-¿Qué criterio ha seguido el Ayuntamiento de Puerto del Rosario para organizar el programa de las Fiestas del Rosario?

-Por un lado, había que volver a imprimir a los festejos el cariz anterior a la pandemia. Partiendo de que los actos litúrgicos son la base en la que se asienta el resto de actividades, hay un evento muy consolidado: la ofrenda, que se realiza el 1 de octubre. Los otros actos son la misa de Nuestra Señora del Rosario y la posterior procesión. En torno a lo demás se articulan una serie de actividades lúdicas, artísticas y deportivas orientadas hacia el mayor número de público posible. Queremos que todos los vecinos de Puerto del Rosario se sientan representados e integrados en las fiestas, lo que nos ha llevado a reunirnos con diferentes colectivos deportivos, culturales y sociales, así como con los organizadores de eventos. Estos colectivos ven en las Fiestas del Rosario la máxima expresión del trabajo que vienen realizando durante todo el año. Es lo que ocurre con el colectivo Merecas, que organiza el Memorial Ramón Castañeyra, los promotores de la muestra de coches antiguos, el Club Deportivo Herbania que organiza la competición de natación y el triangular alevín, más la presentación del equipo senior o el Club de Lucha.

-En el programa figuraba un evento que se ha suspendido, el Open de Pesca de Altura. ¿Es tan difícil conseguir un permiso para celebrar una actividad que es habitual en esta época del año y que se desarrolla en otras zonas sin problemas?

-Se ha generado una controversia. Se organizan los campeonatos de esta índole en otras zonas de la Isla, como ha sucedido en Gran Tarajal, sin ningún inconveniente. En el caso del Open de Puerto de Rosario, según me ha transmitido uno de los organizadores, Emilio Domínguez, el permiso ha llegado, pero tarde. De hecho, ahora sí estamos autorizados para realizarlo, pero Capitanía Marítima no ha previsto los tiempos con la antelación que precisa la organización del evento para desarrollar toda la logística que conlleva. No ha habido tiempo para activar toda la maquinaria necesaria para que se celebre, lo que ha generado un disgusto tremendo entre los aficionados. Espero que los organizadores puedan retomarlo en el futuro, porque el Ayuntamiento siempre va a cumplir.

-¿Puede considerarse que las fiestas patronales de este año son las primeras de verdad tras las restricciones, sin el peso de estar sometido a la situación de pandemia?

-Sí, totalmente. Hemos estado muy limitados por la situación de pandemia. Estas son las primeras fiestas que David Perdomo, como concejal de Festejos, va a montar tal y como a él le hubiera gustado. En 2019 llevábamos muy poco tiempo de mandato y los trámites de contratación ya se habían efectuado. En 2020 se celebraron de forma virtual, para evitar que no se perdiera el espíritu festivo con el lema Te llevamos las Fiestas a tu casa. En 2021 se desarrollaron de forma presencial, pero con perimetraje por las restricciones higiénico-sanitarias y en 2022 damos el do de pecho y organizamos las fiestas como nos gustaría. -Coincide también que serán las últimas fiestas del mandato porque en mayo se celebran elecciones y se suele tirar la casa por la ventana. Sin embargo, no parece que haya sido así en Puerto del Rosario. -No ha sido así, efectivamente. Ha habido muchas corporaciones que sí han querido tirar la casa por la ventana. En nuestro caso, en mi afán por continuar siendo concejal de esta área o, quien sabe, si alcalde, lo que no se me pasa por la cabeza es subir tantos peldaños en el gasto en Festejos. Lo que hacemos es esforzarnos en llegar al máximo número de personas posibles para que todos sientan que disfrutan. De nada nos valdría gastarnos del orden de 200.000 o 300.000 euros en cachés de artistas para el considerado día fuerte, la víspera de la festividad, si luego en el resto de días de celebración no tuviéramos actos de calado o que las competiciones no fueran acorde con esta conmemoración. Queremos que todos los días de las fiestas se disfruten de igual manera, aun sabiendo que hay un día que siempre marca más por ser el de la víspera de la festividad o el mismo día de la Virgen del Rosario y esa es nuestra apuesta.

-Muchas veces se tiene la visión de las fiestas como un filón electoralista y, por otro lado, se presta a la demagogia de criticar “cuánto dinero estamos gastando en fiestas cuando tenemos problemas en servicios básicos”. ¿Cómo se conjugan estos dos elementos: satisfacer a la población con otras necesidades que cubrir?

-Se afronta desde la sensatez y el sentido común. Cuando llegó la pandemia recuerdo a un concejal que había decidido destinar todo el presupuesto de Festejos a Asuntos Sociales. Sin descuidar ese departamento, nosotros nos esforzamos por organizar las fiestas de la mejor manera que se pudiera teniendo en cuenta las circunstancias. Nuestro discurso, que parte de la lógica, era que estábamos dejando sin trabajo a las personas que profesionalmente se dedican al espectáculo. Prefiero que Airam, del grupo Bomba, al que nombro porque es amigo, actúe en un auditorio vacío y que se retransmita, cobrando por ello, a que esté en la cola de Asuntos Sociales buscando un cheque de alimentación. Los profesionales del sector de la cultura necesitan comer de ello. -¿Considera que están denostadas las concejalías de Festejos? -Tras la pandemia se está evaluando la incidencia en la salud mental. Hay un número elevado de personas que están sufriendo episodios de ansiedad y depresión, incluso menores de 15 años. La Sanidad Pública está recetando ansiolíticos como gominolas. Las concejalías de Festejos realizan esa función lúdico festiva que hace que nos desmarquemos. Festejos en ocasiones es el patito feo, porque parece que solo es pan y circo. Pero Festejos es mucho más. Aporta cultura, diversión, ese bienestar para la salud mental...

“Festejos es mucho más. Aporta cultura, diversión y bienestar”

-Hablemos de la parte musical del programa. Urban Fest, Festival de la Canción, Oktoberfest y Festival de Humor. ¿Qué destacaría de cada una de estas iniciativas?

-El Urban Fest está dedicado no solo a la población joven, por ser la mayor consumidora de este tipo de música, sino a todas aquellas personas a las que les gusta este estilo musical. Suele ser formato de música urbana, que engloba tanto a artistas consolidados como a dj de nombre reconocido, al menos en la esfera musical majorera y de Canarias. En materia de participación, el único evento que tiene un marcado carácter generacional es la Fiesta de la Tercera Edad. En el resto de actuaciones se buscan grupos de Puerto del Rosario, Fuerteventura y Canarias, y que la gente tenga dónde elegir. Por ello, simultáneamente se celebran actuaciones en la trasera de la iglesia y en el Recinto Ferial. En cuanto al Festival de la Canción es un talent show que se ha adecuado a las condiciones de Puerto del Rosario, con una orquesta en directo.

-Como fin de fiesta presentan el Festival de Humor ¿qué se busca con este formato?

-Antes se trabajaba mucho con humor canario, con el grupo artístico de En Clave de Ja, y lo que buscamos es ese mismo broche de oro con ese toque de humor tradicional arraigado, que antes lo solíamos programar para el día 7 de octubre y que, en esta ocasión, por cuestión del calendario, hemos alargado dos días más.

-¿Cuanto supone el coste global de las Fiestas del Rosario?

-Pues unos 160.000 euros en logística y alrededor de 200.000 euros en materia de actuaciones.