
La campaña comercial de los cabildos orientales a debate. Quiénes son los destinatarios del dinero público
El Diario de Fuerteventura publicó en su edición de 17/10/2025 una información referida a la campaña emprendida por el Cabildo de Fuerteventura “Yo compro en Fuerteventura” que va por su cuarta edición.
Se trata -dicen- de incentivar el consumo responsable y cercano, con el objetivo de apoyar la actividad económica de la Isla. El importe destinado a la campaña asciende a 400.000€.
Campañas similares a estas se desarrollan también otras islas como es “Gran Canaria me Gusta”, si bien no nos consta que subvencione directamente la compra en establecimientos comerciales.
Lanzarote, cuenta con la tercera edición de la campaña “Consume Lanzarote” propiciada por el Cabildo de Lanzarote y la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa en la que, por medio de un bono, permite “comprar el doble y pagar la mitad”.
Con el recorrido realizado, caben algunas observaciones y reflexiones, y algunas de ellas giran en torno a si el protagonista es el consumidor al que hay que ayudar, si es el comerciante al que hay que favorecer, si tiene la doble dimensión o, si tal y como están concebidas, deben ser objeto de reproche.
Podríamos acercarnos a tal iniciativa por medio de la formulación de sencillas cuestiones que interroguen sobre la misma, para cada una de las cuales podríamos tener alguna opinión, y, para otras, esperar a que sean los usuarios de la campaña y la propia administración quien las responda. Una de esa cuestiones puede formularse preguntándose si tiene sentido este tipo de campañas.
Si se plantearan desde una perspectiva de ayuda a la población con menos recursos -a aquellas personas más desfavorecidas- no cabe duda de que tendrían plena justificación.
Esta realidad nos obligaría a pensar en las necesidades de esos usuarios de cara a proveerlos de lo esencial, y, no cabe duda, en este terreno es esencial la alimentación y resulta imprescindible contar con determinados recursos para disfrutar de un mínimo de confortabilidad en el hogar, si es que se dispone de él, así como disponer de la ayuda para los gastos de la energía que se consume, o para poder pagar la ropa y el calzado de los componentes de una unidad familiar. Vamos, por tanto, acotando cuál puede -o debe- ser la dirección de este tipo de iniciativas en clave de racionalidad en el uso de los escasos recursos públicos y de atención a las necesidades de la población.
Desde una visión estrictamente comercial, habría que analizar si corresponde a los cabildos ayudar a llevar los negocios de quienes los hayan emprendido libremente, sean de aquí o de allá, se trate de grandes corporaciones o pequeños comercios y de cualquier naturaleza, alimentación, perfumerías u objetos de lujo; si debe ayudar a las multinacionales instaladas en estas islas.
No parece procedente obviar que la mayor parte de aquello que se comercializa en Canarias proviene del exterior y que sólo parte de la alimentación que consumimos es producida en nuestro territorio. Estos recursos, de origen mayoritariamente animal y vegetal, tienen, además, que competir con aquellos otros que se producen en Marruecos, Europa, Asia o América. Tras lo expuesto, y sin salir de la cuestión enunciada, la otra pregunta es a quién está financiando el Cabildo.
El caso del Cabildo de Fuerteventura
La consejera de Comercio del Cabildo de Fuerteventura, Lolina Negrín, nos traslada la excelente oportunidad que es para las familias esta iniciativa. Habría qué precisar que parece que es sólo para aquellas que tengan capacidad económica para adquirir los bonos. Quince de ellos supone un desembolso de 300€ por lo que debemos preguntarnos sobre la cantidad de familias con necesidades que están en condiciones de desembolsar, no ya 300, sino 150€, que para muchas equivale a la compra del mes en alimentación.
La ayuda económica sin discriminar la renta del perceptor o beneficiario es absolutamente injusta e ineficaz si lo que se pretende ayudar a las familias más necesitadas. Sin embargo, dado que la ayuda no está en función de la renta familiar, la campaña va dirigida - según las palabras de la consejera Negrín- no a ayudar a las familias, sino a fomentar el consumo responsable.
Es cierto que ni ella ni la web www.yocomproenfuerteventura.com aclaran ese concepto, pues no hay referencia al alcance de tal concepto: “consumo responsable”. Ni deben saber qué supone, por lo que se hace necesario establecer qué implica, y que no es más integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en las decisiones de compra. Así, los consumidores comprometidos con este modelo son personas informadas que buscan minimizar el impacto medioambiental con sus acciones y ejercer un efecto positivo en la sociedad.
Sí consta las limitaciones para el canje de bonos, que no permite la adquisición, entre otros productos o servicios, de tabaco, loterías y apuestas, recarga de móviles, compras por internet, tarjetas de regalo, o bebidas alcohólicas. Sin embargo, sí es posible dedicar el bono a la compra de joyas, bolsos de marca y otros productos suntuarios que, evidentemente, y, permítaseme la ironía, son de primera necesidad y un claro ejemplo de consumo responsable.
En las imágenes de los establecimientos adheridos a la campaña, refulgen mucho las joyerías, pero más brillan, por su ausencia, los establecimientos destinados a la venta de productos de elaboración local.
Afirma Nuria Cabrera, consejera de Promoción Económica, que la campaña se consolida como herramienta eficaz para dinamizar la economía insular, reforzar nuestras PYMES y fomentar el consumo local en Fuerteventura, de lo que se deduce que el Cabildo interpreta de ello que se trata de pagar una parte de la adquisición de los productos (entre ellos joyas, bolsos y zapatos de marca) de los consumidores, lo cual, para una administración insular que maneja limitados y escasos recursos, y que estos son públicos, resulta un deficitario y torpe concepto de la dinamización de la economía.
Las fechas para canjear los bonos (del 4 de noviembre de 2025 al 20 de enero de 2026) es una clara evidencia de la idea final de esta campaña: atender las compras de Navidad, que es a esto a lo que interpretan estas consejeras que se debe destinar el dinero público. Cabe señalar la compra de vestidos para la cena de fin de año de gente que, a la vista de los hechos, no parece muy necesitada de que el Cabildo le esponsorice el vestido, y, puede que hasta la propia cena en un restaurante. Debe suponer el gobierno de CC en el Cabildo que todas, absolutamente todas las necesidades de la población de Fuerteventura, y todos los servicios están cubiertos, y las demandas del territorio satisfechas.
Nos podemos preguntar la justificación de que tal partida beneficie, ya no sólo a conglomerados internacionales con implantación en medio mundo, sino que hagan uso de esta iniciativa los usuarios que menos lo necesitan, ya sean empleados públicos o profesionales de cualquier sector con su economía saneada. Ni tan siquiera, aquellas corporaciones mencionadas podrían quedar fuera de la campaña por el mero hecho de tener tienda en la isla.
La ayuda a los comercios parece basarse en subvencionar las compras y no en facilitar herramientas para hacer más atractivo su producto. La consejera de Comercio se luce con la campaña, y Lola García, presidenta del Cabildo, incurre en una extraordinaria falta de responsabilidad por permitirlo.
El caso del Cabildo de Lanzarote
La consejera del ramo es Aroa Revelo, que atiende al área de Industria, Juventud, Régimen Interior y, no lo olvidemos, el sector de la Artesanía, por lo que ya es esta una buena oportunidad para potenciar ese sector que, aunque esté representado entre los comercios adheridos a la campaña, difícilmente puede competir con el made in China de los comercios que participan.
La función principal, según Felapyme, es fomentar el comercio de proximidad. Como en el caso de Fuerteventura, no atiende a las necesidades la población, ni la renta de la ciudadanía es un factor a considerar, sino que los comercios de cercanía, o sea todos los implantados en Lanzarote, desde las grandes superficies, cadenas de alimentación, electrodomésticos o modas vendan y que parte de ello lo pague el Cabildo. El Cabildo no parece poner objeción alguna, acostumbrado como está a la política de la subvención a destajo.
En Lanzarote, tan instalados en la apariencia, y nada interesados en lo que las cosas realmente son, el Cabildo ha ignorado las limitaciones propias de regalar dinero público, y entre los comercios adheridos encontramos de todo, sin límite, pues no hay - así sea por jugar al disimulo- una vertiente social, de buen ejemplo, o de cuidado de las formas.
Joyerías, peluquerías, cafeterías, bodegas, centros de depilación, perfumerías, equipamiento para vehículos, centros de estética, tiendas de regalo... Significa que el Cabildo contribuye con Felapyme a que, tras beberte el doble de copas y pagar la mitad, las bragas que te acabas de comprar con parte de dinero público dejen en evidencia la eficaz depilación brasileña que, igualmente, contribuye a pagar el Cabildo de Lanzarote.
Si los bonos por valor de 570.00 euros se despachan en 15 minutos, a partir de que se ponen a la venta a las 12:00 de la noche, habría que saber cuántos empleados públicos se benefician y cuánto miembros de una unidad familiar de esos mismos empleados, disfrutan de la campaña. De nuevo, la consejera Aroa Revelo y el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, como sus pares en Fuerteventura, se cubren de gloria para regocijo del puro y duro negocio que es este territorio para ellos. Por cierto, el Gobierno de Canarias aparece como entidad colaboradora.
La consejera Revelo, está dando un mensaje muy mal cogido y, por ello, su responsabilidad es doble al ser la titular del área de Juventud. Tendría que preguntarse si estas políticas contribuyen a formar ciudadanía responsable y si resulta ejemplar brindar semejante ejemplo de cómo manejar los asuntos y recursos públicos.
Puede que, por contar con un solo pobre en Lanzarote o en Fuerteventura, los Cabildos queden desautorizados para estas iniciativas. Pero la realidad es tan sangrante que los datos señalan que la pobreza en Canarias supera el 24%, rondando en estas dos islas el 20%, si no es que lo supera. Demasiados pobres para que el dinero público quede en manos tan irresponsables, tan mal entregado y tan alegremente recibido.
Si, como podemos presumir, los mejores depositarios de la información sobre las campañas son trabajadores públicos, los empleados de ambos cabildos y sus familias son los mayores beneficiarios y los menos necesitados de estos recursos, y quienes deberían avergonzarse, por ellos mismos y por sus dirigentes.
Doscientos majoreros de cada mil son pobres, lo cual nos da un total de 26.000 personas. Los casi seiscientos mil euros de la campaña no los saca de la pobreza, pero tal y como se dilapidan, los insulta. Dos mil de cada diez mil conejeros son pobres, tanto como más de 32.000 mil personas.
En Lanzarote, la organización Calor y Café da de comer cada día a muchas familias que, pudiendo muchas de ellas temer un trabajo, no llegan para cubrir sus necesidades básicas.
Los más de 58.000 conejeros y majoreros de la lista de la pobreza nunca deberían contemplar esta orgía de recursos públicos dilapidado entre joyerías, bolsos, gafas de marca y lencería fina, para poner bajo el árbol de Navidad. Tampoco, ningún ciudadano mínimamente responsable debería aceptar este tipo de campañas ni, mucho menos, participar en ellas.
La primera pregunta que debemos hacernos tras este despiporre es si lo que estamos presenciando es la construcción del mejor futuro posible para Lanzarote y Fuerteventura. La otra cuestión, nada baladí, es saber la cualificación de quienes están dirigiendo las obras y si tienen cabeza para manejar la llave de la caja de todos. Sí, hablo de Lola García y de Oswaldo Betancort.











Comentarios
1 Ardilla Mar, 11/11/2025 - 08:44
2 Josépepe Mar, 11/11/2025 - 09:13
3 Anonimo Mar, 11/11/2025 - 09:13
4 Anónimo Mar, 11/11/2025 - 09:38
5 Vox Mar, 11/11/2025 - 09:41
6 Progre Mar, 11/11/2025 - 10:50
7 Jacinto Mar, 11/11/2025 - 12:21
8 Chacho Mar, 11/11/2025 - 12:55
9 Ana Mar, 11/11/2025 - 13:52
10 Anónima Mar, 11/11/2025 - 16:07
11 Anónimo Mié, 12/11/2025 - 15:36
12 autonomo Vie, 14/11/2025 - 20:52
13 Majorera Lun, 17/11/2025 - 15:19
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