actividad diaria”, señala el portavoz del PP en el Cabildo, Claudio Gutiérrez. “Desde hace varios años venimos reclamando un pacto por el agua con todas las fuerzas políticas que permitan salvar el Consorcio”, añade.