DIARIO DEL CORONAVIRUS (XXXIX)

Un baño

Foto: Carlos de Saá.
Saúl García 0 COMENTARIOS 23/04/2020 - 20:29

Llegados a este punto debo confesar que entre mis aspiraciones más próximas o entre mis deseos más acuciantes está el de darme un baño en la marea. El Gobierno de Canarias ya ha hecho una propuesta para el proceso de desescalada. Según el portavoz del Gobierno, Julio Pérez, “las exigencias organizativas y de control son mucho mayores que en el confinamiento”. “Será crucial mantener la capacidad de disciplina de la sociedad para avanzar en las distintas etapas porque las reglas serán más complicadas y diferentes en función de horarios y actividades”. “Hay que mantener la disciplina", insistió. No sabemos si se especifica algo relacionado con lo de bañarse.

Canarias, o al menos varias de sus islas, está ya en mejor situación para empezar a salir a la calle de lo que van a estar en Madrid hasta dentro de varios meses. Sin ninguna duda lo están La Graciosa, El Hierro, La Gomera y Fuerteventura, y probablemente también Lanzarote y La Palma. Si no entran turistas, el riesgo seguirá existiendo pero algún día habrá que salir.

Una muestra de madurez social sería que en lugar de dictarnos normas, obligaciones, horarios, lugares y distancias se pusiera el foco en las prácticas que pueden poner en riesgo la salud de los demás y dejar que funcione el sentido común. Es decir, que no funcionaría.

Ojalá hubiera indicios de que sí pudiera funcionar esa responsabilidad individual. Evidentemente hay muchos ciudadanos responsables pero la cuestión no es que haya muchos sino que solo haya unas pocas excepciones. Y estamos rodeados de gente, incluidos representantes públicos, muy celosos de su libertad pero muy laxos con su responsabilidad.

Pues eso, que he estado buscando primero si se puede pasear por la playa, y parece que sí, pero no se especifica nada sobre bañarse. Y en caso de que así fuera, no está claro si solo se pueden bañar los niños pero no los padres. Después he estado buscando si el virus se transmite por el mar, y no he encontrado nada convincente. Así está la cosa de triste: pensando en si meter la cabeza debajo del agua puede suponer un atentado contra la salud.

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