El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Mario Cabrera, denunció este lunes en el Parlamento la “falta de voluntad del Gobierno, y del Partido Socialista, de impulsar la unidad de Hemodinámica en Fuerteventura”.

“Lo que se desprende de esta actitud -lamentó Cabrera- es que el Partido Socialista desconoce las necesidades de la isla de Fuerteventura, y si no, recordemos las palabras del consejero Jesús Morera que consideraba esta unidad un derroche como lo fue el aeropuerto de Castellón”, dice Cabrera.

El diputado insistió en que esta PNL presentada este lunes por el diputado del PSOE Iñaki Lavandera “es una justificación, una puesta en escena de un compromiso que nunca lo ha sido, justo cuando los colectivos sociales de la isla han convocado una manifestación para reclamar mejoras sanitarias”.

Los nacionalistas recuerdan que en marzo de 2019 ya estaba redactado un primer documento técnico para la unidad de hemodinámica, y en abril ya entró en la unidad de infraestructuras para su supervisión. Las elecciones de mayo, de las que surgió el actual pacto de gobierno, frenaron el proceso pero “son ustedes los que tienen la competencias para terminar la supervisión del proyecto técnico y proceder a su licitación, han tenido julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre para supervisar un proyecto técnico”, remarcó.

“Será por eso por lo que  el señor Lavandera cree que es necesario hacer esta PNL ahora, porque ve que no hay voluntad política en esta Gobierno, o porque quiere hacerse una foto a costa de la sanidad de Fuerteventura para justificar que después de 6 meses no se ha hecho nada”, sentencia.

Para el Grupo Nacionalista Canario, y para Coalición Canaria en Fuerteventura, la unidad de hemodinámica es “un compromiso irrenunciable y en ello estamos trabajando desde finales de 2017, cuando se llevaron a cabo las primeras reuniones con el servicio de cardiología del Hospital Insular, y se llegó a un acuerdo para la mejora de los tiempos de atención de los pacientes de cardiología de Fuerteventura consiguiéndose que se enviasen los pacientes en menos de 48 horas, lo cual supuso un punto de inflexión en su atención”, concluye Cabrera.