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Las caras visibles de la dependencia en Fuerteventura

Las dos evaluadoras del servicio lamentan la falta de recursos, especialmente para jóvenes a los que la enfermedad les ha llevado a una cama o que han nacido con patologías

Eloy Vera 5 COMENTARIOS 14/06/2022 - 07:52

Rosa Estévez y Adela Alonso se pusieron al frente del servicio de dependencia de Fuerteventura hace 15 años, justo cuando se creó en España. Han hecho miles de kilómetros por toda la Isla y han visitado cientos de hogares para valorar a los pacientes que han solicitado la ayuda. Aseguran que lo más difícil es siempre decir al ciudadano que tiene que esperar por la prestación, algo que, lamentablemente, hacen con mucha frecuencia.

Rosa, Adela y Bibiana, la última en incorporarse al servicio, son los rostros visibles de la dependencia en Fuerteventura. Están acostumbradas a escuchar hablar de listas de espera, números, quejas, historias de personas que fallecen sin llegar a contar con la ayuda y titulares de prensa sobre una ley que, 16 años después de aprobarse, sigue sin alcanzar los resultados esperados. Falta un cuarto de hora para las ocho de la mañana.

Rosa apunta en un folio tareas pendientes antes de empezar a visitar los domicilios que la agenda marca para ese día. Minutos después, llega Adela. Rápido empiezan a hablar de su trabajo. Su día a día transcurre entre la oficina y las visitas a domicilio para valorar qué necesidades de ayuda tiene el demandante, según la patología que presenta. “Valoramos su capacidad para las actividades de la vida diaria. Se aplica un baremo y según la necesidad de ayuda se va puntuando”, aclara Rosa. Al día, realizan una media de dos o tres valoraciones, unas 45 al mes.

Después de tocar a la puerta de un domicilio, aseguran que lo más difícil siempre es encontrarse al otro lado a un niño como paciente. “Es una infancia robada”, asegura Adela, mientras insiste en que “es muy frustrante ver eso y saber que, encima, no tienen recursos y carecen de apoyo”.

Las dos lamentan la falta de recursos que hay en la Isla, especialmente para las personas jóvenes a las que la enfermedad las ha llevado a una cama o han nacido con cualquier tipo de patología que les impide la autonomía. “Cuando empezamos el servicio hace 15 años, recuerdo tratar con una madre que tenía que venir desde el sur una vez en semana con su hija a fisioterapia, cuando realmente lo que necesitaba era terapia diaria. En Gran Canaria, eso no ocurre. Allí, si no tiene el servicio todos los días, sí tres veces en semana”.

El comentario sirve para poner sobre la mesa la falta de recursos que existen en la Isla. Adela recuerda que, hoy en día, no hay abierto ningún centro de día y “estamos a la espera desde hace 15 años”. “Tampoco hay recursos de día para personas mayores ni para el resto de las personas que los necesitan”, lamenta.

La residencia sociosanitaria y centro de día que el Cabildo espera abrir en Puerto del Rosario está muy lejos de solventar la demanda que existe en Fuerteventura, aseguran estas profesionales. “Será una nueva residencia de mayores, pero para toda una isla como Fuerteventura. La de Casillas del Ángel cerrará cuando se abra la nueva, por lo que seguiremos con una residencia”, explica Adela, mientras se pregunta qué pasa con los ciudadanos del sur.

También pone sobre la mesa el tema de la residencia de discapacitados, en Puerto del Rosario, y la situación de las madres del sur que tienen a sus hijos toda la semana en la residencia de la capital. Para poderlos ver tienen que hacer, en ocasiones, 100 kilómetros.

De vez en cuando aparecen datos de dependencia en los medios de comunicación. Hablan de listas de espera y de números que se ponen sobre la mesa en el Parlamento, entre acusaciones y reproches, hasta que vuelven a encerrarse en algún programa informático.

Las evaluadoras piden un vehículo para poder desplazarse por la Isla

Las dos evaluadoras de Fuerteventura aseguran que, en estos momentos, “no hay lista de espera para valorar en la Isla, pero sí para la resolución, para otorgar la prestación del servicio y que la persona reciba la ayuda. Ahora mismo, la compañera está realizando los PIA (Plan Individualizado de Atención) de noviembre de 2020. Son las visitas, luego habrá que pasar la resolución para que se reciba”.

Rosa asegura que sienten “mucha tristeza” cuando ven que todo lo que se dice de la dependencia en Fuerteventura es malo “porque nosotros ponemos mucho empeño en salir adelante” y subraya que en la Isla “existe un nivel de trabajo muy bueno. Tenemos una comunicación directa con el personal sanitario y de los ayuntamientos”.

Carencias para evaluar

El pasado 1 de mayo dejaron de valorar en los municipios de Pájara, Tuineje, Betancuria y Antigua. Mantienen el servicio en la capital y La Oliva. Es su protesta después de años reivindicando que se les ponga un vehículo para poder desplazarse por la Isla y no tener que usar sus propios coches, unos desplazamientos por los que se les abona la misma cantidad desde hace 15 años, sin ninguna actualización de precios.

“Siempre hemos utilizado el coche para desplazarnos. Hemos demandado que se nos ponga uno porque son muchos kilómetros y lo que pagan no cubre las necesidades. Nos pagan 0,19 céntimos por kilómetro y eso con la subida de la gasolina es imposible”, apunta Rosa.

La valoradora explica que, en estos momentos, solo evalúan en Puerto del Rosario y La Oliva, donde ella reside y se mueve andando. La medida está haciendo que ahora mismo disminuya el número de valoraciones en la Isla. Temen que la decisión despierte, de nuevo, las listas de espera y, sobre todo, “se vean perjudicadas las personas de los municipios más lejanos”.

“El tema de la dependencia es caótico. Arrancó con muchos problemas desde el principio”, asegura Rosa. Pero ¿cuál es el motivo? Las dos valoradoras coinciden en la falta de esfuerzos para sacar adelante un servicio que nació con muchas expectativas, unas aspiraciones que, pasado el tiempo, se han ido quedando por el camino. “Creo que se han obsesionado con los números y se olvidan de que detrás hay personas”, sostiene.

La carencia en dependencia, apunta Rosa, se debe a que “no ha llegado nadie que, de verdad, quiera que el servicio funcione” y deja claro que la crítica no va enfocada a los trabajadores: “La demanda para cubrir la necesidad de los servicios siempre ha estado. Siempre hemos dicho que no se puede estar cubriendo las necesidades del servicio con personal temporal. En dependencia se han ido poniendo parches” y pone como ejemplo la manera de responder a la saturación. Cuando hay un problema en valoraciones se refuerza el servicio y se olvidan del PIA, lo que hace que se resienta y vuelvan las listas de espera. “No podemos culpar solo a la dependencia, solo tiene 15 años de vida. El tema es que no se implican las demás administraciones”, apunta Adela.

Compara la dependencia con un cajón de sastre donde van a parar todas las situaciones y circunstancias. “Llega un ciudadano a los servicios sociales municipales y, como tiene una edad y unas patologías, se le dice que solicite la dependencia. El ciudadano se crea una falsa expectativa y, a lo mejor, lo único que está viviendo es una situación de soledad, algo que no cubre ningún servicio”.

En dependencia, continúa, “estar solo no es ser dependiente. Estar solo es entre comillas una enfermedad social y estos servicios cercanos al ciudadano no dan respuesta. Los ayuntamientos han dejado de dar respuesta porque se amparan mucho en la dependencia”. Y añade: “Todas las administraciones debemos trabajar un poco más y ser más cómplices con el ciudadano”.

Persona dependiente en Puerto del Rosario.

Muchas cuidadoras acaban convirtiéndose también en dependientes

Con frecuencia sabemos de un familiar o vecino que murió esperando por la prestación de dependencia. “Es muy duro llamar a un domicilio para citar y que te digan que la persona falleció. Eso es muy triste para nosotras”, asegura Rosa. También, “cuando llegamos a un domicilio a valorar y vemos que la ayuda no va a llegar a tiempo”.

Para Adela lo más duro de su trabajo es saber que cualquier persona puede llegar a ser dependiente. “La sociedad no se está dando cuenta de toda la problemática que hay”, sostiene. La valoradora insiste en que es “frustrante” ver a una persona joven en una silla de ruedas y que sea su madre quien “tiene que bañarla. Es duro ver a personas mayores, como los padres, teniendo que volver a bañar y a cuidar a sus hijos”.

Los perfiles

Pero ¿cuál es el perfil de las personas dependientes en Fuerteventura? Adela sostiene que existen todo tipo de dependientes en la Isla, si bien es cierto, apunta su compañera, que ha aumentado el número de jóvenes. El motivo, según Adela, es que “la información ha llegado más. Se están creando nuevos recursos en los que las cuidadoras, más del 90 por ciento son las madres, están interactuando entre ellas”.

El otro perfil de la dependencia es el de las personas cuidadoras. Al final, muchas de ellas acaban convirtiéndose en dependientes después de años cuidando a un enfermo durante las 24 horas del día. “Es muy difícil ser cuidador”, sostiene Adela. “Si miramos el perfil, vemos que siempre recae en la mujer. Son madres, mujeres, hijas que, al final, acaban muy deterioradas”, añade.

Rosa y Adela terminan la conversación. Les esperan llamadas y visitas a domicilio. Ese día puede que tengan que decir, en algún momento, que la ayuda tardará un poco en llegar. Ellas intentarán, como llevan haciendo 15 años, que sea el menor tiempo posible.

Comentarios

Mi admiración, respeto y gratitud a estas trabajadoras. ¿Para cuándo un centro de día en el norte? Yo veo a diario a ANCIANAS cuidando a dependientes. Es desolador. La falta de sensibilidad del Cabildo es tremenda
No siempre son mujeres, hijas, madres, etc... en mi pueblo se de sl menos 3 varones que cuidan de sus padres y abuelos. Eso, lo dicho, un varon cuidando de 4 a la vez, y sin quejarse, deteriorarse ni pedirle ayuda a nadie. Un poquito de por favor.
Valiosa e impagable labor la de estas trabajadoras. Como lamentable, indignante, despreciable ... la de la clase política gobernante en Canarias, Autonomía a la cola de España... en Sanidad, en residencias dignas para mayores y dependientes, en prestaciones.recursos públicos para los mismos... Al mismo tiempo, derroche de recursos públicos para crear cargos políticos, con sesplendidos sueldos, dietas y múltiples privilegios. Un ejemplo, los DIEZ NUEVOS diputados en se acrecentó el 'cupo' de diputados autonómicos, ya en esta presente legislatura, su reciente y escandalosa propuesta de renovasión de sillones parlamentarios para sus 'señorías', etc, etc.
Valiosa e impagable labor la de estas trabajadoras. Como lamentable, indignante, despreciable ... la de la clase política gobernante en Canarias, Autonomía a la cola de España... en Sanidad, en residencias dignas para mayores y dependientes, en prestaciones.recursos públicos para los mismos... Al mismo tiempo, derroche de recursos públicos para crear cargos políticos, con sesplendidos sueldos, dietas y múltiples privilegios. Un ejemplo, los DIEZ NUEVOS diputados en se acrecentó el 'cupo' de diputados autonómicos, ya en esta presente legislatura, su reciente y escandalosa propuesta de renovasión de sillones parlamentarios para sus 'señorías', etc, etc.
Para que tanto gasto en un parque tecnológico, un aeropuerto para drones no tripulados al espacio; si ni llega el agua a todas las casas, y de recursos para cuidar a nuestros mayores mejor ni hablar.

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