A menos de tres meses para el 28 de mayo, la cuenta atrás para las elecciones ha comenzado. Una encuesta a la que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura apunta tendencias claras: Lola García, la candidata de Coalición Canaria, volvería a ganar las elecciones, como hace cuatro años. El Partido Popular es la organización política que más crece y, entre nacionalistas y populares, que compartieron gobierno durante casi dos años, hasta el pasado mes de diciembre, sumarían mayoría en la Corporación insular.

El sondeo de la consultora Celeste-TEL concede a Coalición Canaria siete consejeros y más del 24 por ciento de los votos (perdería apenas 1,5 puntos porcentuales), con una estimación superior a las 8.600 papeletas en los comicios del 28 de mayo. De esta manera, CC se mantiene como primera fuerza en la Isla. Según la encuesta, mantiene una fidelidad entre su electorado que ronda el 84 por ciento, de las más elevadas.

El mayor incremento en intención de voto lo registra el Partido Popular, que ha renovado su candidatura y concurre con la consejera Jessica de León como cabeza de cartel. La encuesta apunta a que ganará unas 2.450 papeletas en las urnas y alcanzará el 21 por ciento de votos, frente al 14,1 por ciento de hace cuatro años.El PP pasaría de esta forma de cuatro a seis consejeros y se colocaría en la misma liga que en los últimos mandatos han disputado CC y PSOE, aunque algunos pasos por detrás.

Los populares tienen el electorado más fiel en Fuerteventura (más del 88 por ciento) y el sondeo concluye que absorberán ocho de cada 10 votos que tenía Ciudadanos. La formación naranja, aunque no entró en el Cabildo hace cuatro años, sumó unos 1.700 votos. El estudio demoscópico no despeja el destino de una cantidad similar de votos que obtuvo el PPMajo, formación liderada por el inhabilitado Domingo González Arroyo. Su hija Pilar González, alcaldesa de La Oliva, ha regresado al PP y en las filas populares esperan consolidar sus posibilidades con lo que han definido como la “unión del centro derecha” de la Isla.

La gran incógnita que todavía no ha podido despejar ningún estudio demoscópico, al seguir en plena erupción el caso Mediador, es el impacto de una trama en el que la Justicia sitúa a dos destacados excargos públicos del PSOE de Fuerteventura para las aspiraciones electorales del partido liderado por Blas Acosta. La encuesta de Celeste-TEL se realizó entre el 9 y el 23 de enero, cuando ya se había producido la crisis política en el Cabildo majorero, que se ha quedado con solo dos consejeros en el gobierno (el presidente Sergio Lloret y Juan Nicolás Cabrera), pero antes de que el 14 de febrero fuera detenido Taishet Fuentes, exdirector general de Ganadería y en aquel momento candidato del PSOE al Ayuntamiento de Antigua. Su tío, el exdiputado Juan Bernardo Fuentes, sería arrestado por orden de la jueza María de los Ángeles Lorenzo-Caceres seis después, tras perder la condición de aforado.

El sondeo apunta que el PSOE perdería uno de los siete consejeros que tiene en la actualidad y se quedaría con seis, empatado con el PP, aunque con un porcentaje de votos -un 23,5 por ciento- calcado al de la anterior cita electoral. Otro dato que haría albergar buenas expectativas a los socialistas es que Acosta es, según la encuesta, el más valorado en la franja de edad de 18 a 34 años y en la que va de los 35 a los 54 años. En principio, la lista electoral es similar a la anterior, y repetirían consejeros como Marlene Figueroa, Carlos Rodríguez, Víctor Alonso y Lolina Negrín. La principal incorporación, como número dos, sería la actual senadora Paloma Hernández.

La gran incógnita de las elecciones es el impacto que pueda tener el caso Mediador para el PSOE

Una de las principales diferencias con respecto a los comicios de 2019 es que Nueva Canarias y Asambleas Municipales de Fuerteventura van cada uno por su cuenta, si bien el partido presidido en la Isla por Matías Peña, alcalde de Antigua, ha cerrado una alianza con Fuerteventura Avanza, la marca de la concejal portuense Peña Armas, que en las últimas elecciones fue con Ciudadanos. El sondeo de la consultora Celeste-TEL concede a NC y AMF tres consejeros, los mismos que hace cuatro años, pero ahora por separado: uno para NC y dos para AMF.

Por su parte, Podemos perdería una de las dos actas que consiguió en las pasadas elecciones. Ninguno de los dos consejeros de la formación morada sigue en la disciplina del partido. La “traición”, como la han calificado en Podemos, de Andrés Briansó, que votó a favor de la declaración insular del parque temático y comercial Dreamland, uno de los proyectos urbanísticos más polémicos en Canarias, saben que les pasará factura. La encuesta les da un 6,2 por ciento de los votos.

Jéssica de León, candidata del PP al Cabildo. Foto: Carlos de Saá.

Escenarios

Con la encuesta de Celeste-TEL en la mano, el escenario tras las elecciones está abierto, pero hay algunas combinaciones que no sumarían la cifra mágica de consejeros: 12. Por las sensaciones políticas previas a los comicios, el pacto que cuenta con mayores papeletas sería el conformado por CC y PP, que conseguiría 13 consejeros. Alguno más incluso, según fuentes nacionalistas, que apuntan que otros sondeos les dan ocho consejeros e incluso la posibilidad de llegar a nueve actas, como una encuesta de hace cuatro meses de Instituto Perfiles.

Una de las conclusiones de estos estudios demoscópicos es que el denominado Pacto de las Flores, al menos en su versión majorera, se antoja imposible. Entre PSOE, Podemos y Nueva Canarias sumarían ocho consejeros. No saldrían los números ni incorporando a los dos de AMF, como sucedió en 2019, cuando apartaron de la presidencia a la nacionalista Lola García mediante una moción de censura.

El peso de las formaciones con menos representación caería en picado de confirmarse las cifras que se vislumbran en la citada encuesta: cualquier combinación requeriría de la participación de dos de los tres partidos mayoritarios (CC, PSOE y PP). Darían los números para un pacto entre CC y PSOE, como se vio en el anterior mandato, y numéricamente sería factible una alianza entre PSOE y PP, que llegaría a los 12 consejeros.

Esa fórmula se ensayó en diferentes instituciones canarias después de los últimos comicios, algunas relevantes como el Cabildo de Lanzarote. En Fuerteventura pervive en el Ayuntamiento de Tuineje, con el pacto entre PP y PSOE. Sin embargo, las circunstancias tras el 28 de mayo son especiales: a finales de año, probablemente en diciembre, se prevén las elecciones generales, con una tensión que irá in crescendo entre las dos principales fuerzas a escala estatal.

La configuración del futuro Gobierno de Canarias será otro factor clave para que se apueste por replicar la misma fórmula, con los habituales pactos en cascada allí donde se pueda, o se abra la veda a combinaciones menos predecibles.