ENTREVISTA

“Hemos tenido algún caso de correos de negacionistas a sanitarios de la Isla por vacunar”

Rosa Márquez, coordinadora de la campaña de vacunación contra el Covid en Fuerteventura

Eloy Vera 0 COMENTARIOS 13/02/2022 - 09:13

Los sanitarios han pasado de protagonizar los aplausos de los balcones a estar en la diana de los discursos de los grupos negacionistas. Hace unas semanas, se supo que la Policía investigaba el envío de más de 6.000 correos a las cuentas corporativas de trabajadores sanitarios por parte de asociaciones negacionistas. En ellos, se intentaba crear desconcierto para paralizar la vacunación. También se señalaba a los sanitarios por cometer “graves delitos” contra los menores y se recordaba que las vacunas tenían “numerosas reacciones graves, muy graves y letales”.

Aunque los correos a los profesionales sanitarios de la Isla no han sido cuantificados, la directora de Enfermería de Atención Primaria del Área de Salud de Fuerteventura y coordinadora de la campaña de vacunación Covid en la Isla, Rosa Márquez, reconoce que sí ha habido profesionales que los han recibido. “No hay derecho profesional ni moral a recibir este trato”, sostiene, aunque prefiere quedarse con el dato de las 210.694 dosis inoculadas en Fuerteventura y la cantidad de vidas que han salvado las vacunas. Aun así, le preocupa los índices de vacunación entre los 20 y 29 años, la franja de edad más reacia a vacunarse. “Creo que no son conscientes de la gravedad de esta enfermedad”, opina.

-Se cumplen 13 meses desde que se inició la campaña de vacunación contra el Covid en la Isla. ¿Qué balance hace?

-Hacemos un balance muy positivo. En Fuerteventura, hemos administrado 210.694 dosis de la vacuna. Ese dato impresiona. Antes, habíamos hecho campañas vacunales como la de la gripe y, en alguna ocasión, como hace dos años, batimos récords y administramos 12.000 dosis. La respuesta de la población a la vacuna Covid ha sido muy variada. Al principio, costó que se entendiera su importancia. Poco a poco, lo fuimos consiguiendo. En un primer momento, fuimos a las personas más sensibles, aquellas que están ingresadas en los centros de mayores y, luego, fuimos bajando por grupos etarios a medida que el Ministerio de Sanidad iba sacando su estrategia de vacunación. Llegamos al grupo de 60 a 69 años, que fue cuando empezamos con AstraZeneca. Coincidió con el follón de esa marca y vimos cómo bajó un poquito la cobertura de vacunas. Luego, pasamos a otro tipo de vacunas y así ha ido transcurriendo hasta hoy. En estos momentos, estamos centrados en la tercera dosis y la inmunización de la población de cinco a 11 años.

-¿Qué aceptación está teniendo la tercera dosis entre la población de la Isla?

-Cuando empezamos con los grupos de mayor edad iba bien. De las dosis de refuerzo en mayores de 90 años, tenemos un 85 por ciento de personas que se la han puesto. Entre 80 y 89, hay un 87 por ciento y entre 70 y 79 años, un 90 por ciento. En definitiva, vemos que ha habido bastante aceptación en los grupos de edad avanzada. A medida que hemos ido bajando en edad, nos ha ido costando más alcanzar ese tipo de cobertura. Entre los 40 y 49 años, la cobertura de la tercera dosis es de un 52 por ciento. En este tramo hay gran diferencia, comparado con la población de mayor edad.

-Fuerteventura registra, en estos momentos, el mayor índice de contagios desde que se inició la pandemia. ¿Se atreve a aventurar qué hubiera pasado si esta sexta ola coge a la población sin vacunarse?

-Creo que hubiera sido un desastre. Cuando empezó la pandemia y no había vacunas, el Covid produjo una mortalidad muy elevada. Imagine qué hubiera pasado si la población no hubiera estado vacunada contra estas nuevas cepas que han ido apareciendo y el nivel de contagio tan alto que tienen. Hubiera sido un problema muy serio y hubiera habido mucha mortalidad.

-¿Qué franja de edad es la más reacia a vacunarse en la Isla?

-La población entre 20 y 39 años es a la que más nos está costando convencer desde el inicio de la vacunación. Sobre todo, entre los 20 y 29. En esa franja de edad, tenemos inmunizadas a un 66 por ciento de las personas. Comparado con los datos de mayor edad, vemos que está por debajo. Es una población que ha costado mucho convencer.

-¿Y a qué cree que es debido?

-No sé si se debe a que no tienen esa percepción de riesgo y miedo o no son conscientes del riesgo de esta enfermedad, pero desde luego no será por falta de campañas y acceso a los puntos de información. También hay que decir que hay un porcentaje altísimo de población de esa edad muy responsable y que ha demostrado solidaridad comunitaria.

“No entramos en discusiones negacionistas porque es una discusión estéril”

-Y por zonas, ¿se ha mantenido el mismo ritmo de vacunación?

-En el municipio de La Oliva es donde hemos tenido las coberturas de vacunación más bajas. La captación de la comunidad se ha hecho igual en toda la Isla. Tenemos un grupo amplio de profesionales que, en base a datos poblacionales, ha llamado por teléfono ofertando cita previa para la vacuna de la misma manera en toda la Isla. La estrategia ha sido la misma para todos los municipios. Sin embargo, la cantidad de personas que no quiere vacunarse en el municipio de La Oliva es mucho mayor. No obedece a otra cosa sino a que son negacionistas. Incluso, en ese municipio fuimos vacunando en una furgoneta por todos los pueblos y, aun así, la cobertura es menor que en el resto de Fuerteventura.

-Y en el caso de los niños, ¿cómo está siendo el comportamiento a la hora de vacunarse?

-El 9 de febrero comenzamos a administrar la segunda dosis a la franja de población de cinco a 11 años. Ahora mismo, tenemos una cobertura en esa franja de edad del 52,8 por ciento. En Fuerteventura, en comparación con otras islas, se produjo una oleada al principio. Íbamos con un ritmo muy por delante del que llevaba el resto. Ahora, nos preocupa el más del 40 por ciento de niños que no está vacunado. Aparte de tener el punto de vacunación abierto, se ha ido localizando uno a uno. Se ha ido llamando por teléfono y se le ha ido invitando a esos padres a vacunar a sus hijos. A partir del día 31 de enero, hemos vuelto a llamarlos. El primer día conseguimos captar 30 niños nuevos.

-¿Es partidaria de llevar la vacunación a los colegios?

-Tras las conversaciones entre Educación y Sanidad en la Isla consideramos que, de momento, no es necesario hacerlo en Fuerteventura. Eso no quita que, si decidimos, más adelante, que es una forma de captar a más niños, lo hagamos. No se va a escatimar en esfuerzos. Un niño vacunado más siempre vale la pena.

“En La Oliva es donde las coberturas de vacunación son más bajas”

-¿Ha habido efectos secundarios a la vacuna más allá de los comunes?

-No los ha habido. Los efectos secundarios han sido siempre dentro de lo previsto. No ha habido ningún tipo de reacción grave. Personas que presentaban algún tipo de patología o de anafilaxia, que se consideraban de especial preocupación, han sido vacunadas en el hospital y no ha habido nunca ningún tipo de reacción.

-Los sanitarios canarios se han visto en las últimas semanas envueltos en campañas de acoso por parte de grupos negacionistas. Incluso, han recibido correos amenazantes. ¿Se ha producido alguna de estas situaciones en la Isla?

-Ha habido casos también. No se han cuantificado, pero sí profesionales de nuestra Isla han recibido estos correos enviados por parte de grupos negacionistas con amenazas por estar llevando a cabo campañas de vacunación. La dirección del Servicio Canario de Salud ha denunciado estas amenazas que incluyen a 6.000 profesionales, enfermeras y auxiliares de todas las Islas.

-¿Y qué le parece que a estas alturas se ponga el foco en los enfermeros?

-Creo que no es de justicia recibir este trato. Los profesionales sanitarios hemos tirado para delante en esta pandemia con un montón de problemas. Al principio, tantos aplausos y ahora, cuando ya el cansancio hace mella, recibir este tipo de amenazas no es de recibo. Lo único que hacemos es cumplir con nuestra labor profesional y seguir las directrices que marca la ciencia y las autoridades sanitarias porque sabemos que la vacuna es un arma muy potente para luchar contra el virus. Vernos inmersos en esta situación es intolerable y hay que llevarlo a los juzgados.

“Volvemos a sufrir la falta acuciante de profesionales de enfermería en la Isla”

-¿Qué opinión tiene de la corriente negacionista?

-A lo largo de estos dos años de pandemia, hemos aprendido muchas cosas. Sobre todo, hemos intentado explicar la situación hasta la saciedad, basándonos siempre en la evidencia científica. Hemos intentado que cambien de opinión, pero ha llegado un momento en el que nos hemos dado cuenta de que no tiene sentido. No se puede discutir con ellos porque no se basan en la ciencia. Nos hemos sentado y enseñado documentación y estudios científicos y da igual porque, al final, es la negación de lo real. Hemos llegado a un punto en el que no entramos en ese tipo de discusiones porque es una discusión estéril, una pérdida de tiempo que no nos lleva a nada, aunque seguimos aprovechando cualquier contacto oportunista para reforzar nuestro mensaje pro vacunación. Con el tema de las vacunas, nos hemos centrado en las personas indecisas. En resolver las dudas que se planteen en base a la evidencia científica.

-¿Está vacunada toda la plantilla sanitaria de Fuerteventura?

-Al tratarse de datos de carácter confidencial, no tengo números, pero sí la sensación de que se ha vacunado un número muy elevado de profesionales.

-¿Le consta la existencia de personas que, tras contagiarse del Covid, se han arrepentido de no haberse vacunado?

-Una alta proporción de las personas que han estado en UCI, eran personas no vacunadas o con pauta de vacunación incompleta. Nos hemos encontrado con personas mayores que no estaban vacunadas porque su entorno familiar no lo consideró necesario ni conveniente.

-En la última semana de enero fallecieron tres personas y el número de ingresos en UCI era, a principios de febrero, de tres personas. ¿Estamos hablando de casos de no vacunados?

-En este momento, algunas de ellas tenían la pauta completa de vacunación, pero también con múltiples patologías. Muchas de las personas positivas que tenemos ahora en la Isla están vacunadas. Son personas que están en casa con síntomas muy leves o sin síntomas. Con esta cepa, la vacuna ha permitido que la persona se infecte de una forma leve y con síntomas llevaderos.

“Controlar a 1.200 personas en casa con Covid es un gran esfuerzo para la Primaria”

-¿Tendremos que ponernos una cuarta dosis?

-Esa dosis adicional, la cuarta dosis, solo sería en las personas de alto riesgo, las del grupo 7. Son personas inmunodeprimidas, trasplantadas y con otras patologías o tratamientos. Al tener un problema con su baja inmunidad, su capacidad de generar anticuerpos no es la misma que la de otras personas. De ahí, que necesiten esa cuarta dosis de refuerzo. Hay que administrarlas cuando hayan pasado cinco meses de la tercera dosis. La cuarta dosis para los inmunodeprimidos está dentro de la estrategia del Plan Nacional de Vacunación.

-¿Están siendo suficientes los enfermeros en la Isla en estos momentos?

-Hemos vuelto a vivir la situación de falta de profesionales en Enfermería. Es algo que ocurre en todos lados, pero en Fuerteventura lo vemos de forma acuciante. Siguiendo las directrices de la dirección del SCS, fuimos incorporando enfermeras en Primaria y en el Hospital desde el inicio de la pandemia. Ahora mismo, tenemos doblada la plantilla en muchos centros. Aun doblando la plantilla, en muchas ocasiones, nos hemos visto en situaciones muy complicadas. En estos momentos, tenemos cero personas en la lista de contratación. Nosotros hemos renovado todos los contratos de Enfermería que hicimos por la pandemia. No queremos vernos mal.

-Y desde el punto de vista anímico, ¿cómo se encuentran?

-Esta pandemia nos ha demostrado que la profesión de Enfermería tiene una parte de vocación muy importante. La gente ha dado mucho de su vida personal, de su tiempo familiar y estas situaciones en muchas ocasiones dejan secuelas. Las enfermeras y enfermeros están cansados.

-Se habla de saturación en la Atención Primaria. ¿Se libra Fuerteventura?

-Estamos en una situación muy complicada, pero se están poniendo en marcha mecanismos para poder superarla. El control de unas 1.200 personas en su casa con Covid supone un gran esfuerzo para la Atención Primaria. Su diagnóstico, el rastreo de los casos necesarios, el control de la patología y la gestión de las bajas laborales tensionan nuestros centros de salud a diario.