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El matrix de la paleontología

Se presenta en Fuerteventura el proyecto PaleoConéctate , que ha sido creado por la Universidad de La Laguna y la Fundación Española de Ciencia y Tecnología

Sofía Menéndez 0 COMENTARIOS 17/12/2018 - 07:15

Caracolas fósiles que toman vida. Antiguas pardelas majoreras extinguidas que, por arte de magia, gracias a la realidad aumentada, aparecen en tres dimensiones. Esta será la sorpresa de las Navidades Científicas de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información y se podrá disfrutar en Fuerteventura.

Carolina Castillo, la responsable del Área de Paleontología del Departamento de Biología Animal, Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna, lleva a cabo el programa educativo PaleoConéctate para el fomento de las vocaciones científicas mediante la introducción de las nuevas tecnologías en esta ciencia, que busca los orígenes de la historia de la Tierra en el archipiélago canario gracias a los fósiles.

Para ello, han creado una mascota representativa de esas épocas del Pleistoceno, así como un libro multimedia sobre estos organismos que quedaron petrificados en la corteza terrestre en las Islas Canarias hace miles o millones de años. Una pequeña colección de fósiles virtuales creados con una impresora en tres dimensiones.

Jurásico y Cretácico

Hace más de 140 millones de años, cuando los dinosaurios aún caminaban sobre la tierra, en el océano Atlántico primigenio se depositaron sedimentos con fósiles (ammonites, bivalvos, foraminíferos o algas), que millones de años después afloraron en la costa oriental de Fuerteventura.

Los ammonites son un grupo de cefalópodos (calamares, sepias o pulpos) que eran muy abundantes en los mares del Mesozoico. En la gran extinción de final del Cretácico desaparecieron junto con los dinosaurios.

Hace 30 millones de años, antes de que las Islas terminaran de formarse, los materiales acumulados formaron atolones en medio del mar, que estaban poblados por diferentes especies de corales. (Oligoceno).

Los alumnos y alumnas del Máster de Biodiversidad de la Universidad de La Laguna entrarán en contacto con el Mioceno y Plioceno de la Maxorata, descubriendo toda una serie de fósiles de grandes vertebrados terrestres: unos huevos de tortugas gigantes en Fuerteventura, que son hitos importantes en la colonización biológica del archipiélago canario.

Así mismo, los fósiles marinos del Mio-Plioceno (de siete a cinco millones de años) indican la existencia de condiciones tropicales en las Islas, a la vez que en diferentes zonas de la Tierra los homínidos empezaban a desarrollar la capacidad de caminar sobre dos patas.

Libro mágico

Dentro del libro virtual del Área de Paleontología se pueden ver en tres dimensiones fósiles de Rodolitos (algas calcáreas y corales) que están presentes en Aljibe de la Cueva, en El Cotillo, al norte de la Isla. Y toda una gama de especies antiguas de moluscos, entre las que se pueden llegar a tocar lapas y caracolas fósiles.

Antiguas ostras con conchas grandes y laminadas y animales del tipo del percebe de aguas tropicales, se instalaron en la Isla a la par de un calentamiento global que ocurrió hace unos siete o nueve millones de años.

Otras especies marinas llegaron a la Isla en tiempos más recientes, hace 130.000 años, acompañando a otro cambio de clima cálido. Destaca la diversidad de formas en los caracoles antiguos, que representan diferentes modos de vida y adaptaciones al nuevo mundo que colonizaron.

Durante el Pleistoceno, en Fuerteventura habitaban unas antiguas pardelas de las que existen restos paleontológicos encontrados en yacimientos del municipio de Pájara.

Barrilitos de Pecenescal

Entre los tesoros preferidos de la paleontóloga Carolina Castillo está el yacimiento de Pecenescal, donde se encuentran las celdas fósiles de Canarias, que se conocen históricamente con el nombre de “barrilitos”, y que fueron descritas en las Islas y atribuidas a nidos de Anthophora a inicios del siglo XX por el experto Hernández-Pacheco. A partir de entonces se citan en la literatura científica geológica bajo la denominación de “celdas” o “nidos de Anthophora”.

Todas estas trazas descritas comparten la misma morfología y pueden ser atribuidas al género Rebuffoichnus, ya que no poseen tapón en espiral, ni paredes internas pulidas, y por tanto no pudieron ser atribuidas fehacientemente a abejas, habiendo sido asignadas a diferentes grupos de insectos: himenópteros, coleópteros, lepidópteros y ortópteros.

Sin embargo, la investigación realizada por el departamento de Paleontología que dirige Carolina Castillo evidencia de forma fehaciente la presencia de abejas en el Registro Fósil de Canarias, a partir del estudio de nuevas trazas fósiles procedentes de cinco yacimientos del Cuaternario de las Islas al que se ha asignado su huella fósil con el nombre de Palmiraichnus.

Según Castillo, las celdas del yacimiento de Pecenescal han sido fundamentales para demostrar el gran significado paleoambiental, es decir, los distintos cambios climáticos e hidrológicos de esos ecosistemas en la antigüedad.

Los trabajos dirigidos por la profesora, además de averiguar la diferenciación de tamaño hallada en las trazas fósiles y realizar un análisis paleobiológico en su contexto geológico y paleontológico en el que se encuentran, parecen indicar la existencia de más de tres (hasta cinco o seis) especies diferentes de abejas constructoras que originan las trazas fósiles de P. castellanosi de Canarias.

Los fósiles muestran preferencias por dos tipos de sustratos, en tres tipos de ambientes (piso basal con influencia halófila, piso basal con influencia tabaibal cardonal y bosque termófico con acebuchal), específicos de una isla del Pleistoceno (celdas grandes y medianas) y Holoceno (pequeñas), y de épocas glaciares (intermedios) e interglaciares (grandes y pequeños).

Más información

CITA. La presentación de PaleoConéctate tendrá lugar en el Museo de La Cilla de La Oliva, en un Café Científico, dentro del programa las Navidades Científicas, el día 18 diciembre, a las 19.30 horas.

YACIMIENTOS. Entre el 18 y el 20 de diciembre, el alumnado y los docentes del Máster de Biodiversidad Terrestre y Conservación en Islas de la ULL visitan los principales yacimientos paleontológicos de Fuerteventura.

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