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La Caleta cae en el olvido

La parada de guaguas está destrozada, el jardín seco, no hay un parque público en condiciones, ni servicio de limpieza y urge un carril peatonal, seguro y adaptado a Parque Holandés

Itziar Fernández 3 COMENTARIOS 13/05/2025 - 07:20

El vecindario de La Caleta, perteneciente a Parque Holandés (La Oliva), ha denunciado públicamente la situación de abandono de este barrio y exige unas instalaciones públicas accesibles para toda la población. “En esta urbanización residen unas 400 familias, que pagan sus impuestos, pero los servicios públicos son muy deficientes”, explica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Parque Holandés y La Caleta, Tamara Salinas. Sus habitantes se concentraron de forma espontánea el pasado 25 abril en la entrada al barrio para denunciar el deterioro y el olvido gubernamental con este barrio, situado junto a la antigua FV-1.

“La parada de guaguas está destrozada, pusieron cuatro bancos de plásticos reciclados de otro lugar, y están rotos”, denuncian los vecinos. La parada tampoco cuenta con cristales para que los usuarios se puedan proteger del viento, la farola está averiada y, a primeras horas de la mañana, los niños esperan por el transporte escolar a oscuras y los adultos tienen que encender las linternas de sus móviles para iluminar la zona.

Otro problema es el de las comunicaciones. “Muchas veces tenemos que esperar horas porque las guaguas vienen llenas desde Puerto del Rosario y no cogen más pasajeros, tampoco ponen refuerzos, y nos vemos obligados a llamar a taxis para no llegar tarde al trabajo”, apunta Mercedes Robina, presidenta de la Comunidad de Propietarios de La Caleta. “Por suerte, la comunidad funciona bien, el vecindario se ha unido para conseguir mejoras y hemos presentado varios escritos en el Cabildo insular, dirigidos a la Consejería de Transportes, y en el Ayuntamiento de La Oliva, para que conozcan nuestros problemas y ofrezcan soluciones, pero no hemos recibido respuesta”, señala. “Somos una comunidad bastante numerosa y merecemos mejores servicios públicos”.

Los vecinos de La Caleta trabajan en Puerto del Rosario, Corralejo, Lajares, Villaverde o El Cotillo y llegar en transporte público resulta casi imposible por falta de guaguas y horarios: “Dependemos del transporte privado, a pesar de estar al lado de Puerto del Rosario o del Parque Natural de las Dunas de Corralejo, por eso solicitamos que se refuerce el transporte público”. El transporte escolar también es una odisea, porque hay un pequeño en un aula Enclave en Corralejo que sólo puede acudir al centro si lo llevan sus padres, debido a que la guagua se dirige exclusivamente al colegio o al instituto de La Oliva.

Inversión pública

Al finalizar el primer trimestre de este año había 1.368 vecinos censados entre Parque Holandés y La Caleta, barrio al que pertenecen al menos un tercio de ese total. Además, se estima que la población real se multiplica por dos si se cuenta a los turistas. El vecindario calcula que el Ayuntamiento de La Oliva recoge más de 200.000 euros en impuestos al año en La Caleta, pero nadie invierte en el barrio.

“Somos una comunidad bastante numerosa y merecemos mejores servicios”

“Necesitamos inversión pública, voluntad política y más cariño con esta barriada que colabora en todo lo que se organiza”, expone Mercedes. Esta vecina enumera el amplio listado de carencias: “Los árboles están secos por falta de riego y mantenimiento, sólo hay una cancha para jugar, no tenemos un parque infantil, ni bancos, ni sombras, ni un pequeño centro cultural para organizar talleres y actividades de refuerzo educativo para los niños”.

“Aquí residen muchas familias que demandan clases de apoyo, inglés, manualidades, artesanía y fomentar la interacción y la convivencia en la comunidad”, expone Mercedes. Además, el servicio de limpieza de las zonas comunes y la recogida de basura es insuficiente, los contenedores están desbordados y los propios vecinos colaboran en la retirada de los residuos para evitar que surjan vertederos. Un piso piloto se encuentra abandonado en la entrada al barrio y los residentes proponen su rehabilitación para convertirlo en un local social para usos múltiples.

Los residentes también hacen un ruego para la recuperación y mantenimiento del tortuguero que se creó en el barrio, para disfrutar de un pequeño humedal en el jardín central. “Una familia creó este tortuguero y pedimos al Ayuntamiento de La Oliva que colabore con el mantenimiento, porque con el paso del tiempo se ha estropeado y queremos repararlo, que lo limpien, que pongan un motor para el circuito del agua y una pequeña iluminación para conseguir unas zonas comunes más atractivas, porque quedan dos tortugas en una charca verde y sucia”, destacan.

Mejorar la accesibilidad

Otra de las preocupaciones de las familias está relacionada con la movilidad y la accesibilidad. “Con la silla de ruedas no puedo pasear por el barrio, hay demasiadas barreras arquitectónicas, el entorno no está adaptado, la parada está muy alejada de la acera, no hay senderos por el jardín de picón, tampoco hay un paseo peatonal alrededor del edificio y siempre tengo que salir acompañada de mi marido por miedo a una caída”, relata Beverly White, una vecina con movilidad reducida que reside en La Caleta desde hace seis años. Por ello, insiste en pedir a los responsables del Cabildo y del Ayuntamiento de La Oliva que cumplan con la Ley de Accesibilidad y adapten las infraestructuras del barrio.

Piden a los responsables públicos que adapten las infraestructuras

“Estamos completamente aislados y urge un carril bici, peatonal iluminado, seguro y adaptado desde La Caleta a Parque Holandés porque los jóvenes cruzan y atraviesan la  carretera principal por falta de viales, para participar en las actividades del centro cultural o ir a comer un helado, lo que supone un peligro, y un riesgo de atropellos o accidentes”, alerta Tamara Salinas. La distancia entre La Caleta y Parque Holandés es de menos de un kilómetro, pero la peligrosidad de desplazarse a pie o en bicicleta es elevada.

Muchos jóvenes se mueven en patines, bicis o a pie por la zona, practican deporte y necesitan accesos seguros hasta el pueblo. “Llevamos años con estas demandas pero nadie pone una solución, ni invierte en obras para mejorar la calidad de vida de La Caleta”, informa la portavoz vecinal.

Tamara añade que, por el contrario, gracias a la voluntad vecinal y empresarial y del Consistorio de La Oliva, el núcleo de Parque Holandés ha conseguido modernizarse, se ha abierto una heladería, y cuentan con restaurantes, supermercado, hoteles y en el centro cultural se programan actividades para todas las edades.  

Comentarios

Señores de la caleta esperen hay sentados a los políticos de turno en la parada de la guagua así como estamos esperando las 6 licencias de taxis para discapacitados que cada mes salen con un cuento cuando no es el estudio del estudio es la secretaria de la secretaría sentaditos ahi
Pues decirle al alcalde de turno que en las prox elecciones nadie le va a votar. Son cientos de votos potenciales en ese barrio. Ya veras como se presenta alli con todos los consejales haciendose la foto para el face y prometiendo inversiones.
Cuando compraron estas casas ¿no vieron todos los inconvenientes que iban a tener?

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