El doctor Fiol Moure es graduado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela, especialista en Psiquiatría por el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y licenciado en Económicas por la Autónoma de Madrid. Se ha formado en psicoterapia corporal en la Asociación de Artes Psicocorporales. Ha trabajado como psiquiatra en las islas de Gran Canaria, Lanzarote y El Hierro y, ahora, en Fuerteventura.

-¿Se empiezan a notar los efectos de la pandemia en el ámbito de la psiquiatría?

-Los efectos de la pandemia se empezaron a notar a los pocos meses de iniciarse, sobre todo, debido a que las medidas adoptadas para contenerla, en especial el aislamiento y la disminución del contacto social, cambiaron muchos hábitos y costumbres habituales previamente saludables. Asimismo, numerosas personas se han visto afectadas por circunstancias sociales desfavorables derivadas de la pérdida de su empleo o la imposibilidad de ver a sus familias durante largo tiempo, lo que, mayormente, se ha traducido en forma de sintomatología ansiosa y depresiva. También es cierto que han empezado a acudir a las consultas personas que no tenían ningún diagnóstico previo y en las cuales la situación de preocupación y miedo, transmitida de manera reiterada en los medios, agudizaron síntomas y precipitaron trastornos que estaban contenidos. Llegaron a aparecer, incluso, síntomas relacionados directamente con el miedo al contagio o a contagiar a otros de Covid, a quedar con secuelas físicas o a morir solos.

-¿Cuáles son los principales trastornos que atiende en su consulta de Hospital Parque Fuerteventura y en qué perfiles se genera mayor incidencia?

-En la consulta se atienden todo tipo de patologías relacionadas con la salud mental, desde trastornos de ansiedad y depresión, que son desencadenados por diferentes circunstancias y pueden representar distintos niveles de gravedad, hasta trastornos más complejos, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar. Atendiendo al perfil de pacientes, la incidencia ha aumentado de manera considerable en la población infantil y anciana, dado que son grupos más vulnerables y con más dificultades para adaptarse a los cambios. Sin embargo, a las consultas acuden personas de todas las edades y en diferentes situaciones sociales.

-¿Cree, por su experiencia profesional y también como vecino de Gran Tarajal, que la propia esencia de este tipo de núcleos poblacionales, con una dinámica vida social y cultural, puede influir positivamente en la salud mental de sus habitantes?

-Es cierto que los núcleos poblacionales pequeños afectan de manera positiva a la salud mental, ya que los apoyos sociales y familiares son más estrechos y permiten una mejor contención en caso de iniciarse los síntomas, favoreciendo una recuperación más rápida. De todos modos, a nivel de la isla de Fuerteventura todos los núcleos poblacionales podrían entrar dentro de esta categoría. La vida aquí dista mucho de tener las características de una gran ciudad

-¿Los majoreros cuidan de su salud mental? ¿Sigue habiendo prejuicios a la hora de acudir a profesionales de la psiquiatría e, incluso, de la psicología?

-No sabría responder con exactitud a esta pregunta, ya que llevo poco tiempo en Fuerteventura, pero no estoy apreciando muchas diferencias en el cuidado de la salud mental con otras islas. Respecto a los prejuicios, es cierto que todavía siguen existiendo a la hora de acudir a profesionales de la salud mental, aunque han disminuido en los últimos años. La psiquiatría que se practica hoy en día poco tiene que ver con la de hace 50 años y el enfoque actual es mucho más amplio e interdisciplinar (normalmente los equipos están constituidos por psiquiatras, enfermeros especialistas, psicólogos y trabajadores sociales). Anteriormente, las personas asociaban ir al psiquiatra con ‘estar loco’ y algunos todavía realizan esta asociación (todavía hay pacientes que acuden por primera vez a la consulta con cierto temor e incertidumbre). Sin embargo, en la mayoría de los casos esto ya no es así y acuden al psiquiatra como lo que somos, una especialidad médica más.

-¿Ante qué síntomas debería una persona pedir consejo profesional?

-Los síntomas más comunes son ansiedad, la cual se puede manifestar en diferentes formas (crisis de pánico, problemas somáticos -como opresión torácica, dificultades para respirar o vértigos-, insomnio...) y síntomas depresivos, como apatía, anhedonia, falta de motivación o ideación suicida, entre otros. Muchas veces estos son los síntomas de inicio de numerosos trastornos y hay que filiar bien el nivel de gravedad y realizar un abordaje individualizado. Otros síntomas que también se pueden presentar son las ideas delirantes, los episodios maníacos o las alucinaciones que suelen manifestarse con alteraciones de conducta y que suelen estar desencadenados por situaciones de estrés intenso, constituyendo bien episodios aislados o el inicio de un trastorno más grave. Aunque es cierto que estos síntomas se pueden manifestar en todas las personas en diferente grado y no constituyen ninguna patología, cuando se presentan de manera reiterada e impiden afrontar la vida cotidiana con normalidad es importante una valoración profesional para poder realizar un diagnóstico correcto y plantear un tratamiento adecuado.

“La pandemia empieza a mostrar consecuencias como ansiedad y depresión”

-Dicen que la depresión y la ansiedad son las ‘plagas’ del siglo XXI. ¿Podemos prevenirlas, aprovechando las ventajas que nos ofrecen las islas?

-El mejor modo de prevenir estos trastornos sería mantener los pilares de una buena salud en general y unos hábitos de vida lo más saludables posibles, incluyendo el ejercicio físico regular, una alimentación equilibrada, dormir las horas necesarias, dedicar tiempo a actividades de ocio y cultivar unos vínculos sociales enriquecedores. Aunque en ocasiones las obligaciones cotidianas nos lo pongan difícil, habría que prestar más atención a estos aspectos. En mi opinión, este sería el mejor antídoto, tanto en Fuerteventura como en cualquier lugar del mundo, a lo que sumaría algo que me parece lo más importante y no se enseña de manera general, que es aprender a gestionar bien las propias emociones y, derivado de ello, resolver los conflictos interpersonales de una manera constructiva.

-¿Qué servicios se dan en su consulta de Hospital Parque Fuerteventura?

-En la consulta se atienden todas las patologías o trastornos incluidos dentro del ámbito de la Psiquiatría (son demasiados para enumerarlos aquí), planteando el tratamiento individualizado más conveniente, que puede ser farmacológico, si es preciso, una derivación a las consultas de Psicología o la derivación a un especialista médico de otra especialidad, dado que se trabaja de manera conjunta en el Centro, a fin de ofrecer una atención integral del paciente.