Ryanair prevé un aumento del precio de los billetes de avión en 2022

0 COMENTARIOS 22/10/2021 - 11:59

La progresiva vuelta a la normalidad está poniendo de manifiesto nuestras ganas de volver a retomar los viajes. Buena prueba de ello es el aumento del interés sobre los vuelos. Las aerolíneas de bajo coste como Ryanair siguen ofertando asientos para sus destinos, por lo que si deseas saber cuál es la manera más cómoda o tienes cualquier otra consulta, puedes encontrar el teléfono de ryanair en telefono-gratuito. Pero por parte de los clientes hay un miedo que se está haciendo cada vez más evidente. Todo apunta a que el precio de los billetes de avión va a experimentar una importante subida a partir del próximo año. Vamos a analizar las causas que llevan a ello y obtener alguna previsión de sí, efectivamente, el precio de los pasajes va a tener esa tendencia alcista.

¿Billetes de avión más caros en 2022?

Son varios los factores que pueden explicar este previsible aumento para el próximo año. En un primer lugar, conviene resaltar que muchas aerolíneas se han visto obligada a retirar aviones de la circulación. Un proceso que comenzó a efectuarse al comienzo de la pandemia y que todavía no ha finalizado. Por ejemplo, el aeropuerto de Teruel, base importante como estacionamiento prolongado de aeronaves, ha sufrido un incremento de su disponibilidad durante todo el año 2020 y gran parte del 2021. Las aerolíneas han ido llevando sus naves a estos lugares mientras se procedía a la recuperación de la actividad normal. Para algunas aerolíneas más pequeñas, la pandemia ha supuesto un golpe de muerte, ya que las ha dejado inoperativas.

Otro segundo factor hay que buscarlo en que a esta capacidad más reducida de plazas el interés creciente de los pasajeros por querer desplazarse en avión a otro lugar. Es decir, hay mucha demanda, pero menos plazas y esto ha provocado que los precios hayan ido encareciéndose. Una tendencia que puede continuar durante todo el año 2022 y que puede hacer que los precios vayan en una escalada continua hasta alcanzar cotas como nunca habíamos visto. Para conseguir revertir el efecto, las aerolíneas tendrían que ofrecer un buen número de plazas para satisfacer toda la demanda. Ahora, en pleno siglo XXI, las distancias parecen haberse acortado y plantarse en cualquier lugar del mundo en cuestión de horas es una realidad.

Si queremos buscar otra explicación lógica a la previsible subida de los precios hay que buscarla también en el aumento del coste de las operaciones y del combustible. Nos encontramos inmersos en una lucha que ha llevado a que los precios de todos los derivados del petróleo se encuentren a un precio altísimo. Efectivamente, los aviones utilizan queroseno, un combustible que también ha ido sufriendo los efectos de toda la problemática. Producir derivados del petróleo cada vez es más caro, de tal manera que conseguir llenar los tanques de una aeronave ya no tiene el mismo precio que antes.

De la misma manera, la subida de la inflación y que gran parte está provocada por los efectos del precio del petróleo, harán que los precios vayan manteniendo esta tendencia de subida. Puede que durante el próximo verano, en las que ya se prevé que la nueva normalidad sea algo totalmente consolidado, volar se ponga al alcance de cada vez menos personas. Las aerolíneas de bajo coste no van a tener otro remedio que dar un empujón a sus precios si quieren seguir siendo rentables.

Y es que con todos estos elementos tenemos el corte perfecto para que los precios de los billetes de avión rompan el techo al que estábamos acostumbrados.

Aumento de demanda, de precio de combustible, de la inflación y bajada del número de asientos disponibles. Estos efectos van a tener su traslación rápidamente al mercado de medio radio continental, es decir, los viajes que se hacen por Europa. Podemos irnos despidiendo de billetes a cinco euros, por lo que habrá que rascarse el bolsillo si lo que deseamos es realizar un viaje a otro punto de Europa.

Y es que quizás nos habíamos acostumbrado a obtener precios en nuestros vuelos bastante económicos. En gran parte debido a que muchos gobiernos autonómicos financiaban aerolíneas de bajo coste para que operarán en sus aeropuertos. Pero esos tiempos dorados ya se han ido, y hay que afrontar una realidad distinta.

Las aerolíneas quieren seguir siendo rentables y los ciudadanos desean seguir moviéndose con total normalidad. Pero un panorama bastante distinto para el año que viene. Por tanto, se abre un horizonte de calma tensa ante la previsible subida de los precios de los billetes de avión. Es una de las novedades a la que tendremos que acostumbrarnos hasta que todas las aerolíneas puedan operar a plena capacidad. O bien, optar por otros medios alternativos de transporte o plantearse que quizás debamos medir nuestra capacidad de movimiento con algo más de calma.