Desde que se anunció la quiebra del grupo empresarial de turismo británico Thomas Cook el pasado 23 de septiembre, ya se pueden ver las consecuencias en el turismo local: hoteles vacíos, contratos suspendidos y vuelos cancelados hacia las Islas Canarias. Sin embargo, nuevos operadores buscan ocupar su lugar.

Si bien la quiebra de Thomas Cook fue una gran sorpresa para muchos de los afectados, hubo numerosas señales de alarma, sobre todo a partir de la publicación en el mes de mayo de sus resultados económicos del primer semestre del año, donde salió a la luz que habían perdido más de 1600 millones de euros y que sus deudas crecían. Esto llevó a una fuerte caída en la bolsa de Londres.

Según el responsable de Thomas Cook, las pérdidas se debían a una baja en las reservas por la ola de calor, los precios elevados en Canarias y la incertidumbre financiera provocada por el Brexit. Siguiéndole los pasos, se encuentra la empresa británica MetroBank que, en parte por el Brexit y en parte por problemas de gestión, también se encuentra al borde de la quiebra. ¿Podría el Brexit generar un desplome en la economía? Sus consecuencias en el mercado bursátil podrían ser limitadas: si bien Londres es uno de los centros financieros más importantes, las empresas más ricas del mundo se encuentran emplazadas en Estados Unidos y en China.

Fuente: pexels.com

Consecuencias de la quiebra de Thomas Cook en las Islas Canarias

Muchos de los complejos de Fuerteventura, especialmente los que se encuentran en la zona sur de la isla, trabajaban de forma exclusiva con esta compañía turoperadora. Como anunciamos recientemente, uno de los afectados por la quiebra de Thomas Cook es el hotel Fuerteventura Princess, que trabajaba casi exclusivamente mediante la empresa británica. La consecuencia fue una baja en la ocupación de un 93% a menos del 20% y, el próximo mes, potencialmente a una del 2%. No solo se trata de un golpe duro para los hoteles sino también para sus trabajadores.

Como suele suceder en estos casos, se ha emitido un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que implica una reducción de jornada temporal o la suspensión temporal de los contratos de trabajo de los más de 150 empleados. Sin embargo, el gobierno de Canarias ha intervenido con un conjunto de medidas de asistencia, que incluyen un aporte de 2 millones de euros destinados a un plan de empleo y una indemnización de 500 euros mensuales para los trabajadores afectados.

Turistas varados por todo el mundo

Además de los empleados de los destinos turísticos donde operaba Thomas Cook y sus propios 21000 empleados, también fueron gravemente afectados los 600 000 turistas que habían comprado vuelos y plazas turísticas, entre ellos 150 000 que en el mismo momento de la quiebra se encontraban de viaje en distintos lugares del mundo. Así, los 2000 pasajeros británicos que quedaron abandonados en las islas Canarias debieron ser repatriados con la ayuda del Gobierno de su país.

En cuanto a las tránsito aéreo de pasajeros, la quiebra de la empresa ya produjo que se cancelaran nueve vuelos semanales que se realizaban entre Fuerteventura y las islas británicas. Muchas aerolíneas y operadores turísticos de gran envergadura, sin embargo, ya están sondando la posibilidad de ocupar el enorme vacío que dejó Thomas Cook en las islas españolas.