CULTURA

Guineo colectivo y el 'mahobeat'

La filosofía de esta agrupación de música alternativa es la participación de sus miembros en base a una retroalimentación de estilos y experiencias

Foto: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 19/08/2018 - 09:31

Haciendo honor a su apellido, “Guineo se convierte en un grupo abierto a la participación”. Juan comenta los orígenes de este colectivo de músicos formado inicialmente junto con José, voz y letrista, y Aceysele, cuya familia presta su garaje desinteresadamente para que tengan un lugar de ensayo. Así se fueron incorporando más componentes que han ido y venido para engrandecer la música de la formación. Nacido con la idea de huir de las versiones de las que muchos han tenido que vivir y con un estilo que definen como “mahobeat”, proveniente del ‘afrobeat’, han grabado su primer disco.

Guineo es fusión, de instrumentos y de músicos, y han tocados diferentes formatos: acústicos, en grandes y pequeños escenarios, y aunque todas las canciones son en español, por el colectivo han pasado miembros de diferentes lugares del mundo, desde África a Europa pasando por Fuerteventura. “Todo eso influye en la forma de tocar”, comenta José. Añade Juan que el hecho de que se vayan sumando nuevos músicos al proyecto supone una renovación del proceso y que los matices vayan cambiando.

Las letras definen también su estilo, son de carácter social e intentan que “la música funcione como un arma, sin ofender, pero lanzando mensajes que queden claros”, destaca José el letrista. Cuando comenzaron, estos músicos se dieron cuenta de que a la gente gustaba su estilo. “Fue como un shock y no esperábamos que la gente entendiera con tanta facilidad el mensaje y la música”, añade José.

Desde el principio tuvieron claro que harían ensayos abiertos a la participación de otros músicos, así fue como entró Sheyla y en la actualidad se suman al proyecto, el trompeta Nano, el saxofón que es italiano, Gabriele, y el teclista argentino Jorge, entre otros, hasta sumar un total de ocho miembros en la actualidad que se unen para ensayar, aunque con la dificultad de encontrar un horario que convenga a todos. Por eso se han impuesto un día concreto a la semana para los ensayos.

Propuesta-protesta

Dolidos por el panorama musical que está viviendo la Isla y a pesar de la cancelación del esperado Fuerteventura en Música decidieron realizar su contribución con un concierto improvisado en el Muelle Chico de El Cotillo, como cada año en el denominado festivalito pirata. “Quisimos hacer nuestra propuesta-protesta, más que quejarnos, que también, nos empeñamos en seguir la tradición. De un tiempo a esta parte parece que tenemos mucho miedo a los permisos y al final no se hace nada, pero me empeñé –enfatiza Aceysele- incluso se sumaron otros músicos que no habían tocado nunca con nosotros”. “Lo mejor fue el agradecimiento de la gente, porque fueron muchos los que ya habían cerrado su estancia para el festival y se quedaron sin el espectáculo con la cancelación del FEM”, señalan los miembros de Guineo Colectivo.

“No existe preocupación por conocer lo que palpita entre la música que se está creando. Es necesario primar la creación, porque si nos dedicamos a reproducir, Fuerteventura musicalmente no va a crecer nunca”

“Lo que ha pasado con el FEM clama al cielo”, dice Juan resumiendo el sentir del resto de grupo. Hablan de “desinterés” por este tipo de formato por parte de las instituciones al objeto de derivarlo a productoras privadas. Aceysele manifiesta su gran enfado y el escaso interés por divulgar la música que se hace en la Isla. Así cree que se apuesta más en cualquier acontecimiento por presentar grupos de versiones o por agrupaciones provenientes de la Península. El FEM era la última esperanza para músicos como Guineo, tras la desaparición del Womad.

Aún así, creen que se había quedado atascado en el formato de concierto de playa y debían haber apostado por realizar actividades paralelas y ofrecer algo más interesante, y más con la trayectoria que ya tenía. Sobre el Festival Atlántico también creen que fue el formato lo que pudo fallar y recomiendan estudiar otras propuestas. Hablan, en este sentido, de ejemplos como los festivales Boreal de Tenerife o Arrecife en Vivo en Lanzarote. “Son propuestas bien elaboradas, con una difusión potente y un gran trabajo por parte de los organizadores, donde te tratan bien, saben cómo desenvolverse para que estés a gusto y que además se mueve por diferentes escenarios”. Y sobre todo abogan por una mayor participación de la gente, “más feedback”.

Destacan la importancia de escuchar a la comunidad artística para saber qué, cómo y dónde se debe ofertar este tipo de variedad musical. “No existe preocupación por conocer lo que palpita entre la música que se está creando. No se pueden hacer cosas a ciegas sin contar con la opinión de nadie. Es necesario primar la creación. Si nos dedicamos a reproducir, Fuerteventura musicalmente no va a crecer nunca”.

También reprochan “el empeño” de los organizadores en intentar agradar a todo el mundo. “Se puede hacer algo específico con un concepto definido que bien promocionado y con un formato atractivo seguramente acabará por generalizarse”. Interviene Nano para matizar que “los festivales de aquí no tienen alma”. Tampoco se preocupan por cuidar los detalles. “Es tan fácil como viajar y conocer otros festivales para copiar ideas. Que copiar no está tan mal”, ensalza.

Abogan por aprovechar infraestructuras como la que se originó en el Lebrancho Rock donde al final tuvieron que meter con calzador los grupos y extender el desarrollo del festival durante cuatro días en lugar de dos, con propuestas de estilos diferentes cada jornada. Algo que también beneficiaría a los empresarios que montan sus barras en el evento. “Incluso agradamos a todo el mundo con cuatro estilos diferentes. Pero no hay ganas de escuchar estas propuestas”.

Guineo Colectivo recuerda a las instituciones la importancia de escuchar a la comunidad artística para saber qué, cómo y dónde se debe ofertar la música en la Isla

Sheyla recuerda sus comienzos precisamente en el Lebrancho Rock. “Es el único festival que apostó por las bandas locales e invitaba a crear”. Explica que también ha cambiado la filosofía musical de un tiempo a esta parte porque entonces era extraño que una banda realizara todo su repertorio de versiones.

Casi todas ofrecían sus temas propios y algún “cover” y sin embargo hoy día priman lo que denominan “mercenarios de la música”, que también tienen que ganarse el sueldo como ellos mismos han hecho, pero el problema surge cuando los productores de los eventos apuestan más por este tipo de bandas que por las locales con repertorio propio. “Los festivales con dinero público deberían estar obligados a incluir a las bandas locales”, enfatiza Aceysele. “Hay espacio para todos”, añade Juan.

CD en el aire

Últimamente, han estado de promoción por Fuerteventura de su álbum en espacios como La Tierra o Los Podomorfos. “La gente tenía ganas de este álbum”, comenta los músicos. Fue una grabación en vivo, para no perder la esencia de Guineo, en el Auditorio de Puerto del Rosario. Y a pesar de que tenía que salir casi todo en una única función, el resultado fue “muy satisfactorio”. También han tocado en el resto de Islas gracias a proyectos como Canarias Crea, que les permite costearse el desplazamiento y posibilita a los grupos de las islas menores tener movilidad. En agosto les queda en la agenda el día 25 su participación en el Bio@gaete Cultural Solidario.

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