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Cuando la fotografía es una ventana a aprender

El CEO Antigua pone en marcha este curso ‘Aprendiendo en un click’, iniciativa que promueve el uso de la fotografía

Fotos: Carlos de Saá.
María Valerón 0 COMENTARIOS 05/04/2021 - 07:23

Tienen doce años y dicen haber descubierto el paisaje. Hablan de las nubes, “porque tienen formas diferentes”, de las montañas de la Isla que se suceden sobre el llano “y son alargadas, dejan ver a lo largo”; de los cielos, especialmente “al amanecer y al atardecer, con ese color naranja, y que dejan la montaña en sombra, negra”; de la luz, “los colores de la Isla”. Son los alumnos y alumnas de primero de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del Centro de Enseñanzas Obligatorias (CEO) Antigua, participantes de la iniciativa Aprendiendo en un click.

El proyecto, que promueve el uso de la fotografía como herramienta educativa, ha despertado entre los alumnos un interés específico en el paisaje, que, aseguran, ahora observan de manera diferente. La propuesta educativa se enmarca en el programa Tránsito, de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias; el programa persigue, desde el año 2017, facilitar el paso del alumnado de Primaria a Secundaria, introduciendo la figura de la pareja pedagógica en el aula (es decir, dos docentes para el mismo grupo en determinadas materias de sexto de Primaria y de primero de ESO) para apoyar al profesorado, facilitar una atención más personalizada al alumnado y reforzar el trabajo de adaptación al cambio de etapa. Tránsito, dirigido fundamentalmente a la atención a la diversidad, promueve, además, la implantación de estrategias de innovación educativa y la puesta en marcha de proyectos que permitan el trabajo colaborativo entre el último curso de Primaria y el primero de Secundaria, para favorecer la creación de vínculos entre estudiantes de ambas etapas.

Juana Manzanares es una de las docentes nombradas por el programa como pareja pedagógica en el CEO Antigua. Licenciada en Matemáticas, y docente de esta especialidad, encontró en la fotografía una herramienta valiosa para introducir al alumnado en conceptos complejos, de forma dinámica. “La fotografía es, en sí misma, un lenguaje. Uno de los objetivos es que ellos disfruten de ese lenguaje, y dentro de ese lenguaje, que, por otro lado, encuentran muy motivador, pueden aprender; la fotografía puede activarles, motivarles y ayudarles a acercarse a conceptos”, explica la profesora, que, tras descubrir el interés que despertaba en el alumnado, ha ido incorporando al proyecto distintas disciplinas.

Iniciado como una actividad dentro de la asignatura de Educación Plástica, asignatura que incluye en su currículo contenido de fotografía, Aprendiendo en un click se ha desplegado, también, en el aula de Matemáticas, de Biología y, recientemente, de Geografía. “En Matemáticas, siempre les hablo de cómo pueden relacionar algo de la vida cotidiana con las Matemáticas. Me interesa ese trabajo en el día a día. Por ejemplo, compartieron una fotografía de un plátano que partieron para hablar de las fracciones; en un momento dado, y esto es más obvio, pueden fotografiar figuras geométricas que encuentran constantemente en su vida cotidiana, o aplicar el aprendizaje fotografiando en el supermercado: porcentajes, qué supone el pack divisible, incluso podrían fotografiar errores en los precios o en los cálculos de porcentaje. Aún, en primero de ESO, estas actividades estarían muy limitadas, porque no tienen todavía el nivel necesario, pero iniciar ya el uso de la fotografía con distintas disciplinas los introduce en ese lenguaje y da pie a que podamos incluir más actividades de este tipo en el futuro”, señala Manzanares.

Lo que empezó como una clase de composición fotográfica, se ha ido filtrando de forma interdisciplinar. “Creamos una cuenta específica en Instagram, que solo manejo yo, en la que vamos subiendo sus fotografías: hay imágenes relacionadas con Biología, con Geografía y con Matemáticas, que suelen ir acompañadas de un texto explicativo, que el propio alumnado envía”, explica la docente, que resalta la interesante evolución de los estudiantes en relación al entorno: “Ellos mismos cuentan que ahora observan de forma diferente, y este es, además, otro uso al móvil, diferente al que estaban acostumbrados. Solo solían utilizar los teléfonos móviles para Whatsapp, para jugar o para hacer selfies. Esto, en cambio, les lleva a observar el momento”.

Y lo confirma el alumnado. “Regresando en el coche había una puesta de sol impresionante; era un sol radiante, pensé que qué suerte tenía de poder sacar esa foto, qué suerte tenía de vivir aquí”, cuenta Quique. Para Miguel, doce años, ahora la luz del cielo se ve distinta, y dice haber descubierto que las normas del lenguaje fotográfico, como la regla de los tercios, permiten transmitir; él quiere recoger los colores de la Isla, y, cuenta, sus favoritos son los atardeceres de Antigua. Néstor es un apasionado de los cielos estrellados y se decidió a enganchar el móvil a un telescopio para captar, con sorpresa, la nebulosa de Orión. Nazaret también prefiere los cielos, pero dice que le llama especialmente la atención los contrastes de luz y sombra.

Con la fotografía, se trabajan contenidos de Biología o Geografía

La flora y la fauna de la Isla, los accidentes geográficos del paisaje, las mascotas, las nubes y los distintos fenómenos atmosféricos son algunos de los recursos que, a golpe de vista, el alumnado fotografía y explica brevemente para el Instagram de Aprendiendo en un click. Aunque los paisajes son la ventana favorita del alumnado, las oportunidades de aprendizaje se les presentan en el día a día, sin ser conscientes: el fuego de una hoguera, un arcoíris, una mariposa en la ventana, la montaña que se ve desde la habitación, un enrejado de formas geométricas en el jardín..., todo ello contribuye, casi de puntillas, al conocimiento.

La iniciativa, dentro de los propósitos de trabajo colaborativo entre la última etapa de Primaria y la primera de Secundaria del programa Tránsito, ha saltado al Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Francisca Pérez, en Triquivijate, donde el alumnado de 5º y 6º de Primaria ya ha empezado también a fotografiar su entorno. En el Instagram del CEIP, las fracciones se representan en fotografías de la fruta de la merienda, el alumnado representa en imágenes trabalenguas, identifica las figuras geométricas del entorno e incluso analiza las características de las verduras y hortalizas de las huertas domésticas, aunque las favoritas son, no podía ser de otra manera, las mascotas de la casa, que se convierten así en recurso didáctico. El primer proyecto en común entre ambos centros ha sido la elaboración de fotografías para el Día de la Paz, poniendo imagen, juntos, a una canción.

“El objetivo es poder sumar más disciplinas y ya estamos trabajando para alcanzar otros niveles, empezando por 2º de ESO”, cuenta Juana Manzanares, que indica que a Geografía, Biología, Plástica y Matemáticas de primero, se sumarán próximamente Lengua y Literatura y Física y Química de segundo de la ESO. “Para cualquier materia, la fotografía es un lenguaje. Y simplemente para mostrar sus trabajos, lo que hacen, es un buen espacio para ellos, para compartir y para generar inquietudes, que considero fundamental”, subraya.

Para Manzanares la respuesta del alumnado ha sido un éxito y dice encontrar en esa respuesta mucha motivación para continuar dándole nuevas formas a la iniciativa. La gran sorpresa, cuenta, han sido “las ganas de aprender. Las ganas de empaparse de nuevas fotos, de devorar fotos, de ver más. De disfrutarlo”. ¿Y para ellos? Según cuentan, descubrir el paisaje, verlo con nuevos ojos, entender las imágenes, apreciar, de forma diferente, su propia isla. Quizás no haya mejor forma de enseñar que ayudando a apreciar que en lo más sencillo reside, a menudo, lo más valioso.

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