Celia Luis lleva desde 2006 en la profesión de fisioterapia. Desde hace más de un año es vocal del Colegio de Fisioterapeutas de Canarias en Fuerteventura. Además, es miembro de la comisión de trabajo de Uroginecología y Obstetricia del Colegio de Fisioterapeutas.

Luis reconoce la necesidad de ampliar la plantilla de profesionales en la Isla y más en estos momentos de pandemia, donde ha quedado patente la importancia de estos profesionales para paliar las secuelas de quienes han padecido la enfermedad. También subraya en la entrevista la debilidad de la fisioterapia a domicilio en la Isla y de la atención temprana, una de las principales reivindicaciones del colectivo de padres con hijos demandantes de este servicio.

-¿Qué líneas de trabajo está llevando a cabo el Colegio de Fisioterapeutas en Fuerteventura?

-Las líneas de trabajo se han centrado en los últimos tiempos en la COVID. Se está formando a la gente y presentando cursos para que puedan atender el tema respiratorio, ya que casi todas las secuelas del coronavirus son respiratorias y neurológicas. También trabajamos en la visibilidad y reconocimiento social del fisioterapeuta, el ejercicio terapéutico como competencia del fisioterapeuta, el incremento de plantilla en la Seguridad Social y la lucha contra el intrusismo.

-¿Qué papel juega la fisioterapia en las personas que han sufrido COVID?

-Nos hemos dado cuenta de que los fisioterapeutas somos esenciales. Necesitamos que los pacientes que han tenido la COVID-19 sean atendidos para su recuperación por fisioterapeutas. En ellos hay posibles secuelas respiratorias y neurológicas y con un tratamiento de fisioterapia cambian muchísimo. En el hospital, que me conste, ha habido dos pacientes que han sufrido secuelas derivadas de la COVID y creo que en Atención Primaria también han tratado a otro señor. Han visto el cambio y la evolución en su cuerpo. Han apreciado cómo estaban y como se encuentran después de un tratamiento. Es una enfermedad tan nueva que no sabemos realmente cómo se comporta. Hay personas a las que les afecta de una manera y a otras, de otra. En la mayoría, el patrón respiratorio es el más afectado, pero hemos tenido pacientes que han estado ingresados con secuelas neurológicas porque les ha afectado a la marcha, no pueden andar bien y el patrón de la postura cambia completamente.

-¿Cómo ha afectado el confinamiento a las personas que estaban con fisioterapia antes de la llegada de la COVID-19?

-Creo que ha afectado de una manera brutal. Se cancelaron los quirófanos. Había gente esperando, por ejemplo, por una prótesis de rodilla durante un montón de tiempo. La pandemia hizo que se cerraran los quirófanos, salvo situaciones muy urgentes. Al final, estas personas se quedaron paradas y las secuelas se están viendo ahora. En estos momentos, se ha retomado con cierta normalidad, pero en los tratamientos notamos que la gente perdió mucho durante ese tiempo. En una patología de hombro, como puede ser el manguito de rotadores, ahora llegan pacientes que no mueven el brazo. Han estado esperando mucho tiempo y son patologías que si el paciente no tiene movilidad y tratamiento tienden con el dolor a retraer y recoger el brazo y se encuentran ahora con que no lo levantan.

“Con la pandemia nos hemos dado cuenta de que los fisios somos esenciales”

-¿Se ha comenzado a vacunar a los profesionales de la fisioterapia en la Isla?

-Sí, se han empezado a vacunar. Se hizo una lista de aquellos profesionales que se querían vacunar y ya se ha comenzado con la primera dosis, tanto en Primaria como en Especializada. La vacunación está más a nivel de lo público. En el sector privado va un poquito más lento.

-En los últimos años, la Consejería canaria de Sanidad ha aumentado la plantilla de fisioterapeutas en la Isla, pero ¿son suficientes?

-No, y ahora lo estamos viendo entre los parones que ha habido con todas las secuelas que presentan los pacientes más las que está produciendo la COVID. Todavía hay lista de espera. No sabría decir de cuánto tiempo, pero sí es cierto que la hay y que hace falta fisioterapia. Somos un colectivo que, aunque ha mejorado, es muy pequeño para la necesidad que tiene la población. Ahora mismo hay 12 en la Especializada y ocho en Primaria entre Morro Jable y Gran Tarajal, de los que tres están en Morro Jable y cinco en Gran Tarajal. Lo ideal sería que hubiera muchos más para atender todas las necesidades y evitar que haya que engrosar la lista de espera.

-¿Cómo está funcionando la Unidad de Suelo Pélvico en la Isla?

-Los médicos rehabilitadores están bastante actualizados en la rehabilitación de suelo pélvico y los ginecólogos y urólogos están derivando al servicio por secuelas que se producen en los partos, como los desgarros perineales. A nivel de urología, también se derivan mujeres con incontinencia urinaria. Eso es lo que más se está tratando: las secuelas de posparto y las incontinencias urinarias. El volumen para la incidencia de población no es muy alto. Quizá están llegando los casos más graves. A nivel privado, veo casi tantos pacientes o más de lo que se ve en la pública. No sé si es que a los pacientes les cuesta que los deriven al ginecólogo o al urólogo, salvo que sean casos excepcionales o de urgencia. El número es muy bajo para la cantidad de casos que hay. Con el tema de la mutilación genital, estamos trabajando para que estas mujeres entren en el protocolo de derivación y se las trate en la Seguridad Social. Igual que a las personas trans cuando se las somete a una operación de reasignación de sexo para que sean tratadas en rehabilitación, en la Unidad de Suelo Pélvico.

“Sanidad debería apostar un poco más por la fisioterapia a domicilio”

-Ahora que nombra la mutilación genital femenina, ¿cuál es la realidad en Fuerteventura?¿Está el colectivo de niñas africanas de la Isla en riesgo?

-Sabemos que hay niñas que son llevadas a sus países de origen, se les hace la mutilación y vuelven. Es verdad que a aquellas personas que se han criado y viven aquí se les está educando e intentando que entiendan que en España conlleva pena de cárcel hacer esta práctica. Colaboro con la asociación Dimbe en ofrecer tratamiento fisioterápico a estas mujeres supervivientes de la mutilación genital. Tengo pacientes que han nacido en Canarias y han sido llevadas a su país de origen y han sido mutiladas allí.

-¿El colectivo de terapeutas ocupacionales son los grandes olvidados en la Isla?

-Nosotros como fisioterapeutas los valoramos muchísimo porque trabajamos codo con codo. Desde el punto de vista de la sanidad, si nosotros vamos un pasito por detrás, ellos están un pasito por detrás de nosotros. Necesitaríamos más terapeutas ocupacionales, igual que es necesario más fisioterapeutas. Somos un colectivo muy pequeñito. En el hospital, trabajando ahora mismo, hay dos terapeutas ocupacionales y uno en Primaria. En total, tres en el sector. Por supuesto, son insuficientes.

-En octubre, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Canarias denunció que el Archipiélago se encontraba a la cola en la atención temprana. ¿Dentro de esa cola, en qué posición se encuentra Fuerteventura?

-Antes, teníamos un fisioterapeuta contratado por Adisfama que estaba trabajando en atención temprana. A nivel de atención temprana, como está contemplado, no tenemos fisioterapia en la Isla. Está trabajando una psicopedagoga y una maestra de educación especial, pero no hay fisio. Antes sí lo había. Se perdió y no se ha recuperado. Eso no significa que estos niños no tengan tratamiento. Se les está dando en el hospital.

-Muchos padres están pagando la fisioterapia para sus hijos...

-Sí porque es insuficiente. Hay casos en que un niño, por ejemplo, necesita una terapia todos los días y en el hospital se le dan tres sesiones. Incluso, la atención temprana en Fuerteventura está dirigida de cero a tres años y no de cero a seis, que es como tiene que ser. Hay dos profesionales, una psicopedagoga y una maestra de educación especial, y no dan abasto para toda la Isla. Hacen lo que pueden.

“Una unidad de fisioterapia oncológica es muy necesaria en Fuerteventura”

-Hay comunidades que cuentan con fisios y terapeutas en los colegios...

-Esa es otra lucha del Colegio de Fisioterapeutas de Canarias, que está trabajando para que haya fisioterapia dentro de los colegios. Queremos la inclusión. Hay niños que, realmente, necesitan ese tratamiento, esa estimulación y la necesitan en los colegios.

-¿Qué servicios de fisioterapia faltan en la Isla?

-La atención temprana, y creo que Sanidad también, debería apostar más por la fisioterapia a domicilio. Hay pacientes que no tienen movilidad. Durante el confinamiento y cuando entramos en la fase 2, las ambulancias cancelaron el servicio a los pacientes. El que puede ir bien, pero el que no puede durante la pandemia no recibe tratamiento de fisioterapia. Esa deriva hace que se pague o no se recibe tratamiento. La fisioterapia a domicilio funciona a nivel privado, pero estaría bien que se contemplara en lo público.

-Hace unos dos años, el Colegio de Fisioterapeutas de Canarias empezó a reclamar una unidad de cardiorrespiratorio en Fuerteventura. ¿Prosperó la petición?

-No, eso no prosperó. Estamos todos trabajando en lo respiratorio por las secuelas de la COVID, pero no hay una unidad de cardiorrespiratorio como tal. Ahora, con el tema del coronavirus, es más importante aún. Por eso, el Colegio está apostando por mucha formación en esta materia.

-¿Qué tratamiento de fisioterapia se le está dando a los pacientes oncológicos?

-A los pacientes que tienen cáncer y otra patología se les está tratando, pero patologías concretas, como el cáncer de mama, se están derivando a la Asociación contra el Cáncer. Una unidad oncológica es muy necesaria.

-¿Cuáles son las principales reivindicaciones del colectivo en la Isla?

-Más plazas. Solo hay tres de fisioterapeuta. Todavía no se han adjudicado las demás plazas y, evidentemente, hacen falta más puestos en la sanidad pública.

-¿El Colegio ha denunciado casos de intrusismo en Fuerteventura?

-En las últimas temporadas no, pero el nuestro es un sector en el que siempre hay intrusismo. Es una línea muy delicada. Ha habido casos en otras islas muy obvios y, entonces, sí se pueden denunciar. Lo que se hace es una llamada de atención para ver si se revierte la situación. Hay muchos centros, por ejemplo de estética, que anuncian masajes descontracturantes. Lo que se hace es no denunciar directamente, sino darles un toque, explicándoles que ese epígrafe no puede utilizarlo, por ejemplo. La tónica no es tanto denunciar, sino ir por las buenas, aunque a veces hay que denunciar al SAT en situaciones más graves, donde es evidente que la persona no es fisioterapeuta (masajista, quiropráctico…) y desempeña labores propias de un fisio, por ejemplo, tratar un esguince de tobillo. Para mejorar la fisioterapia se está haciendo la derivación directa, que es un proyecto piloto que se está llevando a cabo en Morro Jable y en Gran Tarajal. Es bastante novedoso, aunque hay sitios de España donde está implantado. Fuerteventura es pionera en Canarias. Se trata de asumir patologías muy concretas en las que el protocolo será más directo. El médico de cabecera directamente manda al equipo de rehabilitación y no se tiene que pasar, por ejemplo, por un traumatólogo.