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En busca de restos de los mahos en el jardín del instituto

Foto: Carlos de Saá.
Eloy Vera 0 COMENTARIOS 22/12/2017 - 05:30

En los jardines del IES San Diego de Alcalá han aparecidos restos de cerámica aborigen, también algunos huesos que podrían ser de los mahos, los antiguos pobladores de Fuerteventura, y parte de un muro con forma de vivienda. Los encargados de sacar a la luz los secretos de este yacimiento son los propios alumnos quienes por unas horas han abandonado los pupitres para convertirse en arqueólogos.

En realidad todo es ficción. Se trata del proyecto ‘EducArq, Educar en Arqueología. Explora Historia de Fuerteventura’ de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo majorero que dirige Juan Jiménez y que tiene como objetivo enseñar la arqueología y la historia insular convirtiendo a los jóvenes en arqueólogos que deberán excavar y catalogar las piezas que se encuentren en un ficticio yacimiento arqueológico.

Al frente del proyecto se encuentra la arqueóloga de Arenisca Arqueología y Patrimonio, Rosa López, quien después de haber participado en algunas de las excavaciones más importantes que se han hecho en Fuerteventura en los últimos años ahora traslada sus conocimientos a los once centros de secundaria de la Isla.

López explica que esta actividad forma parte de un proyecto educativo sobre la arqueología y la historia de Fuerteventura destinado a alumnos de cuarto de la ESO. Los actuales planes de estudio han relegado los conocimientos sobre la historia de Canarias a una hora a la semana, “un tiempo muy escaso donde los profesores apenas pueden profundizar en los contenidos”, sostiene.

Con esta actividad se refuerzan contenidos relacionados con la historia de Canarias y de Fuerteventura, descubren quiénes eran los mahos y cómo se organizaban desde el punto de vista social y económico; también adquieren herramientas que fomenten la concienciación patrimonial y nociones de cómo actuar si se tropiezan con un hallazgo arqueológico.

Arqueólogos por un día

La sirena pone fin al recreo. Los alumnos caminan rumbo al yacimiento arqueológico IES San Diego de Alcalá. Nada más llegar reciben una breve introducción donde se les pregunta quiénes son los majoreros con la intención de que comprendan que parte de lo que hoy son los habitantes de la Isla se remonta a tiempos pretéritos donde los pobladores provenían del norte de África, vivían en cuevas o casas de piedra y se alimentaban de los productos que extraían de practicar la ganadería y la pesca.

A continuación, se dividen en dos grupos. En uno de ellos Derque Castellano, otro de los integrantes del equipo, les enseña reproducciones de materiales arqueológicos que él mismo ha confeccionado como cerámicas, las placas de malacología y piedras de molino; la bibliografía que se ha escrito sobre los mahos y algunas pinceladas sobre la cultura y la forma de vida de los aborígenes.

Los estudiantes empiezan a oír palabras como baifo o tofio, el vaso de ordeño que usaban los mahos para ordeñar; repiten topónimos y antropónimos a los que acaban de descubrir un origen prehistórico y oyen alusiones a Le Canarien, la crónica normanda de la conquista.

Derque comenta que desde que el proyecto comenzó a moverse por los centros educativos se ha encontrado con jóvenes muy curiosos que se interesan por la arqueología y se preguntan desde cómo vivían y cocinaban hasta cómo funcionaba el tema del matrimonio entre los mahos. Hasta el momento, la pregunta más curiosa ha sido cómo se organizaban las mujeres cuando tenían la menstruación.

Mientras Derque aclara dudas, al otro lado, la arqueóloga Victoria del Toro da nociones sobre la metodología arqueológica antes de que los estudiantes se pongan a excavar en la cuadrícula que por parejas les ha sido asignada. El yacimiento IES San Diego de Alcalá tiene restos de los muros de una casa, un muladar, carbón, trozos de cerámica medio ocultos, huesos y otras piezas del pasado aborigen. Una vez terminen la excavación deberán catalogar la pieza que cada pareja ha desenterrado.

Esta actividad forma parte de un proyecto educativo sobre la arqueología y la historia de Fuerteventura destinado a alumnos de cuarto de la ESO

Rosa López explica que la intención de esta actividad es que profundicen en cómo vivieron los mahos, el material que nos ha quedado de ellos y que comprendan que una excavación tiene un método riguroso y deben ser manos expertas quienes la lleven a cabo. “En definitiva, se trata de abrir la curiosidad de los chicos”.

A su juicio, el proyecto es muy importante debido a “las grandes carencias que los alumnos tienen en el conocimiento de sus orígenes y también el profesorado, pues aunque esté motivado y busque información no dispone de un material ni libros, ya que la mayoría están escritos en Península y con muchas erratas”.

Algunas de estas erratas trasladan conocimientos a los alumnos como que la cerámica de Fuerteventura no está decorada cuando, precisamente, destaca por una decoración incisa. Cuando han visto las reproducciones de las piezas los estudiantes han constatado que los libros no siempre dicen la verdad. Los jóvenes abandonan el yacimiento. Atrás dejan las brújulas, los jalones, brochas, teodolitos y todo el material que han encontrado en el yacimiento IES San Diego de Alcalá. En el pupitre les esperan los cuadernos y los libros de historia. Tal vez, alguno ha descubierto que quiere dedicarse en el futuro a la arqueología.

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