La empresa Geafond número dos Fuerteventura SA, controlada por la cadena hotelera RIU, vendió por apenas 80.000 euros los terrenos donde se pretende ubicar, en suelo rústico, el parque temático y comercial Dreamland, junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo.

La venta se efectuó en una notaría de Corralejo el 10 de diciembre de 2020, pocas semanas antes de que el entonces presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta, intentase sin éxito la declaración de interés insular del parque temático, que fue dejada sobre la mesa en el pleno de la Corporación insular.

En la operación inmobiliaria participaron de forma directa Águeda Borges, en representación de la empresa de RIU, y José Antonio Newport, administrador de la mercantil Dreamland Studios SA.

La empresa controlada por RIU era propietaria, entre otras, de una bolsa de suelo de más de 1,2 millones de metros cuadrados en la zona, entre la actual autovía de Corralejo y el Parque Natural de las Dunas.

De ese terreno, se segregó una parte, “procedente de la finca conocida como ‘Merced de Miguel Aljibes’, en concreto de la tercera porción, principiando por el poniente, de las tres que atraviesan para la Dehesa de Guariame”.

La superficie de la parcela segregada y vendida por RIU a la empresa de Newport es de 160.001 metros cuadrados. El precio de venta se fijó en apenas 80.000,5 euros, a 50 céntimos de euros el metro cuadrado.

En la documentación presentada por el empresario para que el Cabildo declare de interés insular el parque temático y comercial, y permita la urbanización y construcción de suelo rústico a unos 400 metros de distancia del espacio natural de las Dunas, tal y como se ha reconocido durante la tramitación del proyecto, se sostiene que la inversión superaría los 76,8 millones de euros.

De todo ese montante económico, la adquisición de los terrenos necesarios para desarrollar el proyecto Dreamland, vinculado al mundo audiovisual, apenas representa el 0,10 por ciento de la inversión anunciada. El cheque con los 80.000,5 euros, formalizado a través de Cajamar, se entregó el mismo día de la firma en notaría con fecha de 4 de diciembre de 2020.

Condiciones de RIU

En el acuerdo de venta, al que ha tenido acceso Diario de Fuerteventura, se detalla que ambas partes pactaron dos condiciones resolutorias de la operación. La primera es que la empresa de Newport se comprometía a presentar ante el Cabildo la solicitud para la obtención de la declaración de interés insular en un plazo máximo de seis meses. En caso contrario, RIU se reservó la posibilidad de “dar por resuelto el contrato”.

La cadena hotelera estableció como condición para vender a 50 céntimos el metro que no se pudiera ejecutar alojamiento ni residencial ni turístico

La otra condición fue la exigencia de que no se ejecuten “instalaciones alojativas” dentro del parque temático. “Siendo la vendedora una sociedad de un grupo hotelero (RIU Hotels and Resorts) con establecimientos en la zona, queda completamente prohibido y es una condición esencial y resolutoria de la presente compraventa, sea cual sea el estado en que se encuentre el proyecto, que no se ejecuten en los terrenos construcciones de cualquier tipo destinada a fines alojativos, en ninguna modalidad residencial o turística”.

“En caso de ejecutarse obras destinadas a fines alojativos residenciales o turísticos, la parte vendedora”, es decir, RIU, “podrá exigir la indemnización de los daños y perjuicios a que hubiere lugar” por parte de la empresa de Newport, se añade en el contrato.