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Polémica con la arena de la playa de El Castillo

Itziar Fernández 2 COMENTARIOS 09/02/2017 - 08:06

Empresarios, comerciantes, instituciones y residentes han manifestado sus quejas por la lentitud de las obras de regeneración de El Castillo y la falta de información sobre la ejecución del proyecto, los cambios y los retrasos que soportan. Pero las críticas no sólo tienen que ver con los plazos: la arena, extraída de Puerto del Rosario, es de color gris y los vecinos denuncian malos olores.

El círculo de Podemos en Antigua ha denunciado públicamente junto a IU y EQUO el lamentable estado en el que se encuentra actualmente la obra de “remodelación” de la playa de El Castillo y “la dudosa calidad de la arena empleada para su regeneración, que lejos de mejorar el aspecto de la misma resulta catastrófico”. El portavoz municipal de la formación morada, Pau Quiles, explica que este litoral fue una cala natural de arena rubia dorada, con un gran encanto y subraya que, “si nadie lo impide, tras las obras se convertirá en un litoral lleno de fango y lodos”.

La regeneración de la playa se ha llevado a cabo con “arena, por llamarla de alguna manera, de dudosa calidad debido a la zona de procedencia, que no es otra que el muelle de Puerto del Rosario, el área donde en numerosas ocasiones de desborda la estación de bombeo y donde se halla un emisario submarino por donde se expulsan al mar los vertidos de aguas fecales de la capital majorera, creando unos sedimentos nada higiénicos”, resume Quiles. Seguidamente, destaca que la arena es de color “gris cemento”, y de la misma “se desprende un aroma a materia orgánica putrefacta”.

Tras 20 años de espera para que Costas acometiera el proyecto de regeneración de esta parte del litoral majorero, el resultado ha sido calificado por los vecinos como “una chapuza para ahorrarse dinero y no traer arena de calidad de otros lugares”. Desde Podemos también se rechaza el “antiestético dique que se ha levantado y que divide en dos esta playa, que destacaba por su amplitud y posibilidades para el ocio y deporte”.

“Lo que más preocupa es el lamentable estado en el que se encuentran las obras a comienzos de 2017, ya que parece que se avanza a paso de tortuga cuando tanto el Cabildo majorero, como el Ayuntamiento de Antigua, Costas y la empresa promotora Sacyr anunciaron que las obras estarían finalizadas el pasado mes de octubre de 2016”, desvelan los partidos más críticos. Tres meses después la playa continúa en el mismo estado y “esperemos que no se infle más el presupuesto de 1,9  millones de euros”, apostilla Pau.

El concejal de la oposición por el PSOE, Taiset Fuentes, refrenda las críticas y asegura que con dar un paseo por la playa se puede comprobar que ese material no es arena, sino un lodo que “nunca debería haberse aceptado para esta obra”.

El socialista cuestiona si no será ese el motivo de que haya quedado un remanente presupuestario, “que se tendría que invertir en la aportación de una arena de calidad, ya que este litoral es el principal atractivo para los turistas”.

“Vamos a ver si el alcalde [Juan José Cazorla] y el gobierno municipal van a salir a sacarse la foto en esta nueva playa de El Castillo, que ofrece una imagen desoladora”, lamenta Fuentes. El socialista también aprovecha para pedir a las autoridades responsables del proyecto que expliquen públicamente la “chapuza cometida en esta playa turística”.

Paseo marítimo y necesidades

Además de todo este “despropósito” que, según denuncian, ha rodeado la “reforma” de la playa ya existente de El Castillo, el PP propuso destinar una partida de 1,7 millones de euros más para tirar el paseo marítimo y ampliarlo, además de continuar el paseo hacia la zona del centro comercial Atlántico.

“Creemos que las actuales obras no revierten ningún beneficio a los residentes de la zona ni en el empleo, ni para los comercios, excepto para los ‘dueños’ de toda la zona, que son los gerentes del hotel Barceló, cuando en esta localidad hay una población importante de gente residente que no dispone ni de centro de salud público, ni guardería, ni colegio, ni un hogar para gente mayor, entre otras cosas”, añade Quiles. Unos servicios, insiste, mucho más necesarios para la población en los que aprovechar el remanente existente.

Por otro lado, el presidente de la Asociación de Comerciantes de El Castillo (Aeca), Francisco Ufano, se ha mostrado cauteloso y prefiere guardar silencio a la espera de las próximas reuniones informativas, y la conclusión de los trabajos en la playa.

Problema de “estabilidad”

En octubre de 2015, la directora general de Sostenibilidad de la Costa, Raquel Orts, y el presidente del Cabildo, Marcial Morales, presentan el proyecto y anuncian el inicio de los trabajos. Sacyr realiza estas obras por 1,8 millones y tenía un plazo de 10 meses, aunque todavía no han concluido. El pasado mes de enero, Costas admite la existencia de un problema de “estabilidad de la arena” que se depositará en la zona norte de la playa y anuncia la elaboración de un informe con soluciones técnicas, que a comienzos de febrero el Cabildo sigue reclamando. Entre las actuaciones principales destaca la construcción de un dique en el extremo nordeste con 950 metros cúbicos de rocalla y el posterior vertido de 108.117 metros cúbicos de arena dragada de Puerto del Rosario.

En la zona sur, más avanzada, se han instalado 200 hamacas y 100 sombrillas. La zona sur tiene unos 63.000 metros cuadrados, pero la superficie total de la playa alcanza los 146.000 metros cuadrados. El Cabildo, que ha aportado 1,8 millones de inversión, ha exigido que “la obra esté concluida antes de verano porque ya bastante han soportado empresarios, trabajadores y usuarios de este importante núcleo turístico de la Isla”.

Comentarios

Pues bastante limpia y amarilla que es la arena de costa calma, y que con la nueva carretera alguien la está aprovechando, y bien que pudo venir para la playa del castillo. Ahora a retirar esa maloliente arena del muelle de puerto del rosario, nuevo presupuesto y paga pueblo. Tenemos lo que nos merecemos.
Rubia dorada las toneladas de arena que se llevaron de las dunas de Corralejo a finales de los setenta y cuya extracción salvaje se consiguió paralizar gracias a la intervención del presidente del Cabildo en ese momento , Gerardo Mesa.

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