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Gran Tarajal: las inundaciones generan temor entre los vecinos

Un centenar de vecinos se enfrenta al riesgo de ruina de sus edificaciones por el aumento del nivel de las aguas subterráneas

Garaje inundado en El Palmeral. Fotos: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 2 COMENTARIOS 09/11/2018 - 07:54

La seguridad estructural de las edificaciones junto al barranco y El Palmeral de Gran Tarajal se encuentra en peligro ante el contacto permanente de las cimentaciones con aguas salinas tras el aumento del nivel de las aguas subterráneas. Así lo asegura el arquitecto Luis del Pozo, uno de los afectados, que lleva lidiando desde hace más de un año con las administraciones para que intervengan ante una situación que define como de “gravedad”.

Suman cerca de un centenar de vecinos los que se enfrentan a la amenaza de deterioro e incluso de ruina de sus inmuebles. Sus firmas constan también en un escrito trasladado al Cabildo de Fuerteventura para solicitar una solución urgente al problema. Asímismo, reclaman la ejecución de un estudio de las condiciones geohídricas para controlar el nivel de las aguas.

En este sentido, la senadora por Fuerteventura y concejal en Tuineje, Esther Hernández (PP), ha recordado que su partido ha presentado iniciativas tanto en el Ayuntamiento como en el Cabildo para que se realice ese estudio en todo el casco urbano de Gran Tarajal, a fin de determinar el origen de las graves deficiencias que presentan estas edificaciones, y una actuación urgente, dado que de lo contrario los edificios pueden seguir sufriendo daños irreparables. Explica la senadora popular que le consta que el Cabildo “sí está haciendo pruebas en la zona” y solicita que las agilicen para “solventar el problema cuanto antes”.

Pilares carcomidos, trasteros inundados y una gran incertidumbre: qué va a ocurrir si no se drenan las aguas subterráneas de Gran Tarajal. Luis del Pozo explica, mientras enseña el garaje de una de las edificaciones afectadas, que los inmuebles presentan filtraciones, que según mantiene el arquitecto y un informe del Consorcio de Abastecimiento de Aguas a Fuerteventura (CAAF), son de tipo salobre, lo que vendría a demostrar, en su opinión, que se trata de agua de mar filtrada. Y la sal, señala, “es un agente químico que ataca al hormigón y más tarde llegará a las armaduras, que las disolverá también como sal de frutas y tendremos un caos técnico”.

Un edificio con problemas en la calle Hierro “se construyó hace diez años en base a todas las normas constructivas e impermeabilizado conforme a los estudios geotécnicos de entonces, por lo que se trata de una situación sobrevenida no prevista en el proyecto, dado que en aquellos tiempos no se imaginaban que se iba producir una elevación de los niveles de aguas subterráneas salinas y que iban a entrar en contacto con todas las edificaciones que entonces se construyeron con sótano”, señala el arquitecto.

Sin embargo, los hormigones, que sí son impermeables, no están preparados en su composición interna para estar permanentemente sumergidos en el agua salobre, destaca. La única situación que puede darse entonces es una de “ruina sobrevenida por cuestiones estructurales y habría que abandonar el edificio”, añade Del Pozo. Una opción podría pasar por conseguir reforzar el hormigón, aunque supondría un “coste inmenso”, con el peligro de que vuelvan a toparse con el mismo problema. Por ello, considera que “la reparación en este momento es inviable”.

Un informe del CAAF del pasado mayo descarta “la posibilidad de que el agua que se está filtrando al sótano del edificio” de la calle Hierro “proceda de la red pública de abastecimiento de aguas y que la misma procede del nivel freático del subsuelo”. Sin embargo, la comunidad de propietarios no se muestra conforme con esta resolución y ha encargado análisis privados en los que, al parecer, se concluye que las aguas son de procedencia dulce, según explica una vecina.

Al respecto, Luis del Pozo explicaque “sí que es cierto que ha podido descender la salinidad del agua en los últimos tiempos, dado que cuando pasa un largo periodo de tiempo sin aporte de agua de la marisma, como ha sido el caso en los últimos meses, el agua se va endulzando y al tener menos densidad se eleva”. Pero, en su opinión, sigue siendo “muy improbable que estas filtraciones provengan de una rotura del Consorcio ante la enorme cantidad de pérdida de agua que habría sido detectada”.

Aún con esta incertidumbre que se cierne sobre esa edificación en concreto, existen otros edificios afectados por el agua salobre e incluso el proyecto de la futura biblioteca comarcal que acomete el Cabildo de Fuerteventura se ha tenido que paralizar, entre otros problemas, tras toparse con el agua subterránea, según un informe del director de obra.


Firmas entregadas al Cabildo y sótano con filtraciones en la calle Hierro.

El arquitecto explica que en los últimos cuarenta años los pozos de Gran Tarajal se encargaban de drenar el agua subterránea que se vendía al Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura y a la urbanización de Las Playitas. “Nosotros estamos sobre una laguna subterránea que si la drenas constantemente mantienes los niveles freáticos sostenidos y en cuanto dejas de extraer agua los niveles vuelven a su estado natural, lo que está ocurriendo ahora”.

Recuerda además que existe una una normativa hidrológica que determina que las aguas subterráneas no son propiedad privada, sino pública y con la entrada de esta normativa los pozos tuvieron que parar su actividad. “Ahora se debe analizar cómo actuar para solucionar el drenaje de estos pozos, si bien el Cabildo de Fuerteventura no se ha planteado nada y llevamos así un año”, recalca. En su opinión, las administraciones públicas “han mirado para otro lado”. “Dicen que es un problema entre particulares y no intervienen, pero debería establecerse un plan para mantener los niveles freáticos” y que no haya problemas con las edificaciones, concluye.

Para el arquitecto, se requiere de una intervención urgente que consistiría “en reducir de forma inmediata el nivel de las aguas subterráneas superficiales del área afectada mediante algún tipo de bombeo con expulsión de aguas al mar”.

Biblioteca afectada

En un recorrido por las calles aledañas sobre el barranco hasta llegar a El Palmeral, el arquitecto y portavoz de los vecinos muestras varias edificaciones más afectadas e incluso el proyecto de la biblioteca pública que está ejecutando el Cabildo de Fuerteventura ha tenido que pararse en junio de este año, tras descubrir, entre otros problemas, una balsa de agua subterránea con la que no contaban.

Así, el informe del director de la obra señala que “existe una alerta generalizada en el área de Gran Tarajal sobre el aumento del nivel y la salinidad del agua del subsuelo debido al cierre de los pozos cuestión que justifica el movimiento del nivel freático en la cata realizada”, por lo que recomienda el “uso de aditivos impermeabilizantes para el hormigón”. Estas y otras deficiencias en el terreno han obligado a replantear el proyecto a la espera de retomar las obras.


Edificio en la calle Hierro con daños en los pilares.

En El Palmeral, Luis muestra su propio sótano anegado, que usaba a modo de almacén y ha visto como esta filtración ha provocado el deterioro de todos sus enseres. A diario tiene que achicar el agua de un sótano en el que tenía intención de montar un gimnasio.

“Cuando yo construí este solar no salía ni gota de agua”, asegura Luis, quien está pensando en reclamar daños y perjuicios al Ayuntamiento, porque en su momento se le otorgó una licencia para la edificación y se estableció una modificación del planeamiento municipal para construir sótanos, pero considera que “deberían haber advertido de que los mismos podrían verse afectados de pararse el drenaje de estas aguas subterráneas, lo que ha provocado que se alcancen los niveles freáticos”. Insiste en que de declararse el estado de ruina de alguna de estas edificaciones “el Ayuntamiento se enfrentará a una responsabilidad patrimonial”.

Diario de Fuerteventura ha intentado ponerse en contacto, sin éxito, con el consejero del CAAF, Andrés Díaz, y con la Concejalía responsable de la comunicación del Ayuntamiento de Tuineje para recabar su versión.

Posible solución

A juicio del arquitecto Luis del Pozo, la solución “es muy sencilla” y pasa por “poner de nuevo en marcha los pozos”. Así, considera que habría que poner en explotación estos pozos a través de una concesión administrativa, “con lo que podría subsanarse además el problema de abastecimiento de agua que presenta la Isla con un pequeño proceso de potabilización”. Sin embargo, lamenta que no se esté interviniendo alegando que se trata de un problema particular, “cuando poner en marcha el pozo no cuesta nada y además podría potabilizarse”.

Comentarios

Tras leer esta noticia debo decir que estoy con el señor Luis del Pozo. Si todo lo dicho es correcto deberían drenar ese agua subterránea y potabilizarla. Hay un coste, que no es tanto y que se puede recuperar igualmente. A ver si estos políticos hacen algo que no sea en beneficio propio.
Cuando se construye en medio de un barranco, pasan estas cosas. En su momento fueron advertidos; el que compró, sabia lo que compraba. Ahora, a quejarse al maestro armero.

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