La falta de especialistas médicos en el servicio de oncología del Hospital General de Fuerteventura Virgen de la Peña ha obligado, en el último año, a cancelar consultas, derivar a pacientes al centro de referencia, el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria, y anular revisiones o consultas no urgentes.

Una de las afectadas el pasado año fue María del Carmen Alcaraz Rodríguez, sevillana de 59 años que vive en Costa Calma (Pájara). Su caso es paradigmático de muchos otros que se han dado en la Isla.

Fue operada de un cáncer de colon en el Hospital de la Isla y en febrero debía realizarse, tras el tratamiento de quimioterapia, la segunda de las revisiones cuatrimestrales prescritas por su médica, Cristina del Pino, “pero, en junio, me dijeron que no me podían dar cita porque mi doctora estaba de baja y que el otro especialista, Samuel Hernández, tenía la agenda llena, que no podía asumir más visitas y que estaban a la espera de que llegara otro médico”, explica Carmen.

De modo que hasta julio no le dieron cita con el oncólogo que venía de Las Palmas, del que Carmen no guarda buen recuerdo, por su trato: “Venía a salir del paso, sin conocer mi historial, haciéndome un cuestionario como el que pasa la ITV, no me mando hacer ni un TAC ni quiso solicitar una prueba que le pedí. Salí muy disgustada”, recuerda Carmen.

La paciente recalca que “en Fuerteventura falla el sistema”, pero reconoce que “nunca” ha tenido queja de los médicos ni del personal sanitario que trabaja en la Isla: “Siempre han atendido de maravilla”, subraya.

En noviembre, la paciente volvió a llamar al Hospital para pedir la cita correspondiente: “Sólo me daban largas, me decían que los médicos de oncología estaban de baja y que no había citas”, explica Carmen. Así llegó diciembre y por fin obtuvo una cita con el doctor Hernández, que acababa de incorporarse.

“Me atendió muy bien, me mandó una serie de pruebas analíticas, por mis síntomas y me citó nuevamente para este mes de febrero. Espero tener la suerte de volver a coincidir con él porque con nuestra enfermedad lo mínimo es que se nos haga un seguimiento y todas las pruebas que solicitamos”, indica la paciente de Costa Calma. A su juicio, el servicio de oncología “está lleno y urge reforzarlo con un tercer médico en Fuerteventura para mejorar la asistencia”.

“Yo fui operada en la Isla y el tratamiento lo recibí aquí, así que espero que pueda seguir las consultas en Fuerteventura porque viajar al Hospital en Gran Canaria es muy incómodo y se pasa mal”, asegura.

Falta de planificación

Por otro lado, la presidenta de la asociación Fuerteventura contra el Cáncer, integrada en la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Isabel Laucirica, subraya que el hospital de referencia en Gran Canaria tenía que haber actuado “con una mayor planificación”, a sabiendas de que la oncóloga destinada en la Isla tenía una baja de larga duración, lo que incrementaba el volumen de trabajo y consultas del otro médico del Servicio.

“Además, casualmente también este segundo estuvo de permiso de paternidad el verano pasado, y tomó vacaciones a finales de año. Este pasado enero seguía de vacaciones”, dice Laucirica.

A este respecto, la AECC ha denunciado hace unos días “la asistencia insuficiente” en la que se encuentran los pacientes oncológicos en el Hospital General de Fuerteventura. El problema se agrava cuando el Servicio Canario de Salud decide cubrir con un solo oncólogo a media jornada las consultas de dos especialistas a jornada completa.

“El Hospital Insular de Gran Canaria mandó a un especialista que venía sólo cuatro horas al día. En esas condiciones era imposible asumir el volumen de trabajo, así que este médico derivaba pacientes a Gran Canaria o retrasaba visitas cuando lo estimaba oportuno”, resume la presidenta del colectivo sanitario.

“Colapso” del servicio

En 2018 se registraron en Fuerteventura más de 4.000 consultas, con una media diaria de 26 consultas. “No son pacientes, son consultas, pero esto demuestra el colapso que sufre el servicio al quedarse sin los dos médicos porque, evidentemente, el que vino de Gran Canaria no atendía en cuatro horas ese volumen de citas”, añade Laucirica. 

Un oncólogo senior del Hospital Insular de Gran Canaria, sensibilizado con el problema y tras conocer la situación de Fuerteventura, a través de la AECC, se ofreció a cubrir la plaza en verano, pero “no se lo permitieron”, detalla la activista majorera.

“Contacté personalmente con este médico y, después, ha venido varias veces para apoyar al otro colega de Gran Canaria, pero no dispone de mucho tiempo. En definitiva, todo han sido parches en lugar de haberse planificado y reforzado el servicio con un tercer oncólogo fijo en la Isla, habida cuenta de que desde la dirección conocían la situación y las posibilidades de que colapsara”, detalla.

El déficit de recursos en oncología afectó a la propia Isabel: “Tenía una revisión no urgente y la anularon, pero tengo constancia de que derivaron a pacientes a Gran Canaria para evitar que se quedaran sin ser atendidos”, relata.

La asociación y muchos enfermos en la Isla esperan que la situación vivida en 2019 no vuelva a repetirse y, para ello, han pedido la ampliación de la unidad de oncología con un tercer especialista fijo, que permita trabajar con eficacia y celeridad.