El cuerpo de agentes de Medio Ambiente ha levantado acta ante el hallazgo de dos ejemplares accidentados de guirre los pasados días 11 y 18 de marzo en el parque eólico de Puerto del Rosario.

Informes de los agentes han posibilitado la paralización cautelar del funcionamiento de los molinos objeto de la colisión, tal y como viene reflejado en la declaración de evaluación de impacto ambiental del parque, que especifica su detención en el caso de producirse daños en fauna en peligro de extinción o especies vulnerables.

Concretamente, el condicionante número ocho de esta declaración de impacto ambiental ordena que, en el caso de detectarse colisiones de aves sobre las infraestructuras del parque eólico que estén catalogadas como en peligro de extinción o vulnerable, se pararán los aerogeneradores identificados como puntos de colisión hasta que no se revisen las medidas correctoras y preventivas o se propongan otras nuevas.

La paralización es ordenada por la Dirección General de la Protección de la Naturaleza, responsable de contactar con la empresa para notificarlo a raíz de los informes trasladados por la Corporación insular. Permanecerá paralizado hasta que se valore el impacto y se estimen las medidas compensatorias mencionadas.

Desde la Consejería de Sostenibilidad Medioambiental, que dirige Lola García, se informa de que este seguimiento al parque eólico de Puerto del Rosario no es nuevo, sino que se viene realizando desde sus obras de ejecución.

Para la consejera de Sostenibilidad Medioambiental, Lola García, "es importante tener elaboradas las ordenanzas para la implantación de renovables y se apliquen una serie de criterios antes de emplazar estas instalaciones. Los parques deben instalarse con una planificación previa".