El pleno del Parlamento de Canarias ha aprobado este miércoles una proposición no de ley en la que se pide la formación de un "grupo de trabajo" entre instituciones locales, Gobierno de Canarias y Ministerio de Defensa para estudiar el cierre definitivo del campo de tiro de Pájara, en Fuerteventura.

La iniciativa, similar a una aprobada hace año y medio sin resultado práctico, fue presentada conjuntamente por PSOE, CC-PNC, Nueva Canarias, Sí Podemos y ASG, mientras que votaron en contra Ciudadanos y PP, cuyo diputado Fernando Enseñat afirmó que la iniciativa es fruto del "antimilitarismo trasnochado".

En esta proposición no de ley, el Parlamento expresa su rechazo a la realización de inversiones que consolidan el uso actual del campo de tiro de Pájara y pide al Gobierno de Canarias que plantee al Ministerio de Defensa la creación de grupo de trabajo entre las administraciones para estudiar su cierre.

Otra de las demandas del Parlamento es que se estudien "instrumentos de protección medioambiental que garanticen la preservación y conservación de los valores naturales de los terrenos" que ocupan la instalación militar.

También debe hacerse "un estudio de necesidades de las instalaciones de defensa en la isla de Fuerteventura para iniciar el correspondiente proceso de reversión de aquellas de las que no se justifique su mantenimiento o ubicación actual".

La propuesta fue defendida ante el pleno por los diputados Rosa Bella Cabrera, Mario Cabrera, Sandra Domínguez, Francisco Déniz y Jesús Ramos, y es similar a una aprobada en enero de 2019, pero en año y medio "nada se ha avanzado" en su aplicación.

Por el contrario, el Ministerio de Defensa continúa con la mejora y consolidación del uso de las instalaciones, donde se han ubicado áreas de entrenamiento con bloques de hormigón para simular zonas de combate urbanas, denunciaron los diputados proponentes.

El Ayuntamiento de Pájara defiende conservar los valores naturales de la zona y su preservación para las generaciones futuras, según la iniciativa, en la que se insiste en hacer compatible los intereses de la defensa nacional con el progreso de Fuerteventura.

Fernando Enseñat, del PP, dijo que se trata de una propuesta basada en el "antimilitarismo radical" y "va contra el ejército".

Explicó a la cámara que a él le gusta escuchar cómo en los cuarteles de la isla se canta "La muerte no es el final" con acento canario.

"No les molesta el campo de tiro sino la presencia de militares en Fuerteventura y en Canarias", dijo Enseñat a los proponentes de la iniciativa, a quines acusó de querer convertir la isla "en una postal".

Enseñat aprovechó para declararse "harto" de que el 80% del territorio de la isla esté protegido, de manera que "no se puede hacer nada", y aseguró que esta propuesta "no va de medio ambiente sino contra los militares" de quienes se mostró "orgulloso".

El campo de tiro está para el adiestramiento de las unidades militares y eso es "de interés general", como siempre ha defendido el Gobierno, con el PP o con el PSOE, dijo.

Ricardo Fernández de la Puente, de Ciudadanos, indicó que corresponde al Ministerio de Defensa desalojar las instalaciones si dejan de ser necesarias, como se ha hecho en ocasiones anteriores.