El inicio del segundo curso escolar de la pandemia en Fuerteventura se ha desarrollado sin incidentes notables, pero sí con una oleada de críticas de los padres por la falta de planificación de la Consejería de Educación en los nuevos centros educativos de Villaverde y Morro Jable y, especialmente, por el nombramiento tardío de docentes.

Estefanía de León, la nueva presidenta del Ampa del CEIP El Ciervo Butihondo, que se ha inaugurado este curso, denuncia públicamente la falta de un servicio fundamental para las familias de Morro Jable como es la “recogida temprana y tardía”, para poder conciliar la vida laboral con los horarios lectivos.

“El centro se abrió en unas condiciones muy precarias, faltaban instalaciones de teléfono e internet y docentes, pero lo más preocupante para los padres es que no habían planificado el servicio de acogida temprana y tardía, ni comedor, y eso supone un gran problema, porque los padres trabajadores no pueden recoger a la una de la tarde a sus hijos”, protesta Estefanía.

De hecho, los padres se movilizaron para tratar de buscar una solución. “Encontramos una empresa interesada en realizar el servicio y la Consejería de Educación no la quiso contratar”, explica la representante de los padres y madres del nuevo centro educativo. “Por ello, seguimos sin este servicio fundamental en el primer mes del curso, lo que supone un grave problema para las familias”, destaca.

“Tanto es así”, apunta, “que algunos padres han pedido que trasladen la matrícula de sus hijos al colegio viejo porque no tenían donde dejarlos tantas horas libres”. El nuevo centro educativo de Morro Jable acoge a unos 250 alumnos de Infantil y Primaria.

“En Morro Jable estamos contentos con la apertura de nuevos centros educativos porque hay mucha población y se necesitan infraestructuras adecuadas, pero nos quejamos de la falta de planificación de la Consejería para disponer de todos los servicios en el inicio de curso”, detalla la presidenta del Ampa.

El equipo directivo del CEIP El Ciervo Butihondo fue nombrado en junio y trabajó durante el verano para organizar todas las medidas de seguridad frente al Covid y que todo estuviera listo para recibir a los estudiantes.

“La dirección realizó un esfuerzo enorme, pero tienen que funcionar los servicios que necesitan las familias y que competen a la Consejería de Educación, porque lo contrario supone un caos”, apunta Estefanía, quien resalta las dificultades para conciliar la vida laboral con la familiar en plena crisis económica.

Foto: Carlos de Saá. 

Traslado en Villaverde

Este pasado mes de septiembre, días después de empezado el curso escolar, se estrenó el nuevo CEIP Villaverde. El último miércoles del mes se produjo el traslado al nuevo centro escolar, una antigua reivindicación de la comunidad educativa, que ha calificado la obra como “eterna”.

Hace más de una década arrancaron las demandas de un nuevo colegio que sustituyera al anterior, muy deteriorado. La primera piedra se puso en abril de 2017 y ha tardado más de cuatro años en ser una realidad.

“Este colegio ha registrado bastante aumento de alumnos en los últimos años, en este curso ha comenzado con unos 200 escolares y todos estaban deseando el traslado al nuevo centro porque es un inmueble moderno, amplio y muy cómodo”, subraya la presidenta del Ampa de Villaverde, Fátima Hussein.

El acondicionamiento de la entrada y de los accesos ha sido una de las principales demandas de los padres. “También urge crear una rotonda en la carretera principal, para facilitar la entrada al colegio, donde se registra un enorme tráfico, y evitar así los atascos, colas y posibles accidentes”, expresa esta madre.

Problemas de transporte

En este nuevo curso también se han registrado algunos problemas con el transporte que, en concreto, han afectado al pueblo de El Cardón. Los padres Alexander Fernández e Ismael Pérez denunciaron públicamente la falta de transporte escolar para acceder al centro que se halla a unos 12 kilómetros de la localidad sureña.

“Afecta a 17 escolares del pueblo y no entendemos la incoherencia de la Consejería, que el pasado curso ofreció el servicio y este año lo canceló alegando que la zona corresponde al colegio de La Lajita (Pájara) cuando siempre nuestros hijos han estudiado en el colegio de Tarajalejo (Tuineje)”, argumentan.

Una situación que enfadó a los padres ante la “falta de sensibilidad” y de “soluciones” de una Consejería de Educación que, aseguran, “aplica recortes sin escuchar las necesidades de las familias y estudiantes”.

Sin embargo, la directora insular de Educación, Cristina Alfonso, afirma que hay algunos problemas que están en fase de solución y ha definido como “satisfactorio” este segundo inicio de curso con las medidas Covid, “cargado de ilusión y manteniendo la prudencia e higiene en las aulas”, añade Alfonso.

Unos 18.100 alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional se han matriculado en el presente curso en Fuerteventura. Se ha detectado un incremento de alumnos en numerosos centros educativos aislados, como en las localidades de El Cotillo y Lajares, y en la red de escuelas rurales de Fuerteventura, por su calidad educativa y la seguridad que presentan durante la pandemia.