GUARDIA CIVIL

El Seprona encomienda a Oasis Wildlife Fuerteventura una iguana cuyo dueño la entregó a la Guardia Civil

El que abandone un animal se expone a una multa desde 1.500 euros y si pone en riesgo el equilibrio biológico puede estar cometiendo un delito

Diario de Fuerteventura 6 COMENTARIOS 01/06/2019 - 10:23

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil entregaron el jueves en las instalaciones del Oasis Wildlife Fuerteventura, como centro de rescate y recuperación de animales, un ejemplar de iguana.

La Guardia Civil destaca que el dueño de la iguana “hizo lo correcto, ya que al no poder hacerse cargo a partir de la fecha de la misma, se puso en contacto con el Seprona para entregarla, aunque también se puede entregar a los agentes de Medio Ambiente del correspondiente Cabildo Insular”.

“De hecho, queremos recordar que quien abandone un animal puede estar cometiendo como mínimo una infracción administrativa al artículo 24 de la Ley 8/1991 de protección de animales de Canarias, que sanciona con multas desde 1.500 euros al que realice tal abandono”, explica la Guardia Civil.

Además, y dependiendo de las circunstancias, quien abandone un animal podría estar cometiendo un delito en el caso de que el ejemplar suponga un perjuicio para el equilibrio biológico autóctono u otro tipo delictivo si supone que dicho abandono pueda poner en riesgo o peligro la integridad física o la vida del animal.

Comentarios

Una persona responsable, el dueño que puso en buenas manos a su mascota, y no la abandonó o algo peor, como suele hacer alguna gente desalmada. Da pena y rabia, ver cantidad de gatos, perro y otros otros bichos que son tirados por sus dueños en cualquier sitio y de cualquier manera.
"El dueño de la iguana hizo lo correcto". No señores; el dueño de la iguana es un [...] de tomo y lomo. ¿Qué sentido tiene tener una iguana en casa?. Cuando no puede cuidarla la entrega a la GC, ¿para que todos tengamos que contribuir a su mantenimiento?
Es maravilloso ver la sensibilidad que hay en estos tiempos frente al maltrato y el sufrimiento de los animales, así como las leyes que los protegen. Tiempos vi en que se maltrataba cruel y bárbaramente a cualquier bicho viviente, sin que casi nadie protestara. Igualmente, era una diversión frecuente echar a pelear los perros entre sí, haciendo que se mordieran destrozaran entre ellos. También, matar a golpes de azada o palos, a burros, perros... O "estrellar" crías de gato y perros contra una pared, piedras...Tirarlos a pozos secos, donde los que salían vivos morían de hambre... O llevar perros en barquillo y lanzarlos al mar con una piedra colgada al cuello...
Algunos tienen mucha imaginación: ¿Quién mataria a palos un burro, siendo el "tractor" de la casa?
El burro, era el "tractor", la "trilladora", el "camión de carga", "la guagua" para viajar, la "fábrica" de estiércol... Era la realidad; como realidad era, que esos animales envejecían, enfermeban, sufrían percances... y se convertían, además de inútiles para el trabajo, en una boca más a competir y compartir el siempre más que escaso "forraje"( y agua) que había en la isla, que no se importaba, como ahora, sino que era el que producía la tierra. Igualmente, burras, gatas, perras... antes (Sin esterilización, como sí hay en estos tiempos)... que lo mismo que ahora, parían, y no se podía alimentar a todas las crías... ¿Solución? Mandar a las pobres bestias a mejor vida, y de la manera menos dolorosa posible, antes que verlas día tras día muriéndose de hambre LITERALMENTE. Abundando en lo dicho: recuerdo que un vecino tenía un camello que le era muy necesario, útil, pero al que tuvo que sacrificar - un fulminante con mecha, de los utilizados para trabajar los pozos en busca de agua, puesto en la oreja... - cuando el animal se destrozó las patas, sin remedio posible...habiendo que poner a otro en su lugar. Su carne, en cambio, remedió algo el hambre que padecía la familia dueña y algunas vecinas... Así era, así funcionaba la Fuerteventura rural, la parte más pobre de la que era la isla más pobre de Canarias, hace cincuenta, o más años. ¡EXPERIENCIA, VIVENCIAS, y no imaginación- ni IGNORANCIA- , que ojalá lo fuera!
Precisamente, estos días estoy viendo y no viendo, porque salta y se sumerge instantáneamente cuando me acerco, "algo" en el viejo estanque que tengo junto a mi casa, que construyó mi familia hace más de sesenta años, y siempre ha tenido agua. Antaña hubieron tortugas, que los pescadores dieron a mis padres, grande peces rojos de agua dulce, que no sé cómo se llamaban, y hasta una ¿lamprea?, una pez en forma de congrio o morena, que habían capturado muy pequeño en un arroyuelo que vertía a la "mar del norte": parece que murió, ya grande, atrapada en la bomba de desagüe de dicho estanque. Ahora, aunque entra (de pozo) y sale agua casi cada dos o tres días, en la misma cantidad, la misma está gris, turbia, quizá por las muchas algas. Antes, fue también "piscina" y lavadero de ropa familiar, mientras que ahora solamente suelo lavar cosas, y mis propias manos, cuando vengo de paso de la finca: si ese bicho desconocido, fuera una tortuga- una o más-, ¿podría ser de alguna variedad de las que muerden, y me manca un dedo? espero que no sea de la misma familia del monstruo del lago Ness... Por aquí me han llegado-echado-tirado diversos bichos, y otros han venido por su propio pie o ALAS, entre los árboles y estanques, desde iguanas a diversos tipos de patos otros animales. Y yo, ni soy Noé ni mis estanques son arcas.

Añadir nuevo comentario