Unos cuatro procedimientos judiciales se incoan de media a la semana en los Juzgados de Puerto del Rosario relacionados con delitos contra el patrimonio  a través de las tecnologías de la información. Según datos de la Fiscalía de Puerto del Rosario, el pasado 2024 se incoaron 216 estafas, 14 de ellas con sentencia condenatoria. En términos porcentuales se aumentó un 14,8 por ciento más que el año anterior cuando se abrieron 188 procedimientos judiciales.

Según datos de la Fiscalía, en torno al 40 por ciento de las estafas registradas el pasado año en Fuerteventura están relacionadas con el tema de la vivienda, tanto de alquiler vacacional como de larga duración. Todo ello en el contexto de una Isla donde la falta de vivienda pública y el auge del alquiler vacacional han dejado sin margen a las personas que buscan una casa, al tiempo que ha despertado la perspicacia del estafador.

El fiscal especializado en criminalidad informática y delitos de odio de los Juzgados de Fuerteventura, José Luis del Valle, reconoce que el delito informático más común en Fuerteventura es la estafa. Normalmente a través del phishing, un término informático con el que, a través de una serie de técnicas, se persigue el engaño de la víctima intentando ganarse su confianza.

A través de esta técnica obtienen datos de forma irregular. Por un lado, por medio de un correo electrónico en el que facilitan un enlace para entrar y, a partir de ahí, clonan los datos consiguiendo acceder a la tarjeta bancaria. Es, entonces, cuando empiezan a hacer cargos.

La otra fórmula es a través de las criptomonedas, redes sociales o portales donde se ofrece la venta de vehículos o alquileres de vivienda por parte de personas que no son propietarios ni titulares de lo que se pretende alquilar o vender. Se facilitan datos, se hace el cargo fraudulento, pero nunca se obtiene el producto.

“Son dos modalidades diferentes porque una es a través del uso propio de tus datos bancarios y otra es a través de presentarse como propietario o arrendador del bien que se trate para el engaño”, aclara el representante del Ministerio Fiscal.

Del Valle calcula que el 40 por ciento de las estafas informáticas contra el patrimonio registradas en 2024 en Fuerteventura se corresponden con el alquiler de la vivienda, tanto vacacional como de larga duración. “Se aprovechan mucho de la circunstancia que tenemos en la Isla por la falta de vivienda y de alquileres y también de los precios”, explica.

Del ojo del estafador no se libran ni los turistas ni aquellos que tienen que desplazarse a trabajar en la Isla y ahí el abanico alcanza todas las profesiones, desde empleados de hoteles hasta el funcionariado que desempeña labores en la administración, hospitales o centros educativos.

Integrantes del Equipo@ de la Guardia Civil en Fuerteventura.

“Aumento exponencial”

Ricardo Rodríguez es guardia civil y componente del Equipo@ de Fuerteventura, una unidad creada en noviembre de 2021 en la Isla para combatir las estafas que se cometen a través de internet. En la provincia de Las Palmas, el equipo está formado por siete componentes más un oficial. En Fuerteventura son dos los agentes encargados del servicio: Ricardo y Adrián Seara.

Hasta su creación, las investigaciones tecnológicas se llevaban a través de las unidades territoriales. “Eran inspecciones muy básicas y sencillas porque, en ese momento, las unidades carecían de formación para este tipo de delitos”, explica Ricardo y añade: “Desde que se inició el equipo hasta ahora nuestra formación se ha incrementado muchísimo de cara a dar respuesta al perfil de estafadores, que se ha ido actualizando”.

Según datos de Fiscalía, el 40% de las estafas están relacionadas con el alquiler

“Tras la pandemia, ha habido un aumento exponencial y han crecido los casos de estafa. La tendencia iba exponencialmente, pero ahora parece que se ha estabilizado un poco”, apunta Rodríguez. Y aclara que se trata de una forma delictiva que “ha venido para quedarse y que ha ido incrementándose con el tiempo porque para los delincuentes es mucho más fácil delinquir a través de un ordenador que salir a la calle y, por ejemplo, robar en una vivienda”.

Ricardo reconoce que siempre hay unas formas delictivas que permanecen en el tiempo y pone como ejemplo las estafas de alquiler vacacional o de larga duración. Luego, hay otras donde los delincuentes intentan obtener nuevas vías y cambian la forma de actuar, a medida que se van acotando una serie de delitos. Es ahí, indica, “donde tenemos que estar pendientes porque siempre vamos un paso por detrás hasta que descubrimos esas formas delictivas e intentamos cercarlas”.

El agente de la Guardia Civil coincide con Fiscalía en que es “muy común” que se produzcan estafas vinculadas al alquiler y subraya que el incremento se debe a la alta demanda de casas en la Isla, sobre todo en zonas turísticas. “Aunque se pueda pensar que se producen en la vacacional, la escasez de vivienda para residentes está haciendo que se vean estafas en el alquiler de larga duración”, señala.

Se trata de estafas a través de un anuncio en internet. El agente explica que ya no hace falta que anuncien una gran oferta sino que, ante la necesidad que existe de vivienda, cualquier anuncio en internet de alquiler va a hacer que la persona se interese y acabe llamando.

En la era anterior a las estafas informáticas en viviendas, lo normal era ponerse en contacto con el arrendador que solicitaba una documentación, se visitaba el piso y se hacía una transferencia. Ahora se sigue el mismo proceso, pero la persona cuando llega a la vivienda descubre que “la casa no existe o que hay personas residiendo en ella, bien como propietarios o inquilinos, que desconocen el alquiler que le han hecho”, explica el agente Rodríguez.

En el caso de la vivienda vacacional, el miembro del Equipo@ en Fuerteventura apunta que hubo una variante de estafa que consistía en hacerse pasar por perfiles de empresas que se dedicaban al alquiler en plataformas como Airbnb. Ofertaban viviendas que estaban en el mercado, pero ellos lo que hacían era suplantar el perfil de la gente que lo alquilaba. Esas personas contrataban una vivienda real, pero cuando iban ahí no se lo alquilaban al que realmente podía hacerlo.

Ese modo de operar ha disminuido. Ahora, suele ser a través de portales de anuncios como Idealista, Fotocasa o Facebook. “Se anuncian en una plataforma y, en el momento en el que quieres ponerte en contacto con ellos, empiezan a escribir por WhatsApp. Por esa vía, van a pretender que se realice todo el contrato, que les trasmita datos y que haga la transferencia a la cuenta que ellos te dicen”, aclara. Y añade: “Incluso, se crea una falsa seguridad cuando envían un DNI. A la víctima, eso le da confianza pero realmente ese DNI es de otra persona que ha sido estafada previamente”.

José Luis del Valle, fiscal especializado en criminalidad informática.

“Mulas económicas”

Ricardo señala que suelen ser investigaciones “bastante sencillas”. “El problema que nos encontramos es que las personas que están siendo estafadas ceden su documentación y con ella se pueden abrir cuentas bancarias. Es lo que llamamos mulas económicas”, explica.

Más allá de las estafas vinculadas a la vivienda, el Equipo@ en Fuerteventura apunta cómo van surgiendo nuevas metodologías relacionadas con las demandas de la sociedad de hoy día como las falsas inversiones, sobre todo las relacionadas con el mundo de las criptomonedas.

Criptomonedas y el falso gestor son estafas que también se dan en la Isla

Después de la pandemia y el auge del teletrabajo, también han proliferado los falsos trabajos por medio de internet. “A través de anuncios, se les ofrece un trabajo, pero realmente lo que están haciendo es estafándoles o haciendo que estas personas formen parte de una organización que se dedica a estafar sin que ellos lo sepan”.

Durante un tiempo, se han dado casos de la modalidad conocida como “el falso gestor o falso proveedor” que consiste en que personas haciéndose pasar por amigos o trabajadores llaman a diferentes empresas a las que se les exigen el abono urgente de unos pagos pendientes. Se le informa a la víctima que su jefe tiene conocimiento de los hechos; empiezan a meter presión y consiguen que los empleados retiren dinero de las cajas y paguen con la forma que les dijeron que había que pagar bien a través de Bizum, tarjeta bancaria o transferencia.

También se han dado casos del modelo Man in the Middle, una estafa informática que consiste en interceptar comunicaciones para desviar pagos. Rodríguez explica la forma de actuar de este tipo de delincuentes: “Cuando saben que hay dos empresas, que están tratando temas de facturación como, por ejemplo, una de aluminio que ha hecho un trabajo en un hotel y saben que va a haber un pago entre ellas, lo que hacen es intervenir el correo electrónico de la facturación; cambian el número de la cuenta bancaria y lo devuelven al destinatario. Así, consiguen que el hotel pague al estafador y la empresa de aluminio no cobre”.

Este tipo de estafas se ha dado varias veces en la Isla. “Hemos tenido la suerte en un caso de recuperar 98.000 euros porque la denuncia se interpuso muy rápido y pudimos actuar”, recuerda.

Ante el auge de las estafas informáticas, el Equipo@ insiste en que “hay que ser sensatos y tener un poco de lógica, por ejemplo, en el tema de los alquileres. La gente tiene que cambiar la mentalidad. Deben saber que existe esta actividad delictiva y que cualquiera puede ser víctima de una estafa”.

“No existe la seguridad perfecta, pero podemos poner una serie de medidas como, por ejemplo, si vemos un anuncio de alquiler y nos empiezan a solicitar documentación de antemano o que hagamos transferencia. Ahí ya hay que sospechar. No se adelanta nada sin haber visto antes la vivienda y algo que indique que la persona que la está enseñando es el titular y, sobre todo, nunca dar documentación”, advierten.

Delitos sexuales

Los datos de Fiscalía cifran en tres los procedimientos judiciales incoados, uno de ellos con sentencia condenatoria, por delitos contra la libertad y en cinco los abiertos por temas relacionados con la libertad sexual en 2024. El fiscal José Luis del Valle reconoce que “la amenaza o petición de una cantidad como contraprestación de mandar o difundir elementos de contenido sexual y, sobre todo, la pornografía infantil son delitos de los que tampoco se libra Fuerteventura”.

Aunque hay algún caso de producción de material de pornografía infantil, el 99 por ciento de los delitos es por consumo. El perfil de los consumidores es “muy variopinto”, pero el cien por cien tiene en común que son hombres, aunque con edades distintas. Los hay con 16 y 18, pero también padres de familia o mayores de 60 años.

“Es más fácil delinquir a través de un ordenador”, apunta la Guardia Civil

También se registran amenazas, sobre todo a través de redes sociales, en las que la persona se hace pasar por una joven atractiva que pide datos de carácter sexual y luego “lo que hace es amenazar con que si no se paga una cantidad de dinero difunde el material que ha enviado”, explica el fiscal.

Para evitar caer en las garras de este tipo de engaños, José Luis del Valle apuesta por “ser consciente” de lo que se hace y advierte que “las redes sociales para determinadas cosas son un peligro total porque no sabemos quién está detrás del teléfono o de la pantalla”.

También insiste en que hay que “tener un poco de sentido común. Si no se conoce a la persona de nada y, por ejemplo, te ha agregado a Instagram y está pidiendo videos de contenido sexual hay que evitarlo porque no es algo normal”.

También debe hacerse valer la educación entre las generaciones más jóvenes. “Hay chavales con 12 o 13 años con un teléfono móvil con acceso a todo el contenido que está en internet y redes sociales. Tiene que haber una conciencia muy importante del uso del móvil. Con determinadas edades, yo lo prohibiría porque trae muchos problemas”.