El coronel Alberto Guevara ha estado al frente del Regimiento de Infantería Soria 9 los dos últimos años. Oficial del Ejército desde 1992, cuando se convierte en teniente, ha alternado distintos destinos, con una prolongada estancia en el Estado Mayor de la Defensa, en Madrid. En diciembre de 2019 fue destinado a Fuerteventura como responsable del Regimiento de Infantería, de las instalaciones militares y representante institucional del Ejército de Tierra en la Isla. “Dos años muy intensos”, reconoce Guevara, marcados por la pandemia. En noviembre comienza, junto a otros 10 efectivos del Regimiento, una misión de seis meses en el Líbano. Finalizado el periodo de mando en Fuerteventura, el coronel ha sido destinado a Tenerife, pero no se olvidará de la Maxorata: ha comprado un terreno y espera afincarse en la Isla.

-Durante estos dos últimos años, tras decretarse el estado de alarma por la pandemia de coronavirus, el Ejército jugó un papel importante. ¿Cuál fue la situación más difícil a la que se tuvieron que enfrentar?

-Entre los meses de marzo y junio del año pasado, el Regimiento participó en la denominada operación Balmis, que fue la contribución del Ministerio de Defensa a la lucha contra la pandemia, y nos desplegamos tanto en Fuerteventura como en Lanzarote, que no cuenta con guarnición militar. En ese periodo realizamos básicamente tres acciones: patrullas de presencia, patrullas de colaboración con fuerzas de seguridad del Estado y acciones de descontaminación. El principal reto fue no conocer el enemigo contra el que estábamos luchando. Sin embargo, esto mismo fue una gran lección para la unidad, dado que nos enseñó que debemos estar preparados para todo, hasta para lo que desconocemos. Tras la operación Balmis llegó la operación Baluarte, en la que hemos contribuido con rastreadores, hasta un máximo de 15 en la Isla, entre Puerto del Rosario y Corralejo. Ahora, el esfuerzo de la unidad está en terminar un plan de preparación muy intenso, generando además un pequeño contingente para el Líbano, en previsión de lo que pueda venir en 2022.

-Con respecto a la operación Balmis, ¿es consciente de que se generó una cierta polémica porque al parecer hubo quejas por la imposición de multas por parte del Ejército cuando a priori es un papel reservado para los cuerpos civiles?

-En el marco de la determinación del estado de alarma, el personal que participó en la operación tuvo el carácter de agente de la autoridad, legalmente estaba cubierto por ese estatuto y, además, con carácter de urgencia, se terminó de dar una formación permanente para que este cometido y la capacidad de sanción se pudiera ejercer. No hemos tenido ninguna queja en la Isla.

“El Regimiento Soria 9 ha crecido en los últimos años en unos 300 efectivos”

-¿Cómo se preparan las misiones militares en las que han participado efectivos del Regimiento Soria 9 en el extranjero, como Irak, Malí, Bosnia, Afganistán y ahora Líbano, todas zonas muy calientes?

-La razón de ser de las Fuerzas Armadas como servicio público es proporcionar seguridad y defensa, estar preparados para todo. En este sentido, el Ejército de Tierra lleva a cabo de forma anual un plan de preparación genérico y, en paralelo, se realiza el plan de disponibilidad, que asigna a dos años vista a una unidad una determinada operación. Esa unidad tiene la preparación general y seis meses antes del comienzo de una operación se inicia una preparación específica para ese terreno, la climatología, la fuerza opositora o la población.

-¿Para el Líbano, cuántos efectivos del Ejército se han asignado a esa misión?

-Van un total de 600 de Canarias, de los que 11 son de Fuerteventura. Al igual que para la misión de Irak en 2019 la principal unidad generadora fue Fuerteventura, ahora lo son la guarnición de Gran Canaria y Tenerife.

-¿Cuál es la tarea que desempeña el Ejército español en el Líbano?

-Estaremos allí por un periodo de seis meses para implementar las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para la paz en el sur del Líbano, en un cometido de apoyo al Gobierno libanés y sus fuerzas armadas para que retomen un control efectivo de esta zona de su país, evitando que pueda ser empleado por cualquier otra fuerza.

Sala que recoge la historia del Regimiento Soria 9.

“El único campo de maniobras que queda en el Archipiélago es el de Pájara”

-En estas misiones cualquiera puede imaginar que lo más complejo es enfrentarse a un episodio armado, teniendo en cuenta que en estos últimos años ha habido bajas en este mismo Regimiento. ¿Cómo se afronta, desde el punto de vista humano y profesional, el hecho de enfrentarse a ese riesgo o cuando cae un compañero?

-La respuesta es sencilla: el riesgo y la muerte son partes inherentes de nuestra profesión que asumimos con madurez y responsabilidad. ¿Qué hacemos frente a ello? Preparación, preparación y preparación. De ahí la importancia de esos planes anuales, que contemplan todo tipo de circunstancias: la protección, la asistencia sanitaria, la autodefensa, el patrullaje y movernos en cualquier tipo de entorno y bajo todo tipo de condiciones.

-¿Cómo valora la implicación social del colectivo militar, compuesto por unas 700 personas, en Fuerteventura?

-Tendría que responder en primera persona. Cuando llego a una isla que no conozco, pequeña, tenía muchas dudas sobre cómo fomentar esa implicación en la sociedad, pero tuve una visión muy positiva. Fuerteventura es un espacio tan reducido, pero próximo, que es muy fácil tratar con todos los actores sociales. Siempre cuento una anécdota muy curiosa: al poco de llegar aquí tuve una conversación con el presidente del Cabildo en la cola del supermercado. Esto te permite tender puentes muy rápido y es fácil solucionar cualquier problema. Después de estos dos años mi impresión es extraordinaria. Una vez finalizado el confinamiento, reforcé un plan de acción institucional. Realizamos una exposición en la Casa de la Cultura del Ayuntamiento de Puerto de Rosario sobre la operación Balmis. También otra sobre el Regimiento en un centro comercial, con un grado de afluencia y resultados fantásticos, y teleconferencias en centros de enseñanza de la Isla explicando la misión de las Fuerzas Armadas, que alcanzó a 300 alumnos. Asimismo, hemos ofrecido conferencias y dos cursos de liderazgo, con la participación de alcaldes y del director del aeropuerto. Estamos a la espera de editar el libro sobre el Plan de Defensa de Fuerteventura de 1943, un episodio histórico, con un fuerte componente militar, gran desconocido pese a ser el mayor despliegue que ha habido en la historia de la Isla, sobre el que se ha realizado un trabajo de investigación. También tenemos abierto al público un pequeño museo que puede complementar el circuito cultural de la Isla. Muy poca gente sabe que el Regimiento Soria 9 es la unidad militar más antigua del mundo: llevamos en servicio ininterrumpido desde 1509. El Regimiento ha estado presente en 23 guerras y se ha desplegado en cuatro continentes, en lugares tan distantes como Nueva Orleans, Lima o la Guerra de Cuba.

“Un maestro necesita un aula y nosotros un campo de maniobras”

-En el Plan General de Ordenación (PGO) de Puerto del Rosario hay un proyecto, al que el Ministerio de Defensa le dio el visto bueno, consistente en separar del uso militar una parcela de la parte trasera del acuartelamiento a fin de ubicar el Palacio de Justicia. ¿Hay algo de certidumbre con respecto a este proyecto a día de hoy?

-La parcela a la que se refiere continúa en la misma situación que hace varios años. Por parte del Ministerio de Defensa se está a la espera de que otros actores lleven a cabo las acciones que consideren oportunas.

-¿El Regimiento tendría suficiente espacio con el resto de las instalaciones de las que dispondría tras esta actuación? ¿Cómo ve el ofrecimiento del alcalde de Pájara de que el Regimiento se traslade al municipio sureño y la defensa del Ayuntamiento capitalino para que permanezca en donde está?

-El Regimiento ha crecido en grado de cobertura en los últimos años gracias a una serie de ofertas de empleo público, en una cifra que se podría acercar a los 300 efectivos de incremento. En total, la guarnición del Ejército Tierra en Fuerteventura está en torno a los 700 efectivos y, en lo que respecta a este acuartelamiento, está en unos 600. Las unidades requieren de instalaciones cada vez más complejas. Ahora mismo tenemos un problema de aparcamiento de vehículos propios dentro del acuartelamiento. Con respecto a las palabras de los dos alcaldes, solo puedo decir que más allá de las declaraciones realizadas con carácter público, el Ministerio de Defensa no ha recibido ninguna oferta formal.

“Muy poca gente sabe que esta es la unidad militar más antigua del mundo”

-El Parlamento de Canarias aprobó instar al Ministerio de Defensa al cierre del campo de tiro de Pájara, una de las principales instalaciones para el adiestramiento en el Archipiélago canario. ¿Cómo recibe un militar de su rango y su responsabilidad esa noticia?

-La Proposición No de Ley pedía la racionalización, no tanto el cierre, de las infraestructuras militares en la Isla. En cuanto al campo de maniobras de Pájara lo único que puedo decir es algo muy sencillo: hace muchos años existían campos de maniobras en todas las Islas, que se fueron cerrando, de forma que el único que queda en el Archipiélago canario es el de Pájara. Es en el que se apoya toda la fuerza militar de Canarias. Como decía anteriormente en relación a los planes anuales de preparación, lo mismo que un maestro necesitas clases, nosotros precisamos del acuartelamiento y del campo de maniobras. No podría imaginar a un Real Madrid sin el Santiago Bernabéu. Los campos de maniobras son necesarios para que las Fuerzas Armadas sigan proporcionando su servicio de defensa.