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Los vecinos de Gran Tarajal temen que vuelvan las filtraciones de agua

La solución para los edificios afectados por inundaciones podría llegar con la reactivación del pozo

Edificación afectada por las filtraciones.
L. Bermejo/M.J. Lahora 8 COMENTARIOS 10/10/2019 - 05:09

El centenar de vecinos que habita las edificaciones junto al barranco y El Palmeral de Gran Tarajal continúa sufriendo los efectos del aumento del nivel de las aguas subterráneas, como ya denunciara en Diario de Fuerteventura hace un año el arquitecto Luis del Pozo, él mismo perjudicado por la subida del nivel freático de las aguas, que lleva lidiando desde 2017 con las administraciones para que intervengan ante una situación que define como de “gravedad”.

El arquitecto dice que la “culpa” de este problema es la propia naturaleza del ser humano “que ha construido sus casas en un acuífero”. No obstante, y aunque no es excusa, la actual situación de humedades que sufren todas las edificaciones en la cuenca del barranco, desde la iglesia hasta el centro de salud, con especial incidencia en unas 70 que cuentan con sótano, es relativamente reciente y se remonta a hace apenas dos años.

“Hasta entonces estuvo en activo el pozo que explotaba Antonio Cabrera, que sacaba entre cinco y siete millones de litros de agua diarios, lo que mantenía a raya el nivel freático”, explica Del Pozo.

Desde que se clausuró la empresa, en ejecución de la normativa impuesta en el Plan Hidrológico insular, que prohíbe la explotación particular de los recursos hídricos públicos, como son las aguas subterráneas, comenzaron a sentirse las graves consecuencias de la subida del nivel de las aguas.

“Fue muy evidente en las partes construidas subterráneas, pero, en general, todas las edificaciones de esta amplia zona del pueblo lo están notando”, aduce el arquitecto. Hace seis meses, sin embargo, llegó un provisional respiro, gracias al drenaje del suelo que se está acometiendo dentro de la obra de cimentación de la futura biblioteca y centro polivalente de Gran Tarajal, a cargo de la empresa Satocan, en un solar de 1.969 metros cuadrados, entre el parque Félix López y las calles Vigán y Alcalde Jaime del Castillo.

Es un suelo plenamente afectado por las aguas subterráneas, tal y como quedó registrado en un informe del propio director de obra, que obligó a la paralización temporal del proyecto en mayo del pasado año.

“Mientras ha habido que drenar para poder acometer la cimentación que, por cierto, se ha hecho con un hormigón especialmente resistente a la humedad, han parado las filtraciones”, indica el arquitecto.

Sin embargo, la proximidad del fin de las obras preocupa a los vecinos afectados por la amenaza de deterioro e incluso de ruina de sus inmuebles.

Solución

Luis del Pozo, vecino y técnico por su labor profesional, explica que, mientras estuvo en marcha la actividad del pozo de la familia Cabrera, ningún estudio geológico arrojó datos preocupantes sobre la cercanía del nivel freático a la superficie.

 “Se hacían catas a tres o cuatro metros sin presencia de agua”, asegura, lo que daba tranquilidad y garantías técnicas para construir. Ahora que se prevé el final de la obra de cimentación de la biblioteca, los vecinos temen que vuelvan los problemas, ya que no será necesario drenar el terreno, advierte Del Pozo, que teme, además, por otras circunstancias añadidas “como las mareas del Pino y la parálisis actual del Ayuntamiento de Tuineje”, dice, en alusión al cambio de gobierno.

Lo que puede parecer una auténtica catástrofe, dadas las circunstancias, tiene, en cambio, una solución tan práctica como económica. “Volver a la actividad de extracción de agua filtrada”, aduce Del Pozo. Cabe destacar la menor salinidad de estas aguas (12 gramos de sal por litro, frente a la media de 36 gramos que contiene el agua de mar, de la que se abastecen las potabilizadoras, incluida la problemática infraestructura de Gran Tarajal). Lo que permitiría disponer de un recurso hídrico natural y de paso subsanar el problema del necesario drenaje de las aguas subterráneas para solventar las filtraciones en las edificaciones de la zona del barranco y El Palmeral.

La actividad debería llevarse a cabo con los correspondientes permisos de las administraciones, en este caso una concesión administrativa, “con lo que podría subsanarse, además, el problema de abastecimiento de agua que presenta la Isla, con un pequeño proceso de potabilización”, insiste Del Pozo.

El escollo es, al parecer, la hasta ahora negativa de la propiedad del pozo, la familia Cabrera, a vender la infraestructura. Las posibilidades legales para su explotación podrían pasar, incluso, por su expropiación, al tratarse de una actividad de interés público, aunque ni el Cabildo ni el Consorcio de Abastecimiento han dado pasos en este sentido.

Hace más de un año, los vecinos elevaron una propuesta al Cabildo, avalada por multitud de firmas, y que se aprobó en pleno con el apoyo de grupos tan dispares como el PP y Podemos, y del que salió la decisión de realizar un estudio hidrológico en la zona afectada. “El responsable técnico del área del Cabildo subrayó, además, que el plan hidrológico obliga ya a contar con este documento”, indica Del Pozo.  Un informe del que hasta el momento no se ha conocido su desarrollo.

Ayuntamiento

Desde el nuevo equipo de gobierno, la propia alcaldesa, Esther Hernández (PP), recuerda que desde la oposición el grupo popular ya presentó una moción para instar a la solución. Reconoce que sigue existiendo “un problema” en la zona centro, con filtraciones de agua. Explica que hay muchas hipótesis, como las analíticas que apuntan a que no es agua salada sino potable, lo que indicaría que “hay averías del Consorcio del Agua que no se han solucionado”.

“El Consorcio de Aguas tiene muchos problemas en el municipio, entre ellos la necesidad de cambiar la red de tuberías que vendría a solucionar, quizás, lo que nos están diciendo los técnicos con respecto a los problemas de esos edificios”, señala Hernández.

“Defendimos una solución desde la oposición y ahora con más motivo desde el gobierno”, confirma la alcaldesa,  quien asegura que trabajarán de la mano del Cabildo de Fuerteventura para hallar la respuesta al problema que mantiene en vilo a estos vecinos.

Comentarios

Lo que quieren estos señores,es que la administraciones se hagan cargo de casas privadas que en su día construlleron donde antes había mar,y quieren hechar la culpa al caaf para que le paguen los daños,señores en mi casa también nesecito reformas y las instituciones no me lo van a pagar,no querían playa tomen playa
Completamente de acuerdo con el comentario nº 1. Tengo una anécdota personal al respecto: cuando se estaba en la promoción de estas casas, yo le comenté el riesgo que tenían a uno de los compradores y me contestó : " con todos los vecinos que seremos, el ayuntamiento buscará una solución si aparecen problemas"
Por el momento nadie ha planteado que las administraciones se hagan cargo de reformar ningún edificio como consecuencia de este grave y molesto asunto, que de una forma u otra nos afecta a todos los vecinos de un área bastante amplia de Gran Tarajal. No obstante, si se comprobara que los daños han sido producidos por una avería del CAAF, por ley corresponde al CAAF asumir el cargo de las posibles reparaciones. Si los daños fueran producidos por una tromba de agua de lluvia, de lo que hemos sido testigos, por desgracia en anteriores ocasiones, los daños han de sufragarlos los vecinos aunque la responsabilidad sea de las deficientes infraestructuras y servicios de alcantarillado de que disponemos en la zona, que han sido pagados con el dinero de todos los vecinos. Dudo mucho que las filtraciones sean producidas por roturas de las conducciones de CAAF, dado que la cantidad de agua que se aprecia en el subsuelo es tan grande, que de ser así supondría la quiebra del propio CAAF, hablamos de unas cantidades de agua tan enormes que el propio CAAF no sería capaz de producir sin hacer saltar todas las alarmas posibles. Tengan en cuenta que la obra de la Biblioteca insular lleva más de seis meses extrayendo agua, 24 horas al día y de forma permanente, y ni de lejos ha llegado a producir un agotamiento del acuífero, simplemente ha supuesto el descenso de un par de decenas de centímetros del nivel freático, que por el momento resulta suficiente para mantener a raya el problema. Muchas veces los problemas de esta índole pueden ser creados por motivos diversos, incluso se puede dar el caso de causas naturales, donde la responsabilidad no se encuentra muy bien definida, quien le va a pedir responsabilidades al clima por ejemplo, pero las administraciones están obligadas a asistir y a intentar evitar si fuera posible incluso hasta lo inevitable, que para eso gestionan nuestros recursos, en vez de mirar para otro lado e intentar echar las culpas a terceros. Resulta del todo vergonzoso e inaceptable que a día de hoy después de más de dos años con este grave problema, NINGUNA de las administraciones que pudieran verse afectadas ( Cabildo Insular, Consejo Insular de aguas y Ayuntamiento de Tuineje) siquiera hayan iniciado los procedimientos adecuados con el fin de por lo memos conocer la situación del problema que nos afecta, que es lo mínimo que se puede esperar.
Sr. del Pozo: el problema es que construyeron en el cauce de un barranco.
Resulta del todo vergonzoso e inaceptable que los de siempre se estén quedando con el dinero de todos para resolver sus problemas privados. Como técnico sr. Lucas del Pozo debería de saber que cuando se construye por debajo de nivel freático se ha de predecir las consecuencias y actuar en consecuencia para lo que la técnica tiene soluciones, lo único es que el promotor se ahorró unos duros y ahora quiere que se saquen de la Administración (dinero de todos).Quien debe resolver el problema es el promotor y los propietarios, y dejarse de ir a los medios para hacerse la victima de lo que ya sabían que iba a pasar.
Mezquindades y envidias personales aparte, el planteamiento del arquitecto resulta bastante acertado, el agua que encharca los sótanos de los edificios en gran tarajal (cualquiera que sea la causa que lo produce), en vez de dejarla ir al mar, que genera malos olores y plagas de mosquitos (y en eso el ayuntamiento de tuineje si tiene mucho que ver), porque no la aprovechan para resolver los problemas de desabastecimiento de agua que nos afectan a todos/as.
Si esta gente ha construido en la playa o en el barranco será porque el ayuntamiento lo habrá permitido. O es que no sabian nada cuando dieron los permisos? Pero las licencias sí que las cobrarían y bien cobradas.
Al comentario nº 7: Imaginese que usted quiere matar a su vecino, pero quiero hacerlo bien. Asi que se va al ayuntamiento y pide "licencia para matar al vecino". El funcionario municipal, que es un cachondo, se la da y le cobra 500 euros por "la licencia". Usted, con la licencia en le bolsillo, va a casa de su vecino y le pega cuatro tiros. Cuando venga la Guardia Civil a detenerlo, le dice: "oiga, que tengo licencia".

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