“Todo varón de más de 50 años debería hacerse una revisión urológica anual”
Andrea Noya, uróloga de Hospital Parque Fuerteventura
Doctorada cum laude en la Universidad de Salamanca en Trasplante Renal y especializada en Urología en el Hospital Universitario de Salamanca tras graduarse en Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, Andrea Noya se ha formado en cirugía robótica y cáncer de próstata avanzado, además de realizar múltiples publicaciones científicas. Tras trabajar con referentes mundiales de la urología, se ha unido ahora al equipo de Hospitales Parque para prestar atención especializada a los usuarios de las islas orientales.
-¿Qué puede aportar a los pacientes de Hospital Parque Fuerteventura su incorporación al servicio de urología?
-Mi reciente incorporación creo que aporta una visión de la urología con un aire de frescura a la práctica habitual, hasta ahora basada en la resolución de patologías, por lo que puede representar en materia de prevención de la salud urológica de la cual muchas veces nos olvidamos. Además gracias a mi formación en centros de referencia nacionales e internacionales en cirugía mínimamente invasiva, podemos ofrecer a los pacientes, cuando lo necesitan, intervenciones mínimamente invasivas con recuperación precoz.
-Es menos conocida la faceta de la urología en el ámbito femenino. ¿Qué atención se ofrece a las mujeres desde su especialidad?
-En efecto, este es el gran mito de la urología, creer que los urólogos sólo atendemos varones. A mis pacientes siempre les digo: riñones, uréteres, vejiga y uretra tenemos ambos sexos, y todos aquellos problemas que afecten a estos órganos son manejados por nosotros. En concreto, una patología muy común femenina son las infecciones de orina de repetición, la incontinencia urinaria y las piedras.
-¿Qué patologías son las más frecuentes entre las que aborda en su consulta?
-La patología más frecuente por un tema estadístico es la prostática, es decir, los síntomas urinarios como son el mal vaciado de la orina, la urgencia miccional o la nicturia (levantarse varias veces por la noche a orinar) así como el cáncer de próstata. Diría que otros dos motivos frecuentes de consulta son los cólicos renales y las infecciones de orina, y, ojo, sin olvidarnos de las infecciones de transmisión sexual con un repunte muy alto en nuestros días.
-¿Cuándo recomienda acudir a la consulta del especialista en urología?
-Por supuesto ante la presencia de cualquier síntoma urinario como dolor de testículos, cólicos renales, dificultad para orinar, incontinencia urinaria tanto femenina como masculina, disfunción eréctil, lesiones en pene o testículos o cualquier anomalía en pruebas realizadas. Pero el urólogo también debe ser visitado “cuando todo va bien”, del mismo modo que una mujer visita al ginecólogo regularmente. En nuestro caso, todo varón por encima de los 50 años debería hacerse una revisión rutinaria anual. Estas deben empezar un poco antes, a los 45 años, en caso de que el paciente tenga antecedentes familiares de cáncer de próstata.
-Una de las mayores preocupaciones entre sus pacientes es el cáncer de próstata ¿Qué prevalencia tiene en Canarias?
-El de próstata es el segundo cáncer más frecuente entre los varones, ocupando la primera posición en muchos países. Para que se haga una idea, respecto a los años 90 hasta casi nuestros días, la tasa de casos por edad se ha triplicado pasando de casi cuatro millones a cerca de 11 millones. En España, y en Canarias no es diferente la situación, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en 2022 se diagnosticaron 1.552 casos de cáncer de próstata y según datos más recientes (2023) del Observatorio del Cáncer se confirma que el cáncer de próstata fue el segundo más diagnosticado en varones alcanzando los 1.619 casos.
“La tasa de cáncer de próstata se ha triplicado. Es el segundo más diagnosticado”
-El reto al que se enfrenta la medicina es el diagnóstico precoz. ¿Cómo se puede detectar a tiempo este tipo de cáncer para reducir esa tasa?
-Pues en la pregunta ya ha formulado la respuesta, haciendo un diagnóstico precoz, y para ello es fundamental realizar la ‘ITV’ urológica, una vez al año a partir de los 50 años o iniciar estas antes en caso de antecedentes familiares.
-¿Cómo ha avanzado la especialidad de urología en materia de tratamientos y cirugía?
-En los últimos 30 años la urología ha experimentado una explosión tecnológica y terapéutica. Por ejemplo, desde 1998 que se realizó la primera intervención de cirugía robótica integral, hasta hoy, tenemos plataformas robóticas que nos permiten operar entre otras patologías cáncer de próstata teniendo una visión 12 veces mayor al ojo humano, motivo por el cual la cirugía puede ser más precisa y eso hace que los resultados funcionales y oncológicos sean mejores. Otro ejemplo de patología muy frecuente: el crecimiento prostático benigno, hasta hace no tanto tiempo los pacientes tenían que ser intervenidos con una herida de 20-15 centímetros en el abdomen para extraer la próstata, tenían que estar sondados semanas para su recuperación e ingresados tiempos variables que podían ir habitualmente desde los cinco a los 10 o 15 días, teniendo en muchas ocasiones que recibir transfusiones sanguíneas. Actualmente no queda esta herida, trabajamos con láser a través de la uretra y el paciente suele irse a casa o el mismo día de la cirugía o al día siguiente. Lo mismo ocurre con las biopsias para hacer el diagnóstico de cáncer de próstata, realizadas antes de manera estándar a través del recto, con infecciones tras las mismas, e índices diagnósticos variables. Hoy, las hacemos a través de la piel que hay entre los testículos y el ano (transperineales), con el paciente dormido sin sufrir molestias y con un ratio de diagnóstico mayor.
-¿Qué recomendaciones realiza para prevenir posibles afecciones urológicas?
-Lo primero, llevar una vida saludable, que a veces se nos olvida que es la base de toda prevención: hacer una dieta rica en fibra, sin abusos de productos procesados, sin abusar de sal, de refrescos, de azúcares simples y realizar ejercicio físico regular. Y como tenemos que ‘barrer para casa’, hidratarse de manera adecuada, ya que el sistema urinario son ‘cañerías de precisión’ por las que es fundamental mantener un buen flujo de líquido y para ello se recomienda hidratarse diariamente de manera adecuada, bebiendo unos dos litros de agua al día. Y como estamos en una isla donde además hace calor, aumentar esta cantidad si procediese. Y sin duda, no temer a la hora de visitar al urólogo para hacer revisiones “rutinarias” que nos pueden evitar o mejorar problemas del futuro.
















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