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La lista de espera en salud mental se dispara en la Isla durante la pandemia

Hay unas 600 personas en Fuerteventura pendientes de ser atendidas por un psiquiatra y el colectivo Asomasamen alerta de la “desigualdad” social que sufren los pacientes

Itziar Fernández 0 COMENTARIOS 11/10/2021 - 06:58

En la última lista de espera del Servicio Canario de Salud (SCS) aparece reflejado un dato de Fuerteventura que hace saltar todas las alarmas: los 561 pacientes que están pendientes de ser atendidos por un psiquiatra. El volumen de demandantes es brutal y alcanza el 20 por ciento de todos los que hay en el Archipiélago, pese a que Fuerteventura apenas representa el cinco por ciento de la población.

Otro apunte más para la preocupación: el Hospital General de Fuerteventura tiene una lista de espera de Psiquiatría superior a la del Doctor Negrín en Gran Canaria o La Candelaria en Tenerife y multiplica por 18 el número de pacientes de la vecina isla de Lanzarote.La Asociación Majorera por la Salud Mental (Asomasamen) apunta que, con datos de julio, el número de pacientes en la lista de espera ya había alcanzado los 595.

En tiempos de pandemia, la cola para acceder a profesionales de salud mental en Fuerteventura se ha disparado. Antes de que el Covid pusiera en jaque a los servicios sanitarios, ya había 339 pacientes que esperaban para ser atendidos por un psiquiatra. En año y medio ha aumentado más de un 65 por ciento y parece que no ha tocado techo. La presidenta de Asomasamen, Ana Trujillo, destaca que “la desigualdad afecta a la salud mental por su injusticia y es evitable”.

Para Trujillo, Fuerteventura sufre precisamente una gran desigualdad, por lo que reivindica una mirada solidaria y una inversión consecuente. “Pedimos que el derecho a la salud mental no dependa del lugar de residencia”, añade.

Además, insiste en la importancia de trabajar en el empoderamiento como mecanismo de recuperación y crecimiento personal. “El 84 por ciento de las personas con trastorno mental no presenta un proyecto de vida basado en el trabajo, lo que supone otra barrera de desigualdad”, resume la presidenta del colectivo.

La prevención es un factor determinante. Por ello, una solicitud urgente es que haya psicólogos en Atención Primaria, que es el primer contacto de un paciente con la sanidad pública, puesto que, en la actualidad, lamenta Trujillo, hay un déficit considerable. Desde la entidad, declarada de utilidad pública, consideran imprescindible crear esas plazas porque “si se trabaja la parte emocional, al tiempo se pueden evitar otras patologías”, subraya Trujillo.

La asociación también ha reivindicado acabar con la abultada lista de espera con un refuerzo de profesionales de psicología y psiquiatría. “Se han incorporado cuatro nuevos profesionales en psiquiatría: uno para urgencias del Hospital, dos para la Unidad de Media Estancia (UME) y uno para el Equipo de Tratamiento Asertivo Comunitario (ETAC)”, señala Trujillo. “Con una plantilla de nueve especialistas la lista se puede reducir”, considera.

Asomasamen también ha solicitado desde hace tiempo la puesta en marcha de la Unidad de Media Estancia, debido a que en la actualidad en el Hospital General Virgen de la Peña sólo se ofrece un tratamiento asistencial ante un brote o una crisis, que se prolonga una media de 21 días, pero después se necesita un espacio para continuar con el proceso de recuperación. La Unidad está ya dotada y se ubica en el Hospital General.

En una respuesta oficial en el Parlamento de Canarias, la Consejería de Sanidad señala que “la Unidad de Media Estancia para ingresos psiquiátricos se recepcionó conjuntamente con el resto de la obra en el mes de abril, así como el mobiliario y equipamiento”. Sanidad admite problemas: “La disponibilidad de personal de enfermería es el principal factor limitante, así como el psicólogo clínico. De solventarse estas contrataciones, la Unidad podría estar en funcionamiento en el último trimestre de este ejercicio”.

Asomasamen resalta que la puesta en marcha “es necesaria, puesto que en ocasiones te dan el alta porque hay una lista de espera en el servicio con pacientes urgentes, pero estas personas atraviesan un momento delicado, necesitan tiempo y no están preparadas para estar en casa o convivir con sus familiares sin tener apoyo de escucha y atención diaria”, explica la presidenta del colectivo.

A este respecto, desde la entidad también reivindican la importancia de dar refuerzo al ETAC, así como de crear más equipos multidisciplinares que trabajen en esa línea. Así, Asomasamen considera que “trabajando desde los domicilios y entornos comunitarios, sería posible prevenir gran parte de los ingresos hospitalarios” y con ello evitar o reducir el malestar que esta situación provoca a los pacientes de salud mental.

Dos décadas

Asomasamen cumple 20 años y su presidenta, que lleva casi 15 años al frente, propone trabajar las emociones en todas las etapas de la vida. “Necesitamos abordar la parte emocional de una forma integral, en todas las relaciones, en todos los ámbitos de la vida, como la familia, el trabajo, el ocio y desde la infancia, dado que la educación emocional tiene que estar siempre presente en las aulas, no puede reducirse a una charla en un curso”, subraya Trujillo.

El colectivo ha solicitado una Unidad de Media Estancia en el Hospital

La Asociación Majorera por la Salud Mental lanza un mensaje a la sociedad para acabar con el estigma que todavía supone reconocer en público que se tiene un problema de salud mental, una depresión, esquizofrenia o un desequilibrio emocional. “Tiene que cambiar la percepción social de los problemas de salud mental en el trabajo, en una relación de amistad e incluso en las relaciones familiares, para entender que puede tener la misma importancia que otro problema físico y que se debe curar con un tratamiento especializado, con atención emocional, con deporte y una nutrición saludable”, sostiene Trujillo. Una labor, añade, “que deben asumir las administraciones públicas para promover un verdadero cambio en la sociedad” majorera.

El colectivo, que cuenta con una psicóloga, una trabajadora social y una administrativa, desarrolla un trabajo en red, con el apoyo de la Federación de Salud Mental de Canarias y de la Confederación de Salud Mental de España. Asomasamen pide la solidaridad de la población majorera, ya que sólo cuenta con unos 50 socios y sus recursos son muy limitados, y evitar así su desaparición por falta de medios.

“Muchas personas lo que quieren es recuperarse y no siguen trabajando desde el colectivo porque quieren normalizar sus vidas y olvidar su trastorno, pero hacemos una labor fundamental de apoyo a familiares y usuarios”, mantiene Trujillo. Su objetivo ahora es llegar a los colegios y ofrecer charlas divulgativas para dar a conocer, visibilizar y promocionar hábitos de vida saludable para una buena salud mental.

“Integración social”

Asomasamen ha puesto en marcha varios proyectos muy interesantes, como el taller de ocio y tiempo libre, la vivienda supervisada, el acompañamiento en salud mental, el taller ocupacional de horticultura y los grupos de deporte y senderismo, que son complementarios a las actividades en el Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS).

“Trabajamos la autonomía, la integración social con un paseo o una excursión en la naturaleza, para evitar el aislamiento de las personas y que sean capaces de salir a la calle con normalidad, sin sentir miedo o marginación”, resumen los voluntarios de la organización.

El taller de horticultura se desarrolla en una gavia en Valles de Ortega, en un espacio cedido por una familia que colabora con la entidad, y ayuda a la rehabilitación de una forma muy significativa. “Trabajar con las manos, plantar y obtener frutos, supone una satisfacción muy grande y enriquece mucho a las personas”, resalta Ana Trujillo.

Otro proyecto importante, y en pleno desarrollo, es el de ‘Tapones solidarios, una ventana abierta a la salud mental’, que se inició hace tres años y que ha conseguido la colaboración de todas las administraciones. El dinero que se obtiene se emplea en un proyecto de sensibilización, prevención y promoción de salud mental, dirigido a los centros educativos. “Es un proyecto destinado a trabajar la prevención de los problemas de salud mental y contribuye a respetar el medio ambiente con el reciclaje de los tapones”, expone el colectivo.

“Urge la concienciación de toda la ciudadanía”

Este domingo se celebró el Día de la Salud Mental y la proclama de este año fue: ‘La salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú’. Se centró en la defensa de una salud mental en un mundo desigual recobrando especial importancia en el contexto actual con situaciones económicas difíciles, junto a las sociales, educativas, geográficas, de género o de discapacidad.

“Instamos a los cargos de responsabilidad pública, agentes sociales, medios de comunicación, profesionales de la salud y de la educación a que pongan en marcha más acciones y recursos para paliar la desigualdad económicas”, destaca la presidenta del colectivo insular.

El colectivo resume que se vulneran los derechos de las personas con dificultades de carácter psicosocial y por ello demandan la sensibilización y promoción de la salud mental en el ámbito educativo, en la población infantil y juvenil y en las personas mayores: “Urge la concienciación de toda la ciudadanía, desde cualquier ámbito, que aporte su granito de arena para terminar con la desigualdad que afecta a la salud mental. Pedimos que empaticen”, concluye Trujillo.

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