El 70 por ciento de las 914 personas que han participado en la encuesta de hábitos y demandas de la población usuaria de autocaravanas y campers en Canarias ha reconocido que Fuerteventura es su destino preferido, sobre todo durante las vacaciones de la Semana Santa y del verano.

La consulta, realizada en formato online entre el 18 y el 28 de febrero entre los socios de los principales colectivos del sector en el Archipiélago, forma parte del estudio que realiza Gesplan a instancias del Cabildo de Fuerteventura para elaborar la Ordenanza provisional que regulará las acampadas en la Isla y que se espera se pueda aprobar de forma definitiva para el mes de junio o julio.

“Los datos indican la relevancia de apostar por este segmento turístico”, destaca el presidente de la Asociación de Campistas de Fuerteventura, Víctor Saavedra. “La acampada es viable siempre y cuando esté regulada y ordenada”, sostiene el presidente de los campistas, quien recuerda que fue en plena pandemia cuando se activó la maquinaria para que este sector pudiera contar con representación insular.

Saavedra confía en que este verano vuelvan las acampadas, aunque “hay que cambiar los hábitos, evitar las estructuras que se van haciendo cada vez más extensas y la masificación”, advierte. El balance de la Semana Santa ha sido satisfactorio, con una gran afluencia de campistas de la Isla y de fuera de ella. “Ha sido mucho más ordenada que en otras ocasiones”, puntualiza Saavedra.

Como presidente de la asociación, constituida oficialmente en septiembre de 2020, se muestra orgulloso de que gracias al esfuerzo del colectivo se pueda llegar a acampar en Fuerteventura. No en vano, en estos dos años, la entidad ha crecido exponencialmente y de un grupo de WhatsApp hace apenas de dos años ha pasado a contar con en torno a 250 asociados.

Entre las zonas emblemáticas que defiende para la acampada se encuentran las tradicionales de El Cotillo y Tarajalejo. Saavedra destaca además el crecimiento de usuarios de autocaravanas y campers en los dos últimos años a consecuencia del Covid.

Todo apunta a que en estos meses, Fuerteventura pueda contar con una ordenanza provisional de cara a la presentación de alegaciones para su valoración definitiva y posible incorporación al planeamiento insular, con lo que espera que se cumplan los plazos estipulados y se disponga en verano de una ordenanza definitiva. “Una asignatura pendiente en los 35 años”, sostiene Saavedra.

La regulación vendrá también a evitar el uso indiscriminado de las playas y el empleo de elementos que provocan un gran impacto visual en una isla donde el paisaje es uno de sus grandes atractivos. “Los ayuntamientos ya tendrían que haberse activado para que las playas estén acondicionadas, al objeto de contar con los requisitos mínimos para el uso y disfrute de la acampada”, expone.

Habilitar puntos de recogida de basuras y vaciado de líquidos, así como disponer de surtidores de agua a lo ancho y largo de la geografía majorera son las actuaciones básicas que deberían acometer, a su juicio. En este punto, critica la falta de implicación de las corporaciones de Tuineje y de Puerto del Rosario. En Tuineje, hace referencia al punto de vaciado habilitado en Tarajalejo que lleva más de un año sin agua potable y se ha convertido en un foco de infecciones.

A pesar de la situación, el presidente de la Asociación de Campistas de Fuerteventura afirma que le resulta imposible contactar con la alcaldesa, Esther Hernández, para trasladarle su preocupación. “No contesta a los WhatsApp ni a las solicitudes presentadas por registro de entrada”. Se ha perdido el contacto “desde que cesaron a Tomás Torres (AMF), desconozco si hay concejal del área”, según explica.

Sobre la disponibilidad de agua potable en las zonas de acampada que se habiliten, Saavedra explica que están dispuestos a abonarla y sugiere a la administración la instalación de un tótem, pero que no funcione con monedas, dado que podría incitar al vandalismo, sino con intercambio de fichas a través de la colaboración de los comercios de la zona, lo que vendrá a contribuir además a reactivar la economía local.

Víctor Saavedra, presidente de la Asociación de Campistas de Fuerteventura.

La asociación considera una decisión desacertada crear un camping fijo

Con respecto al Ayuntamiento de Puerto del Rosario, Saavedra aseguró que “va con retraso”, dado que lleva dos años estudiando los puntos de vaciado presentados por la entidad: “Eran viables y tenían presupuesto reducido, pero no se ha hecho nada”.

Por el contrario, los ayuntamientos de Pájara y Betancuria están colaborando de forma activa con Gesplan para la elaboración de la ordenanza, mientras que el único ayuntamiento que sí ha hecho los deberes ha sido La Oliva.

Así lo recalcó Saavedra poniendo en relieve que la corporación norteña ha solicitado al Gobierno de Canarias “una ordenanza municipal provisional de cara al verano” para habilitar zonas reguladas de acampada en Caleta Beatriz, Mararía y La Caleta hasta que llegue la aprobación de regulación de forma oficial.

Frente a la viabilidad del disfrute de la acampada regulada y ordenada en Fuerteventura, la Asociación de Campistas considera una decisión desacertada crear un camping fijo en la Isla. “No va a funcionar como los inversores quieren que funcione”, sostiene Saavedra.

“Posiblemente funcione como novedad, al principio, pero todo dependerá de las infraestructuras con las que se le dote a modo de ‘todo incluido’”, puntualiza. Así, estima que para que el proyecto sea viable debería contar con todos los servicios que garanticen la estancia familiar en el recinto.

La Asociación de Campistas de Fuerteventura presentará unas alegaciones a la Ordenanza insular en las que contempla la posibilidad de acampar a lo largo del litoral e, incluso, en parques naturales como Isla de Lobos. “Hemos venido a incorporar esas playas tradicionales donde venimos acampando”, justifica Saavedra, que recomienda a los campistas que sean respetuosos con los recursos naturales.